Valentina es una perra de seis meses que vivía desde este verano encerrada en el balcón de un piso de Carballiño, en Orense. "Nunca salía de ahí, ni la paseaban para que hiciera sus necesidades, ni la metían en casa durante las olas de calor ni durante las tormentas", cuenta por teléfono a Verne Ana Blanco, una de las tres mujeres de la localidad que la han rescatado. Tras haber denunciado a la dueña del can, y ante la negativa de esta de darles al animal, han terminado por comprárselo para ponerlo en adopción.
Blanco tiene un negocio en frente al balcón donde estaba Valentina. Teresa Gallardo y Enma Trigo, las dos amigas de Blanco que también han colaborado en el rescate, son sus vecinas. "Ellas la escuchaban llorar toda la noche, era terrible", cuenta. Intentaron que la dueña accediera a darles al animal o, al menos, que accediera a dejar que lo pasearan, pero se negó.
Gallardo y Trigo acudieron a casa de la propietaria del perro durante la fuerte granizada que cayó en el municipio el pasado 28 de agosto. "Tenían miedo de que el animal resultara herido y acudieron a hablar con ella, pero les dijo que no se metieran en su vida", asegura Blanco. Fue entonces cuando Gallardo interpuso una denuncia contra la propietaria. "No era suficiente, los trámites se alargarían y no podíamos consentir que pasase el invierno en el balcón, podía morir", ha contado Gallardo al diario El Regional, primero en hacerse eco de la noticia.
De Valentín a Valentina
Según cuenta Blanco, las tres amigas se enteraron a través de otra vecina de que la propietaria vendía al perro por 100 euros. Francisco Valeiras, jefe de la Policía Local y miembro de un grupo ecologista del municipio, acudió a hablar con la propietaria y acordaron que esta se la vendería por esa cantidad a Enma, Blanca y Teresa. "Yo también voy a interponer una denuncia, no puede tener un perro así y además intentar lucrarse por ello", cuenta Valeiras por teléfono a Verne.
El sábado 30 de septiembre, las tres amigas y Valeiras quedaron con la vecina para comprar a Valentina. "Firmamos un acuerdo por escrito de que nos daba el perro, que ni siquiera tenía documentación", explica Blanco. "Hasta lloramos cuando por fin lo tuvimos con nosotras". Gallardo, por la valentía del animal durante sus meses en el balcón, había bautizado al cachorro como Valentín. "Cuando ya lo tuvimos nos dimos cuenta de que era hembra, así que en vez de Valentín se quedó con Valentina".
Ahora, las tres vecinas se turnan para pasearla mientras le buscan un nuevo dueño. "Nosotras queríamos salvarlo, pero no podemos quedárnoslo porque ya tenemos más perros y no podemos hacernos cargo", explica Blanco. Los interesados en adoptarla pueden ponerse en contacto con la página de Facebook Mascotas Peridas en la Provincia de Ourense. Mientras, Valentina vive con sus salvadoras en el edificio frente al que estuvo atrapada durante meses.
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