Unir en armonía a todas las religiones es el sueño, quizá una utopía, de House of One. Se trata del primer lugar del mundo que busca albergar una iglesia, una sinagoga y una mezquita bajo un mismo techo, aunque separadas entre sí. El edificio, que planea construirse en el centro de Berlín, ha iniciado una intensa actividad en internet para impulsar su propia campaña de micromecenazgo, de 43 millones de euros. De momento, ya han conseguido el primero de ellos.
El imán Kadir Sanci, el rabino Tovia Ben Chorin y el pastor luterano Gregor Hohberg no temen a la cámara; a través de la labor mediática que promociona su proyecto en común, han llegado a convertirse en los Tres Tenores de las religiones monoteístas. Fueron los representantes religiosos que aceptaron la propuesta de la parroquia St. Petri – St. Marien de Berlín, que les invitó a unir sus fuerzas y crear House of One en uno de sus terrenos.
Para lograr su objetivo, se apoyan en toda red social posible, desde Google Plus hasta Pinterest. Son conscientes de que, con cada una de ellas, llegan a un público distinto. “Twitter nos sirve para dar información inmediata, que pronto va a desaparecer en un inmenso océano de mensajes; Facebook, en cambio, nos permite establecer un debate más pausado; y con herramientas como Instagram recurrimos a discursos más emocionales, basados en la imagen”, explica a Verne Frithjof Timm, responsable de medios sociales del proyecto.
Berlín, con un conflictivo pasado y una permanente mirada al futuro, es la ciudad perfecta para albergar esta idea. La Petriplatz es el lugar donde se erigió la primera iglesia de la ciudad en el siglo XIII, que quedó destruida tras la Segunda Guerra Mundial. Ahora espera convertirse en un símbolo de paz universal, explica Timm frente al terreno no edificado de la plaza y matiza que el apoyo que el Gobierno alemán ofrece a esta iniciativa “no incluye dinero de los impuestos eclesiásticos”.
Si todo sale como se espera, House of One estará en pleno funcionamiento en el 2020. No es un lugar pensado solo para albergar a protestantes, musulmanes y judíos. El espacio central del edificio, que une a cada una de ellas, estará destinado a actividades sociales, que den cabida al resto de religiones y en las que se puedan sentir identificados los que no profesan ningún tipo de fe, apunta sus organizadores.
En 2014 se convocó un concurso internacional para seleccionar al arquitecto que construya el singular edificio. Se eligió al estudio Kuehn Malvezzi, que ha respetado las necesidades de cada una de las religiones representadas. Los 43 millones de euros que solicitan en donaciones se destinarán en su gran parte a construir el edificio y están controlados por una auditora independiente, Gieron & Partner.
Tras sus primeras apariciones en prensa y en redes sociales, House of One ha necesitado varios meses para recaudar su primer millón de euros. Si logran alcanzar la cifra de diez millones, se construirá la primera fase del proyecto, concebido como un centro cívico aconfesional. Si no se llega a esa cifra, el dinero recaudado se destinará a actividades sociales que respeten la idiosincrasia de esta propuesta.
El triple templo religioso solo llegará a existir si se logran los 43 millones presupuestados, una cifra inferior a la de salas de conciertos como el O2 berlinés o el Palacio de los Deportes de Madrid que, por otro lado, son grandes aportes al PIB de sus ciudades.
¿Por qué donar tal cantidad de dinero en este proyecto en vez de destinarlo a necesidades más inmediatas, como la crisis de refugiados?, preguntamos a sus responsables. “Solucionar los problemas inminentes es importante, pero también lo es solventar una de las causas que generan muchos de los conflictos actuales: la falta de entendimiento entre culturas y religiones”, argumenta Frithjof Timm tras meditarlo durante varios segundos.
A través de este enlace se puede encontrar una selección de preguntas y respuestas relacionadas con el proyecto.
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!