Enigma resuelto: el hotel japonés cuenta cómo sacó esta vajilla sin que se rompiera

A no ser que hayas ignorado internet durante la última semana, esta foto te resultará familiar. Las redes sociales se han plagado de la imagen de estos platos, volcados contra una cristalera de tal forma que resulta difícil imaginarlos con vida cuando alguien abra la puerta. Lo impredecible sucedió. La cerámica sobrevivió a la encrucijada, como demuestra la cuenta de Twitter del hotel japonés en el que se encuentran los milagrosos platos. "Metí la mano en la estantería con mucho cuidado y conseguí colocarlos", relata a Verne a través de correo electrónico Atsunori Kishida, autor de la foto.

Kishida es el responsable, junto a su madre, del hotel Ryokan Suigou, situado en un pequeño pueblo en el sur de Japón, Yurihama. Este municipio de 16.000 habitantes, en la prefectura de Tottori, sufrió un terremoto de 6,6 grados de magnitud en la escala de Richter el 21 de octubre. El incidente sismológico no causó muertos. Sí hizo que la cerámica de la famosa estantería perdiese el equilibrio. "Hice la foto para poder presentársela al seguro", añade el responsable del hotel, que publicó la imagen ese mismo día desde su cuenta de Twitter. Acumula más de 6.000 retuits.

"No fue un terremoto muy intenso", recuerda Kishida, acostumbrado a la actividad sísmica de Japón. Sí le sorpredió la curiosa posición en la que se encontró los platos. Le resultó tan extraña que ni siquiera se muestra "sorprendido" ante la enorme difusión que ha conseguido la imagen.

La viralización de la foto no despegó hasta el 13 de noviembre, cuando una página de Facebook taiwanesa publicó la foto. Con el título "no se puede abrir la estantería", la foto logró más de 16.000 "me gusta" y 440 compartidos. Medios de comunicación de todo el mundo comenzaron a hacerse eco de la curiosa imagen sin referencias a la fuente original, el hotel japonés Ryokan Suigou.

A partir de entonces, los usuarios de las redes sociales tiraron de ingenio para analizar la foto. Algunos relacionarion el dilema en la estantería con la paradoja del gato de Schrödinger. Este experimento imaginario fue concebido por el físico austriaco de mismo nombre en los años 30.

Siguiendo los principios de la mecánica cuántica, planteaba una situación en la que se concebía que un gato encerrado en una caja estuviera vivo y muerto al mismo tiempo. De igual modo, los internautas consideraban que los platos estaban rotos y que al mismo tiempo no lo estaban al ver la imagen. A partir de este experimento, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) hizo "humor cuántico" en su perfil de Twitter.

Otros empatizaron con el previsible futuro de la cerámica, avisando de que lo mismo pasaría con ellos si mostrasen su verdadera personalidad al mundo.

"No me han parecido graciosos", indica Kishida al ser preguntado sobre los múltiples tuits por el estilo. Al fin y al cabo, la imagen es el resultado de un terremoto que afectó a su negocio.

La realidad es que los platos no llegaron a estrellarse contra el suelo. Según la cuenta de Twitter del hotel, fueron rescatados de su comprometida posición y recolocados introduciendo el brazo con mucho cuidado en la estantería.

La cerámica viral no fue la única que estuvo a punto de terminar destrozada. Otras piezas se estamparon contra la puerta de su correspondiente estantería y también sobrevivieron al terremoto.

El hotel japonés termina su relato de los hechos en Twitter con una imagen de unos cuantos vasos de cristal que permanecieron en su sitio durante el temblor. Las piezas que no contaban con una cristalera para protegerlas son, precisamente, las que no se movieron.

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