Enero es el mes con más muertes en España, como confirman los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Entre 1975 y 2015, en ese mes murieron casi un 24% más de personas que las que mueren de media el resto de meses del año. Algunos años, como en 2005, la diferencia llegó a ser del 48,9%. ¿Qué pasa en este mes para que haya un pico de defunciones? "Con el frío las personas más frágiles están en mayor riesgo de infecciones por el virus de la gripe y otras bacterianas, como las neumonías", explica a Verne Nuria Torner, epidemióloga de la Agència de Salut Pública de Catalunya. La responsable de la vigilancia de la gripe en esa Comunidad Autónoma apunta sin embargo a la dificultad de señalar una sola razón, porque "es un tema multicausal".
Varios estudios han demostrado la relación entre el aumento del frío y la mortalidad. En el trabajo Temperaturas umbrales de disparo de la mortalidad atribuible al frío en España en el periodo 2000-2009, investigadores de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) concluyeron que el frío extremo causa 3,6 muertes/día, más que los tres fallecidos al día por el exceso de calor. Las temperaturas mínimas a partir de las que se disparan las muertes van desde los -10 ºC en Ávila a los 6 ºC de Almería y Cádiz.
El frío por sí mismo no existe en la clasificación médica de causa de muerte. Pero las bajas temperaturas favorecen la propagación del virus de la gripe y otros patógenos, sobre todo en condiciones de baja humedad, como explica Torner. "El frío puede además descompensar patologías crónicas, típicamente insuficiencia respiratoria, enfermedad pulmonar obstructiva crónica e insuficiencia cardíaca", añade Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid. Estas complicaciones pueden producir procesos de mayor gravedad que causen la muerte.
Este 2017 ha comenzado con brotes de gripe especialmente virulentos en varias Comunidades Autónomas, que se ha traducido en el doble de ingresos hospitalarios y de muertes, según la la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III. En la primera semana de enero murieron 53 personas, más del doble de la semana anterior, cuando se habían producido 19 decesos. En el 90% de los casos los pacientes presentaban factores de riesgo.
Torner explica que esta temporada la circulación del virus de la gripe ha coincidido con la del virus respiratorio sincitial (VRS), que normalmente no es grave pero sí puede afectar a niños y personas mayores. La combinación de ambos virus a la vez aumenta el riesgo de muerte. "También tenemos una población envejecida, con muchas personas por encima de 80 años", apunta la experta. "Están bien, mejor que hace unas décadas, pero tienen sus enfermedades crónicas que se pueden agravar".
Pasar frío mata
En Europa, un estudio publicado en 2003 en el Journal of Epidemiology and Community Health concluyó que el frío provoca más muertes en regiones de climas suaves, donde las casas están peor aconcidionadas para las bajas temperaturas y los habitantes están fisiológicamente menos adaptados. Portugal y España encabezan la lista de excesos de muertes invernales mientras países como Suecia, Noruega y Finlandia en la cola. "Hay que tener en cuenta que en estos países están criados con el frío. En abril ya los ves aquí con sandalias y manga corta mientras nosotros estamos en abrigo. Como animales que somos, los humanos nos adaptamos a nuestro entorno", dice la doctora Torner.
La falta de domicilios bien preparados para el frío, sin calefacción, es una causa central para Rodríguez Artalejo. Badajoz, Sevilla y Málaga son las provincias españolas con más fallecimientos atribuibles al frío, según el trabajo del ISCIII. En esas provincias es común que las casas no tengan calefacción.
"La derivada moderna de esto es la pobreza energética [personas que por el alto precio de la energía y por falta de ingresos, no puede calentar su casa]", afirma el catedrático, que insiste en pasar frío no solo es un elemento de calidad de vida, sino un factor de salud. "La pobreza energética se acompaña de aumentos en la mortalidad", dice. Su equipo ha trabajado en dos estudios en los que se ve que "la mortalidad en pacientes con insuficiencia cardíaca, pero también la frecuencia de deterioro funcional, es mayor en aquellas casas con peores condiciones".
Torner, que señala la dificultad de cuantificar las muertes por esta causa, coincide también en la influencia que puede tener pasar frío en casa. "Si en tu domicilio no puedes tener calefacción y pasas frío, una infección respiratoria se puede complicar", apunta.
El estudio europeo, que analizó 14 países, concluyó que también hay otras causas socieconómicas. Por ejemplo, vio una correlación entre el número de camas hospitalarias disponibles, la duración media de las hospitalizaciones y el número de muertes en invierno.
En el extremo opuesto a enero, el mes más mortífero del año, está septiembre, el más benigno. "Es un mes cálido, con menos virus y sin las olas de calor que se registran en agosto o julio, que también producen un exceso de muertes", explica Rodríguez Artalejo.
Navidad, la época más mortífera del año
El estudio de 2010 Christmas and New Year as risk factor for death (Navidad y Año nuevo como factor de riesgo de muerte) explora las causas detrás del exceso de muertes en Estados Unidos (EE UU) por causas naturales en las dos semanas que empiezan en Navidad. Los dos días claves de las fiestas se produce el mayor repunte del año de defunciones en las salas de urgencias de los hospitales de ese país.
En esas fechas también hay más muertes por causas externas -mayor índice de autolesiones, homicidios y accidentes viales-, dice la investigación. Pero sobre el total de muertes, estas representan en EE UU un 7% frente al 93% de fallecimientos por causas naturales, por lo que queda descartado que el pico provenga de ahí.
El equipo de investigadores dirigido por David Philips exploró, entre otras cosas, si la reducción del personal sanitario -de vacaciones esos días- podía influir, o si quedaba compensado por el hecho de que la gente retrase ir al médico durante las fiestas. También vieron que no había un aumento en las muertes en Navidad de los pacientes con cáncer y otros enfermos terminales, a pesar de que en muchas ocasiones piden salir del hospital para estar con su familia durante las fiestas.
Después de analizar estadísticas y considerar diferentes elementos, incluyendo el estrés que pueden causar estas fiestas, fueron incapaces de determinar las causas del pico del número de fallecidos. "La Navidad y Año Nuevo parecen ser factores de riesgo de muerte, pero los mecanimos que están detrás de estos factores son actualmente desconocidos", concluyeron.
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