En Sinaloa, en el noroeste mexicano, la ropa y los zapatos se aguadean cuando pierden la firmeza. Los plebes, o los jóvenes, pasean los domingos en las plazuelas y cuando están de fiesta beben ballenas, en lugar de caguamas [o cervezas en botellas de un litro]. El calor y la humedad, sobre todo en la costa, ameritan que los niños anden bichis, o desvestidos.
Estas son algunas de las palabras cotidianas de los sinaloenses, de quienes se dice que son “un pueblo bronco, agresivo, indómito, rebelde y árido” por herencia de sus pobladores nativos. Y cuyo lenguaje, se dice también, “es similar al del carácter que nos endilgan”, escribe el lingüista Everardo Mendoza en Notas sobre el español del noroeste.
El investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa afirma que, si bien hay más coincidencias que diferencias con respecto al lenguaje del resto del país, el habla de su Estado es una de las variedades del español de México. De ahí que haya dedicado más de diez años de trabajo a identificar y definir cerca de 1.000 palabras y expresiones exclusivas de la región.
Su investigación se publicará próximamente con el nombre de Diccionario del Léxico Regional de Sinaloa (DLRS), del cual Mendoza ha compartido con Verne algunos términos y sus definiciones. “No es un diccionario que pretenda buscar folclorismos o palabras raras, sino palabras usuales en la comunicación de los hablantes”, explica el lingüista vía telefónica.
Para ello, se analizaron más de 700 documentos orales y escritos originados entre 1930 y 2008: cartas personales, entrevistas, informes de gobierno, literatura, prensa, radio y televisión. También se llevaron a cabo cuestionarios a la gente común sobre determinadas palabras, esto con el fin de obtener todas sus variantes, cuenta Mendoza.
Al ser un diccionario diferencial, el DLRS solo incluye vocablos que tengan una variante de forma o significado respecto al español mexicano en general. Como muestra, te presentamos estas 15 palabras y sus definiciones. También incluyen ejemplos reales de uso, es decir, expresiones que fueron pronunciadas por algún hablante de Sinaloa y registrados en las fuentes documentales recogidas por el investigador.
1. Abitachar. Poner en alerta a alguien para que pueda actuar con rapidez y astucia: "Los plebes lo abitacharon, que si no hubiera perdido todo". Poner atención sobre cualquier asunto o sobre los signos de la vida para tomar las decisiones apropiadas: “Si no se abitacha lo arremanga el carro”.
2. Aguachile. Además de ser un platillo de mariscos famoso en todo el país, esta palabra se usa en Sinaloa para referirse a una persona inculta o que no sigue normas de urbanidad: “Dizque muy doctores, pero lo aguachile les brota por los poros”. También se puede referir a una persona que proviene de un pueblo serrano: “Nomás empezó la banda y salieron todos los aguachiles a sacar a las morritas. Puro sombrerudo, neta”.
3. Bichi. Que está desnudo o semi desnudo: “La pobre mujer siempre traía bichi al niño, ni siquiera un trapo le enredaba”. También se usa para referirse a objetos que no tienen cubierta o a animales sin pelo: “Los xoloitzcuintle son unos perros bichis originarios de México”. En otra acepción, se refiere a alguien a quien le han robado sus pertenencias: “Se fue de vacaciones y lo dejaron bichi: todo le robaron”.
4. Cachorear. Acariciar apasionadamente a alguien sin llegar al coito, en particular en encuentros ocasionales con quien no se tiene un compromiso muy serio ni estable: “A las plebes de la prepa les gustaba irse a cachorear a la Isla de Orabá".
5. Cuachalote. Se refiere a alguien o algo que es o está sucio: “Me daba pena que se subieran al carro porque lo traía bien cuachalote, hace como dos semanas que no lo lavo y trae mugre hasta por el capacete".
6. Chaca. Una persona considerada la más hábil, influyente o poderosa en alguna actividad: “Con quien hablé yo creo que era uno de los chacas, pues todos se le cuadraban”. “O sea, tú eres bien chaca ahí en el despacho”.
7. Chanza. Ventaja que se permite al otro en una competencia: “Ni con la chanza de tres metros que le dio le ganó la carrera”.
8. Chira. Hocico del cochi [cerdo]: “El Solovino era un cochi rojizo con pequeñas manchas negras, de chira larga”. También se usa de forma coloquial para referirse a la boca de las personas: “Para la chira, me dijo, y sin darme cuenta me dio un beso".
9. Despatolar. Hacer que un objeto deje de funcionar correctamente o separar sus piezas: “Cuidado con este plebe, despatola todo y uno ni cuenta se da”.
10. Engrirse. Encariñarse intensamente con un lugar o persona de tal manera que se vuelve difícil desprenderse de ellos: “¿Lueguito te engriste en Culiacán, verdad? “No les des comida a esos perros porque se ingren y después no los puedes sacar”.
11. Enverijar. Propiciar un apego excesivo en alguien hasta el grado de la dependencia: “Muchas veces le dije que dejara ese muchacho, que lo iba a enverijar, pero no hizo caso”.
12. Fachoso.Que hace alarde de algo, particularmente de su belleza o de su arreglo. “Es medio fachosilla la novia que trae, nomás se anda luciendo”. Que le gusta jactarse de sus cualidades o de sus logros: “No le ganaba nadie en lo fachoso, en un minuto te leía su currículo para que no te equivocaras”.
13. Fufurufo. Que se jacta de tener poder o que se atreve a hacer las cosas sin temor: “Llegó bien fufurufo y la sacó de su casa”.
14. Guasiado. Que está loco o que habla incoherencias: “Ese morro está bien guasiado, dice puras pendejadas”.
15. Plebada. Conjunto de plebes (niños, adolescentes o jóvenes) o gran concurrencia de éstos en un lugar. "Aunque la plebada patalee, subirán la tarifa del transporte".