Mastodon es una red social parecida a Twitter, pero con algunas diferencias. Por ejemplo, en lugar de tuits, se escriben toots (bocinazos) de hasta 500 caracteres, en lugar de los 140 de Twitter. Además de eso, no hay anuncios ni se recogen datos de localización de sus usuarios.
Y está creciendo mucho.
Esta red se creó a finales de 2016, pero los usuarios comenzaron a llegar por decenas de miles a principios de mes, después de que Twitter cambiara la forma en la que se muestran las conversaciones. Según recoge The Verge, el 4 de abril contaba con más de 41.000 usuarios. Este martes día 11, solo una semana más tarde, la cifra superaba los 143.000, de acuerdo con los datos que recoge una cuenta no oficial. Eso sí, el número aún está muy lejos de los más de 300 millones de usuarios activos de Twitter.
El éxito o, al menos, la curiosidad que está provocando Mastodon tiene mucho que ver con el hecho de que esta red social es una respuesta al mal ambiente de Twitter, tal y como explicaba su creador, Eugen Rochko. Este alemán de 24 años recogía esta idea en un texto publicado en Medium con el título “Aprendiendo de los errores de Twitter”.
¿Cómo me abro una cuenta en Mastodon?
Para abrirse una cuenta en Mastodon hay que recordar que funciona de forma descentralizada. Esta parte es un poco diferente a lo habitual, pero una vez superada, la red no presenta mayores dificultades. El caso es que, más que una única red social, hay una federación de lo que Rochko llama instancias. Lo normal sería abrirse una cuenta a través de la web Mastodon.social, pero ahora mismo hay tanta gente intentándolo que no se puede, por lo que la web nos remite a estas otras instancias (más de 400), que funcionan a modo de servidores más o menos independientes.
El creador de Mastodon, Rochko, compara las instancias al correo electrónico, en un texto publicado en la web de tecnología Hackernoon: aunque tengas cuenta en Gmail puedes enviar y recibir mensajes de gente que usa Outlook. Y puedes abrirte una segunda cuenta en Yahoo.
¿Qué instancia escojo?
Antes de abrirnos cuenta en cualquiera de ellas podemos leer en su página de inicio qué las distingue de las demás. La mayoría son simples y muy similares a Mastodon.social, como Social.tchncs.de. Pero, como explica Quartz, otras tienen reglas concretas. En Awoo.Space hay moderadores para evitar los insultos y el acoso, al igual que en Unicorn.xyz, que está en francés. En Anticapitalist.party aclaran que “party” es fiesta, no partido, pero siguen siendo políticos. Estoy casi seguro de que Social.Targaryen.House es algo de Juego de Tronos (no veo la serie ni he leído los libros). Y en Memestatic.space hay memes cutres y chistes malos. Como es natural, me he abierto una segunda cuenta en esta última, con el mismo nombre de usuario, jaimerubio.
Pero entonces, ¿no hay un único Mastodon?
Puedes seguir a usuarios de cualquier instancia y desde cualquier instancia. Por ejemplo, puedes estar en Memestatic y seguir a alguien que esté en Social. Solo hay que recordar que la instancia forma parte de su nombre de usuario.
Por ejemplo, yo abrí cuenta en Lou.lt, por lo que para seguirme hay que buscar al usuario jaimerubio@social.lou.lt. Pero en Memestatic tengo otra cuenta: jaimerubio@memestatic.space. Como las instancias son en gran medida independientes, en esas dos cuentas yo puedo seguir a gente diferente (de cualquier instancia) y publicar toots distintos (que los puede leer cualquiera que me siga, con independencia de dónde se haya abierto la cuenta).
En su opinión, esta descentralización permite la creación de comunidades más pequeñas, con sus propias normas y más integradas, lo que haría más difícil el acoso y más fácil su moderación. El mantenimiento también es más barato, ya que cada instancia se puede financiar por su cuenta. Por ejemplo, para mantener Mastodon, Rochko ha abierto una cuenta de Patreon en la que solo pide 800 dólares al mes.
¿Cómo empiezo a tootear (supongo que se dice así)?
Una vez superado el trance de escoger instancia y abrirse una cuenta, nos encontramos con que la página principal de Mastodon tiene un aspecto parecido a Tweetdeck, por su disposición en columnas. (Pincha en la imagen para verla más grande).
Esto ya es más sencillo: en la primera columna está el recuadro para escribir nuestros toots. Mastodon permite escoger el nivel de privacidad de cada toot si pinchamos en la bola del mundo: solo para nuestros seguidores o público. También ofrece la posibilidad de añadir una advertencia sobre el contenido (pinchando en CW), aunque a menudo se usa como recurso humorístico. Además de texto, podemos publicar fotos, gifs y vídeos breves.
En la columna de “Home” podemos ver los toots de las cuentas que seguimos y en "Notifications", las notificaciones (favs, retoots y demás). En la última columna se puede ver el timeline local o el federado. El local muestra los toots públicos de la instancia en la que estemos y el federado extiende ese timeline en un grado de separación, mostrando los toots de las personas seguidas por los usuarios del timeline local. Aquí es donde mejor se aprecia el efecto de la descentralización de la red, ya que estos timelines son completamente diferentes dependiendo de la instancia en la que estemos.
¿Puedo tootear desde el móvil?
Hay al menos dos apps para usar Mastodon en el móvil: Tusky para Android y Amaroq para iPhone.
¿Mastodon puede arrinconar a Twitter?
No lo tiene nada fácil. Para empezar, Mastodon no es tan intuitivo, sobre todo si tenemos en cuenta que las dudas surgen en el momento de abrirse una cuenta, que debería ser lo más sencillo.
Aparte de eso, es complicado convencer a quien está usando otra red social de que renuncie a sus seguidores y comience de cero en otro entorno diferente. Tampoco funcionó con Quitter, otro servicio de código libre. Y no es algo que solo le haya ocurrido a Twitter: hace más de dos años, Ello se presentaba como alternativa a Facebook y no prosperó porque también obligaba a dejar atrás a los amigos, fotos y demás, con la esperanza de que ellos se vinieran con nosotros.
Es lo que se llama el efecto lock-in: uno de los motivos principales por los que preferimos unas redes sociales y no otras es porque todo el mundo está ahí. No tiene gracia compartir textos o fotos si nadie las va a ver. Hay que tener en cuenta que cuando Twitter y Facebook comenzaron, no había competencia, pero ahora Mastodon necesita crecer mucho para que cada vez más gente se anime a usarlo en lugar de optar por las opciones mayoritarias.
El efecto lock-in también explica que muchas redes ofrezcan cada vez más servicios, como las historias efímeras. El objetivo es que las usemos el máximo tiempo posible y nos resulte cada vez más difícil pensar en una alternativa, sea Mastodon o cualquier otra.
Eso sí, aunque al final no quede en nada, parece claro que muchos usuarios de Twitter están cansados del tono de enfado y de acoso que ven cada día en esta red social, hasta el punto de considerar la posibilidad de marcharse a una completamente nueva.
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!