Crío a mis hijos solo: cuatro padres hablan de cómo viven la paternidad sin una pareja

Según el INEGI, solo 4,1% de los hogares en México son liderados por un hombre sin la madre de los hijos

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El actor César Costa inerpretó la comedia 'Papa Soltero' de 1987 a 1994. Es la historia de César, un padre que se hace cargo de sus tres hijos: Cesarín (Luis Mario Quiroz), Miguel (Gerardo Quiroz) y Alejandra (Edith Márquez). Foto cortesía Televisa.
El actor César Costa inerpretó la comedia 'Papa Soltero' de 1987 a 1994. Es la historia de César, un padre que se hace cargo de sus tres hijos: Cesarín (Luis Mario Quiroz), Miguel (Gerardo Quiroz) y Alejandra (Edith Márquez). Foto cortesía Televisa.

A finales de la década de los ochenta, la serie de comedia mexicana Papá soltero contaba con humor la historia de César, un padre sin pareja que cuidaba de sus tres hijos adolescentes. Treinta años más tarde, la situación del protagonista sigue sin ser común en México.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de los Hogares elaborada por el INEGI en 2017, el 18% de los hogares en el país está conformado solo por un jefe de familia (hogares monoparentales), ya sea la madre o el padre. De ellos, solo 4,1% tiene como jefe al padre, quien se hace cargo de uno o más hijos.

“No es común que los padres se hagan cargo de un hogar, pero tampoco por eso creo que soy especial, solo trato de ser un buen padre”, dice a Verne Ricardo Valera, de 37 años. Él es el responsable de su hija desde hace cinco años, cuando la madre de la menor decidió cambiar su domicilio a otro Estado y empezar una nueva relación. Desde entonces ha estado visitando tribunales para poder obtener la custodia legal de Nicole, que actualmente tiene 9 años.

Para el también mercadólogo, ha sido complicado obtener la custodia legal de su hija tras su separación. De acuerdo con un artículo del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el 90% de las demandas de custodia monoparental se otorga a favor de las madres. Emilio Garza, de 37 años, obtuvo después de un tiempo la guardia y custodia de su hija, ya que la madre le había negado la posibilidad de visitas tras su separación. “Hoy llegamos a un acuerdo en que la mitad de la semana se la pasa conmigo y la mitad con su mamá”, cuenta el propietario de un negocio en Celaya.

Valera en un paseo con su hija.

Ambos padres cuentan que se trata de pesados procesos judiciales para tener derechos legales sobre sus hijas. En México, la Ley General de los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes establece que los menores tienen derecho a tener contacto regular con ambos padres aunque estén separados o divorciados, pero puede que solo uno de ellos tenga el derecho legal sobre ellos, por lo que los trámites y estudios judiciales suelen ser largos.

Para Valera, arreglar la situación legal de su hija es importante. “Hoy va en cuarto de primaria y estudia inglés. Me gustaría llevarla a Canadá cuando termine la escuela y pueda practicarlo”, destaca. Uno de los obstáculos a los que se enfrenta es la ausencia de su madre, quien vive en otro Estado y cuyo visto bueno es necesario para tramitar un pasaporte que le permita salir del país. “También si hay alguna situación médica necesito su permiso”, indica.

Mientras que la mayor parte de la población de 15 años o más tiene una relación, 10,7% se encuentra separada, divorciada o viuda, según el INEGI, aunque hay una mayor cantidad de madres que se hacen cargo de sus hijos. Para Garza, llegar a un acuerdo con la madre de su hija ha sido muy beneficioso. “Yo creo que ambas partes tienen que poner de su lado para que los hijos estén bien”, comenta. “Mi hija vivió conmigo cuatro años y yo me tuve que hacer cargo de todo en ese tiempo”, recuerda.

El cuidado de un hogar en manos del padre

Un gesto de cariño en el brazo de Gabriel.

Bañar a los menores, hacer la comida y hacerse cargo de la limpieza. Gabriel Quezada, de 43 años, se hizo cargo de su hija desde que era un bebé y después de que se separó de su madre, cuando Regina tenía cinco años. “Para ella no es raro, lo he hecho siempre: el desayuno, peinarla todos los días”, dice a Verne, vía telefónica. “Yo la única forma en que sé peinarla es un chongo, pero me esfuerzo”, reconoce.

Felipe Soto, de 49 años, trabaja en un centro comercial y ha buscado que sus horarios sean flexibles para atender a sus hijos, de 5 y 15 años de edad. “Lavo la ropa, les hago de comer, los llevo a la escuela”, cuenta, vía telefónica. "Con mi hija mayor, hay menos problemas porque es cada vez más independiente, pero con el chico me las tengo que arreglar”, detalla.

Una encuesta de la firma de espacios compartidos Regus detalla que 81% de los padres trabajadores quisiera tener horarios flexibles para pasar más tiempo con sus hijos. Quezada, por ejemplo, vive a cinco cuadras de su trabajo y a tres de la escuela de su hija. “Así puedo moverme rápido para llegar con ella y comer juntos”, dice.

Garza trabajó un tiempo y poco después decidió poner un negocio para gestionar su tiempo libre. “Tuve momentos económicos difíciles, me tuve que ‘apretar el cinturón’ con mis cosas para que a ella no le hiciera falta nada”, recuerda el celayense, que dice estar muy unido a su hija. “Aunque han habido momentos difíciles, mi hija y yo tenemos un vínculo increíble”, apunta.

Emilio con su hija.

Padres de niñas: un reto doble

Una de las primeras dificultades a las que se enfrentó Quezada fue salir con su hija menor al cine. “Ella no puede entrar al baño de hombres y yo no puedo al de mujeres, me las tengo que arreglar poniéndole un suéter en la cabeza”, señala. Valera opta por pedir ayuda a la abuela de su hija para acudir a lugares públicos. “Por fortuna, para esos casos me ayuda mi mamá, no sabría qué hacer si no”, comenta.

Regina, la hija de Gabriel, es cada día más independiente. “Cuando se trata de vestirse, le he enseñado poco a poco a que lo haga ella sola”, detalla.

En el caso de Soto, cuya hija es adolescente, cuenta que ha tratado de ser abierto con ella en temas de sexualidad. “Ya tiene novio y hay cosas que no me cuenta, yo trato de que confíe en mí”, comenta. “También le salgo a comprar sus toallas [compresas] aunque me las pide con cierta pena”, dice.

Los cuatro padres mexicanos reconocen que no es muy común que un hombre se haga cargo de sus hijos.. “A mí me han visto raro”, dice Quezada, quien incluso fue cuestionado por su círculo social. “Qué cómo me iba yo a hacer cargo de una niña siendo yo hombre”, recuerda.

Soto asegura que en general se tiene el concepto de abandono de los padres. “[Entiendo que] se piense mal, porque hay muchos hombres que abusan, que engañan, pero también hay muchos que nos hacemos cargo de nuestros hijos”, comenta. Esta es una idea en la que concuerda Quezada. “Uno reconoce que las madres son muy importantes, pero los padres también”, finaliza.

Felipe Soto con sus dos hijos.

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