Cierran temporalmente la piscina de saltos de los Juegos de Río

El objetivo es recuperar del todo su color azul. El tratamiento de cloro había causado molestias en los ojos de los nadadores

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Un inspector tomaba el jueves una muestra del agua de la piscina
Un inspector tomaba el jueves una muestra del agua de la piscina.

Primero, la piscina de saltos de Río se volvió verde oscura. Después, también la piscina adyacente. Se anunció que se trataba de un descenso de alcalinidad por el uso intensivo de la instalación y se comenzó el tratamiento químico para que recuperara su color, pero surgió otro problema: el exceso de cloro irritaba los ojos de los deportistas. Finalmente, el viernes por la mañana (por la tarde en España), la organización de los Juegos ha cerrado la piscina de saltos, la primera en ponerse verde.

"La razón es que el agua debe permanecer en calma para que la piscina pueda retornar a su color azul lo antes posible", ha explicado la organización en un comunicado que recoge Reuters y en el que se apunta que los entrenamientos deberían reanudarse el sábado por la tarde: los entrenamientos de saltos se reanudarán a las 13 horas (18 horas en España) y las rondas preliminares a las 15:30 (20:30 en España).

Algunos saltadores como el británico Tom Daley o la estadounidense Abby Johntson se habían hecho eco del cierre a través de Twitter:

La piscina de saltos está cerrada esta mañana. ¡Espero que eso no signifique que nos hemos sumergido en algo los últimos dos días!

Se presentan en mi calentamiento y sin previo aviso dicen que la piscina está cerrada. #ArregladElPantano debería comenzar a ser tendencia.

Según informa Reuters, para clarificar el agua la organización ha decidido añadir más cloro, químico que se utiliza para incrementar la alcalinidad y así evitar las algas. El compuesto parecía estar dando resultado antes de este cierre, pero aun así los deportistas no parecían estar contentos con el tratamiento.

Y es que, tras el partido de waterpolo entre Francia y Estados Unidos el pasado miércoles, el capitán estadounidense Tony Azevedo salió de la piscina con los ojos enrojecidos, cuenta Reuters, y quejándose de que el agua provocaba picores en los ojos de los jugadores.

"Lo que es ridículo no es que el agua esté verde", lamentaba el capitán en declaraciones recogidas por Reuters. "He jugado en un montón de piscinas con el agua verde, el problema es que hay demasiado cloro. Apenas podía abrir los ojos en el último cuarto".

A pesar de las quejas de Azevedo, la organización ha defendido que el agua de estas piscinas no supone ningún riesgo para los deportistas. El secretario general del equipo estadounidense de waterpolo no está de acuerdo: "La FINA (Federación Internacional de Natación) está frustrada porque el comité organizador no acierta con el mantenimiento de las instalaciones", afirma en declaraciones recogidas por Reuters. "Nosotros preferimos jugar en agua verde benigna que en agua sobreclorada que se lo pone difícil a los atletas".

Así ha evolucionado la piscina durante los últimos días: el lunes, todavía sin problemas, este era el aspecto de las instalaciones.

Dean Mouhtaropoulos (Getty Images)

El martes amaneció verde la piscina de saltos:

La foto está tomada desde el lado puesto a la foto del lunes, la piscina de saltos queda a la izquierda. Antonio Bronic (Reuters)

El miércoles, la piscina adyacente, utilizada para sincronizada y waterpolo, también se había vuelto verde:

Kai Pfaffencach (Reuters)

El jueves, esta piscina ya empezaba a perder el color verdoso:

Sergei Ilnitsky, EFE

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