José Mujica volvió a Salvados este domingo. La entrevista de Jordi Évole al expresidente de Uruguay llenó de nuevo las redes de comentarios elogiando su lenguaje directo y sensato, por considerarlo poco habitual en la política. El hashtag del programa, #Mujicadevuelta, sumó 43.000 tuits, según datos de Topsy.
Cada vez que alguien buscase en google la palabra "Dignidad", debería salir una foto de Pepe Mújica. #MujicaDeVuelta
— Javier Durán (@tortondo) noviembre 29, 2015
Cada frase de Pepe Mujica es una perla, no da tiempo a tuitearlas todas #MujicaDeVuelta
— Raquel Ecenarro (@RaquelEcenarro) noviembre 29, 2015
Yo estaría a favor de la clonación en casos como el de Mujica y traernos unos cuantos para aquí. #MujicaDeVuelta
— Anacleto Panceto (@Xuxipc) noviembre 29, 2015
Aznar cobra 36.000 € por conferencia. Dice Mújica que a él se le caería la cara de vergüenza. Y a nosotros también. #Mujicadevuelta
— Neus Tomàs (@neustomas) noviembre 29, 2015
Mújica es casi inverosímil. Su existencia misma lo es. No hay una sola respuesta de paja. Todo es nutritivo. #MujicaDeVuelta
— Julia Otero (@julia_otero) noviembre 29, 2015
Espectadores/Electores buscando la papeleta de Mujica el 20D... #MujicaDeVuelta
— Jordi Évole (@jordievole) noviembre 29, 2015
Estos son algunos de los momentos más comentados.
1. Los privilegios de los expresidentes: “Pobre España”
Mujica: o tengo coche oficial. El único privilegio que tengo son cuatro guardias que rotan.
Évole: Escoltas.
M: Vigilan mi casa.
E: Le pregunto esto porque en España los expresidentes gozan de estos privilegios.
M: ¿Ah sí? Pobre España. Pero bueno, España es muy rica, tiene reyes… La Zarzuela… Todo eso, ¿no? Una maquinaria infernal. No tengo muy claro para qué, pero bueno, está. No me extraña que a los presidentes les paguen sueldo. ¿Por qué si eres albañil, el almacenero, o el herrero tienes una jubilación común y corriente, de acuerdo a lo que aportó en su vida? Los presidentes tienen que ser igual.
2. Sobre Venezuela y la libertad
Évole: En España cuando a alguien se le quiere desacreditar, se le dice que es chavista o bolivariano… A ver, hay cosas del gobierno venezolano que a veces son un poco…
Mujica: No me gustan los presos.
E: ¿Los presos políticos?
M: No, no me gustan. Pero a Venezuela también no se la puede hostigar como se la hostiga de todos lados.
(...)
E: Pero dicho esto, a usted no le gusta que haya opositores en…
M: No me gustan presos de ningún lado porque yo estuve buena parte de mi vida preso. Yo tengo solidaridad… No me gustan los presos. No me gustan los pájaros enjaulados. No me gustan los depósitos de animales para que la gente los vaya a ver. No me gustan los acuarios. Tengo una enfermedad de libertad crónica.
3. Merkel: “Está consiguiendo lo que Alemania no consiguió con dos guerras”
Évole: Usted ha estado por ejemplo con Angela Merkel.
Mujica: Sí.
E: ¿Tuvo la sensación de estar con la jefa de Europa?
M: Ustedes piensen que está logrando lo que no logró Alemania con dos guerras. Desató dos guerras que fueron un desastre y ahora con su paciencia esta dueña está logrando los objetivos que no pudieron lograr…
E: ¿Y ella personalmente qué feeling le dio?
M: Me dio la sensación de ser una mujer sólida, pero alemana.
E: ¿Qué quiere decir eso?
M: Muy preocupada por Alemania y que está lejos de entender lo que es América Latina y no sé si el resto del mundo. Es muy europea.
4. La desunión de la izquierda
Évole: Se llamaron ustedes Fuerza Amplia y ahí siguen.
Mujica: Sí, somos más de 20 partidos.
E: Y siguen gobernando.
M: Vamos rumbo a los 15 años de gobierno. Y los partidos siguen insistiendo con sus respectivos rótulos, definiciones.
E: No tiene que ser fácil eso.
M: No es fácil. El problema de la izquierda en la historia de la humanidad es la desgracia de no poder mantenerla unida. Tener bien claro cuál es el adversario principal y no dejarse confundir y convertir en principal la diferencia ocasional que se pueda tener.
E: ¿Usted se ha tenido que tragar principios para pactar?
M: Tanto como principios no, pero inevitablemente en política hay que comerse algunos sapos. Lo cual no quiere decir que haya que vivir comiendo sapos.
5. La paradoja del Nobel de la Paz
Évole: Usted ha sido propuesto dos veces al premio Nobel de la Paz. ¿Le gustaría conseguirlo?
Mujica: No, no. La última vez yo propuse que lo declararan desierto y que se lo dieran póstumo a Gandhi o algo de eso. Al presidente de Estados Unidos le dieron uno en cuanto llegó al gobierno, me acuerdo.
E: A Barack Obama.
M: ¿Cómo le dan un premio de la paz al presidente de la nación más guerrerista del mundo? ¿Sabe que me dijo el Papa? Que estamos viviendo la tercera guerra mundial en diferido. Hay guerra por todos lados y damos el premio de la paz… ¡Estamos locos!
6. El capitalismo y la sífilis
Évole: Veo que usted no criminaliza a los empresarios como hace cierto sector de la izquierda.
M: No, gente como esta resuelve problemas que yo no tengo ni capacidad ni fuerza para poderlos resolver. Si algún día hay fuerzas que los pueden suplantar con ventaja, vamos arriba. Pero si no, vas para atrás. Yo seré socialista, pero no quiero ser bobo. Porque si después, por querer repartir, exprimo demasiado, tengo menos para repartir. Hay enfermedades que son inteligentes. La sífilis. Nunca mata a la víctima. Porque si mata a la víctima no tiene de qué vivir. Entonces que trabaje el capitalista, él va a hacer plata, que yo le voy a cobrar impuestos para repartir.
E: ¿Está haciendo un paralelismo entre el capitalismo y la sífilis?
M: Ambas son enfermedades. La sífilis es evitable. El capitalismo, por ahora, no es evitable. Hay que funcionar con él.
7. Carmena y Colau
Évole: Usted ha estado con Manuela Carmena y con Ada Colau, las nuevas alcaldesas de Madrid y de Barcelona. ¿Qué les dijo?
M: Que estaban en una hora de sueño, que todo era bonito. Que ahora iba a venir la parte más complicada del asunto.
8. Las diferencias entre Rajoy y Aznar
Évole: Seguro que también ha coincidido con Mariano Rajoy alguna vez.
Mujica: Sí, cuando yo era presidente de Uruguay me trató con una delicadeza que yo le tengo que estar muy reconocido. Pienso que no lo hizo por mi persona sino por el afecto que le tiene a esta parte del mundo.
(...)
M: Zapatero me dijo: "Rajoy es buena persona. Discrepo con las ideas, pero es buena persona. Estoy siendo honesto". No tenía ninguna obligación de decírmelo, pero me lo dijo. No me dijo lo mismo de Aznar. Me dijo exactamente lo contrario.
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