La foto de los osos de caramelo con droga que se mueve en WhatsApp es una leyenda urbana

No es la primera vez que se habla de caramelos con droga. Ni siquiera es la primera vez que son ositos

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Ositos con droga
Imagen que acompaña al bulo más dulce y más popular esta semana en los grupos de padres y madres

El mensaje se está moviendo por grupos de WhatsApp de padres y madres: “Enseñad esta foto a los niños. No son chuches, es éxtasis. Por favor, pasadlo a más grupos. Gracias”. En la imagen se ve una bolsa de plástico con unos en apariencia simpáticos ositos de color rosa. La Policía Nacional ha confirmado a Verne que no hay ninguna constancia de que esto sea algo más que un bulo alarmista y no se ha tenido que llevar a cabo ninguna intervención al respecto.

La imagen ni es nueva ni es española. Tal y como explica Snopes, una página dedicada a desmentir bulos, la foto se empezó a compartir en Facebook el 30 de abril en inglés, con el mensaje: “Por favor, enseñad esto a vuestros hijos y avisadles de que no lo cojan de sus amigos porque no son caramelos, es éxtasis. Por favor, envíale esto a todos tus conocidos". Solo esta publicación se ha compartido 2,3 millones de veces. Entre los más de 16.000 comentarios hay gente avisando de que se trata de una leyenda urbana, pero también padres asustados.

La imagen está fuera de contexto y se presenta como si fuera un truco de los camellos para drogar a niños incautos. Son pastillas de MDMA (conocido como éxtasis), pero su objetivo es dirigirse a consumidores de la sustancia. Es habitual que las pastillas de esta droga vengan con diseños llamativos y reconocibles, como el logo de Superman o el de Batman. De hecho, cuatro adolescentes consumieron estas pastillas en Manchester en marzo y acabaron en el hospital, pero no creían que tomaban caramelos, sino que sabían que estaban consumiendo droga.

Aunque esta imagen en concreto se ha comenzado a compartir recientemente, el bulo es, como la mayoría, una leyenda urbana clásica. En septiembre de 2015, los padres estadounidenses advertían del riesgo de que los niños que en Halloween salieran a pedir caramelos acabaran con éxtasis en su bolso. Las fotos que se compartían eran de pastillas de colores, con el ya mencionado logo de Superman, el de Nintendo, fichas de dominó y calaveras. Uno de los mensajes de Facebook, compartido casi 450.000 veces, avisaba: “Si dan esto a vuestros hijos por Halloween, NO SON CARAMELOS”.

Foto que circulaba en 2015, con un mensaje muy similar al actual

Otros mensajes similares y del mismo año difundían la imagen de ositos, en este caso de gominola y también contaminados con una droga que "te provoca un coma, muerte cerebral y/o muerte". Según la web That's Nonsense ("eso son tonterías"), dedicada también a desmontar bulos, en la imagen se ve un osito de gominola empapado en vodka, otro en una bolsa típica para llevar droga (como parte de un experimento sobre el efecto placebo) y otro que sí contendría marihuana, pero que, de nuevo, no estaba destinado a niños, sino a consumidores.

Otro bulo con droga y ositos. La primera imagen sí es de un osito contaminado con marihuana (pero no para niños), la segunda es de un experimento sobre el efecto placebo y la tercera muestra lo que pasa cuando metes un osito en vodka

Ya en los 70 y en los 80 la preocupación eran unas calcomanías que estaban impregnadas con LSD y que se usarían para cazar a nuevos adictos o simplemente para hacer daño. Este mensaje, en lugar de moverse por WhatsApp, se difundía oralmente y también usando el fax y los tablones de anuncios de las oficinas. Se hablaba en su momento de Mickey Mouse y de la Estrella Azul, en mensajes que se movieron en inglés y en castellano, y que años más tarde seguían compartiéndose tras incluir a nuevos personajes, como Bart Simpson.

Mensaje que alertaba de las calcomanías de Mickey Mouse impregnadas con LSD. Wikimedia

Este otro ejemplo español de 2001 es especialmente significativo: venía firmado por Jesús García Pérez, jefe de la unidad de Pediatría del hospital del Niño Jesús. Tal y como recogía EL PAÍS en abril de ese año, él no escribió tal documento y su firma está falsificada. “Yo jamás daría una noticia que no está confrontada y que es una leyenda urbana que, cada cierto tiempo, circula por ahí”, decía entonces.

Recogido por el blog Quince Minutos.

Además de todo esto, el bulo no tiene ningún sentido: por un lado, el LSD no penetra lo suficiente en la piel como para generar una experiencia psicodélica y, por otro, ¿para qué quiere un traficante tener decenas de clientes de 8 años que no tienen dinero para pagarse ese vicio que supuestamente acaban de descubrir?

En Verne tenemos desde nuestro nacimiento una sección dedicada a bulos. Además, contamos la página de Facebook El Tragabulos y un canal de telegram (Telegram.me/tragabulos) para desmentir este tipo de cadenas tan habituales en redes sociales y en plataformas como WhastApp. Si tienes alguna cadena que nos quieras enviar, puedes encontrarnos en eltragabulos@verne.es.

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