Fernando Simón ha dejado un recado para un sector de la población al que todavía no se había dirigido públicamente: los influencers. El director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias aludió a ellos en la rueda de prensa de este 20 de agosto, cuando hablaba de la situación de los jóvenes, entre los que han aumentado los contagios. “Sé que hay muchos influencers en España con una visibilidad muy grande que pueden ayudar a controlar la epidemia”, explicaba Simón, que también se dirigió a usuarios de redes sociales que no tienen “tanto peso o visibilidad como alguno de esos influencers”, pero sí “pueden ayudar a que las medidas de prevención y control se implementen correctamente”.
En España, los jóvenes son los que pasan más horas en internet y en las redes sociales. Según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares de 2019, publicada por el Instituto Nacional de Estadística, los jóvenes de 16 a 34 años son el sector de la población que más utiliza internet a diario (más de un 93% lo hace). También son los que más entran en redes sociales: más de un 90% afirma haberlas utilizado en los últimos tres meses, mientras que el porcentaje total de uso de los españoles –que incluye a personas de 16 a 74 años– es solo del 60%.
Sanidad ya puso el foco en las redes sociales al comienzo de la pandemia para tratar de mandar un mensaje de concienciación social. En el mes de marzo, el Ministerio se puso en contacto con influencers como Dulceida, con 2,8 millones de seguidores en Instagram, o la escritora Elvira Sastre, que acumula 455.000 en esta red social, para que transmitieran a través de sus cuentas la importancia de seguir las recomendaciones sanitarias. En un post de Instagram de Aida Domènech, más conocida como Dulceida, comentaba: “Quiero transmitir tranquilidad, pero que no se tome a broma, todo depende de nosotros. En la medida de lo posible, quedaos en casa, limitad la vida social, los que podáis teletrabajar, hacedlo. Evitad sitios con mucha gente y no viajéis si no es totalmente necesario”. Actualmente se puede apreciar a través de sus stories de Instagram cómo la mascarilla se ha convertido en un complemento habitual.
Otra influencer que ha concienciado de los peligros del coronavirus a través de sus redes sociales es Madame de Rosa. Esta madrileña, llamada Ángela Rozas y que acumula más de 649.000 seguidores en Instagram, no solo ha publicado mensajes de concienciación en esta red social, sino que llegó a retomar su trabajo como enfermera para tratar de luchar contra la pandemia. "Creo que tenemos una herramienta muy poderosa [con las redes sociales] y utilizarla de buena manera me parece estupendo", cuenta Rozas a Verne.
En una publicación, Rozas mostró su EPI y la zona que se convertiría en su “campo de batalla”. “Por favor, quedaos en casa, por favor cuidaos y sed responsables, no os quiero ver por aquí”, comentaba en el post. Sin embargo, la vuelta al trabajo como sanitaria de Madame de Rosa no pudo durar mucho. Semanas después de su incorporación, la influencer anunciaba en sus redes que tenía que darse de baja al haber contraído la covid-19. Por medio de sus redes sociales, la madrileña fue mostrando las consecuencias de una enfermedad con la que ha estado batallando meses.
"Conté todo mi proceso precisamente para concienciar a la gente", explica a Verne. "Yo sigo teniendo secuelas, soy una persona joven, sin ninguna patología previa y no estuve grave, pero se me ha prolongado mucho la enfermedad", cuenta la madrileña, que afirma seguir teniendo dificultades para respirar y picos de fiebre. "Todo eso lo comparto en mis redes para que la gente se dé cuenta de que soy un ejemplo claro de persona joven y sana que puede acabar mal parada". A pesar de todo, a través de sus stories sostuvo: “La decisión de ir a trabajar a La Paz es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Volvería sin dudarlo”.
El mundo de los videojuegos, otra ventana a los jóvenes
Otro de los sectores que acumulan más público joven en Internet, el de los videojuegos, también ha colaborado para concienciar ante la pandemia. Ibai Llanos, narrador de esports, ha criticado a través de su Twitter (donde acumula dos millones de seguidores) la concentración antimascarillas del pasado domingo en Madrid. Además, Llanos organizó en marzo un campeonato benéfico de FIFA 20 para conseguir fondos para la lucha de la covid-19. En él, participaron futbolistas de 18 de los 20 equipos de La Liga (a excepción de Barcelona y Mallorca, por incompatibilidades de contratos de patrocinio) y recaudó un total de 142.000 euros.
El youtuber David Cánovas, más conocido TheGrefg (14 millones de suscriptores en YouTube), también organizó un torneo benéfico para conseguir donaciones contra la covid-19, llamado “CalvoGames”. En esta competición, que recaudó un total de 100.000 euros, participaron otros conocidos youtubers como el propio Llanos, DjMariio o AuronPlay. Este último, que ostenta el título de ser la persona más vista en la plataforma Twitch de España durante la primera mitad del mes de agosto, también ha colaborado en esta pandemia donando 7.000 mascarillas a hospitales catalanes.
El jefe de la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, destacó ayer cómo los casos entre jóvenes han aumentado exponencialmente, llegando prácticamente a triplicarse. "Globalmente, entre las edades de 15 y 24, los casos de Covid-19 se han incrementado desde una tasa del 4,5% a finales de febrero a un 15% a mediados de julio". El escritor Juan Gómez Jurado ha compartido a través de su Twitter la idea de Simón de que los influencers son clave para ser conscientes de estos peligros. “Mi hijo de trece años no ve la tele, ni un periódico. Pero si TheGrefg o Wismichu le hablan, escucha”. Por su parte, el youtuber Cánovas ha contestado que es consciente de su responsabilidad y que intentará “ayudar en todo lo que pueda”.
Los influencers se mojan
Aunque rara vez hablan de política, muchos de los creadores de contenido españoles abanderan alguna causa social. Conscientes de que les sigue un público joven, hablan con cercanía de temas como el medio ambiente, la protección de los animales o el veganismo, causas que han abrazado, entre otros Wismichu (9,3 millones de seguidores en YouTube) o RoEnLaRed (1,2 millones en YouTube). También del apoyo a la comunidad LGTBI, de la que hablan youtubers como Elsa Ruiz (34.000 seguidores en Instagram), YellowMellow (1,7 millones de suscriptores en YouTube) o AbiPower (458.000 suscriptores en YouTube). ElRubius (con más de 38 millones de seguidores en YouTube) habló abiertamente de su salud mental cuando, en 2018, anunció que abandonaba temporalmente YouTube por problemas de ansiedad.
Las ONG, al igual que hicieron antes muchas marcas, se han dado cuenta de que los influencers son una puerta de acceso a un público más joven y cuentan con ellos para algunas de sus grandes acciones. El pasado mayo, Cruz Roja Internacional impulsó una red de voluntarios influencers para luchar contra la desinformación alrededor del coronavirus. En España, en 2016 YellowMellow y María Cadepe se embarcaron en el Artic Sunrise de Greenpeace para apoyar una campaña de esta organización. Su objetivo era recoger 100.000 firmas para proteger el Ártico y, ocho días después del lanzamiento de la campaña, superaron las 180.000.
Cómo los memes y el humor sirven para crear comunidad
Durante los primeros meses de la pandemia, muchos cómicos, youtubers e influencers españoles tiraron de humor y memes para hablar de la situación que se estaba viviendo en España: el confinamiento, la posterior desescalada... En estos casos, el humor no solo funciona como entretenimiento o vía de escape, sino que ayuda a llamar la atención sobre asuntos importantes y a generar vínculos entre las personas afectadas por estas situaciones.
Agnese Sampietro, lingüista de la Universidad Jaume I y experta en comunicación digital, explicaba en este reportaje de Verne sobre el lenguaje de los memes durante la crisis del coronavirus que bromear sobre experiencias comunes, como la de permanecer en casa durante el confinamiento o la necesidad de llevar mascarilla, nos ayuda a generar un sentimiento de vínculo y comunidad. Además, la risa puede ayudarnos a tomar distancia de nuestros problemas y a lidiar con situaciones difíciles, incluso durante la crisis del coronavirus.
Además, tras la comedia también puede existir una intención: Antón Lofer, uno de los youtubers que realizó vídeos cómicos sobre la desescalada, contaba a Verne que, aunque sus vídeos se basaran en el humor, “también quería transmitir el mensaje de lo importante que es ser precavido, por uno mismo y por todos”.