El deshielo ya no se produce solo en los polos. Desde el pasado 3 de diciembre está presente también en las calles de París a través de 12 icebergs que ha instalado el artista danés Olafur Eliasson para mostrar al mundo los efectos del cambio climático. La elección de la capital francesa no ha sido casual pues allí se desarrolla la Cumbre del Clima en la que representantes de 195 países tratan de alcanzar un acuerdo mundial que ponga freno a las consecuencias que este problema medioambiental tiene en las condiciones de vida del planeta.
Ice Watch es el título de esta instalación que Eliasson ha preparado en colaboración con el geólogo Minik Thorleif Rosing y con la que espera - según ha explicado a la agencia Reuters - "cerrar la brecha entre los datos, los científicos, los políticos y jefes de Estado, y los sentimientos de la gente normal" respecto al cambio climático.
Llegados desde Groenlandia los 12 trozos de hielo - colocados en círculo para simular un reloj- van derritiéndose poco a poco frente al mítico edificio del Panteón. Sacados de contexto han dejado escenas curiosas que se han compartido bajo el hashtag #IceWatchParis. Una de las más populares ha sido la compartida por la revista National Geographic en su perfil de Instagram.
En la página de Facebook del estudio de Olafur Eliasson puede verse una grabación que recoge el traslado de los icebergs desde el fiordo de Nuup Kangerluga hasta las calles de París. El artista también ha colgado varios vídeos e imágenes en Instagram donde ha ido dando cuenta del trabajo de los operarios que han depositado las 80 toneladas de hielo en la capital francesa.
The blocks of ice included in Ice Watch each weigh about 10 tonnes. Fished out of the sea in the Nuuk Fjord, they had...
Posted by Studio Olafur Eliasson on miércoles, 2 de diciembre de 2015
No es la primera vez que el artista danés - que en 1995 estableció su estudio de trabajo en Berlín - se interesa por los efectos del cambio climático. En 2014 realizó una instalación similar en Copenhague y a lo largo de su carrera ha desarrollado otros proyectos con elementos naturales como protagonistas. Uno de los más conocidos es el que tuvo lugar en 2008 en Nueva York cuando creó unas cataratas artificiales en cuatro puntos de la ciudad - el Puente de Brooklyn entre ellos. En la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres recreó en 2003 el calor y la luz del sol a través de cientos de lámparas. Una instalación que tituló el Proyecto del clima (The Weather Project).
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