Aquellos que viajan a menudo saben que, además del pasaporte y las tarjetas, una de las cosas a meter en una maleta de largo recorrido suele ser un aparatoso adaptador de enchufes. El perfil de Facebook The Earth, que comparte con sus seguidores curiosidades del planeta Tierra, publicó el 20 de febrero una imagen con casi todos los tipos de enchufe que existen en el mundo. ¿Por qué no se universaliza el sistema?
Existen 14 tipos de enchufes diferentes en el planeta, según la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC, en sus siglas en inglés). También hay distintas frecuencias y voltajes que a veces pueden dar problemas cuando se quieren usar aparatos eléctricos en el extranjero.
Wikipedia recopila todas estas variantes por países y es bastante lío para todos. España es tipo C y F, pero Brasil es tipo N y México tiene los A y B. La publicación de The Earth acumula cerca de 2.000 reacciones y se ha compartido más de 1.400 veces. La imagen ya aparecía en una publicación de Imgur de 2011.
Que sea un invento propio de un mundo todavía no globalizado es una de las razones por las que varias regiones del mundo concibieron el enchufe de forma distinta.
Pablo Mayor de Bergia, de la Asociación Española de Normalización (UNE) explica a Verne que una de las primeras nociones oficiales que tenemos sobre el enchufe es el creado por Harvey Hubbell. Se llamaba Separable Attachment Plug (Enchufe de accesorio separable) y se patentó en 1904.
"IEC se fundó en 1906 para dar apoyo científico y estimular el desarrollo y comercialización de la maquinaria eléctrica. Durante los primeros años, IEC se centró en estandarizar la nomenclatura y los símbolos de la maquinaria eléctrica, pero no los enchufes", cuenta el experto.
Los ingenieros no pudieron centrarse en universalizar el enchufe hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando los países tenían la mayor parte de su infraestructura creada. "Desde principios de siglo hasta 1947 son más de 40 años en los que este tipo de producto se desarrolló sin ningún control de estandarización. Por intereses comerciales, la mayoría de las empresas se concentraron en servir a sus mercados nacionales, lo que ha derivado en la existencia de tantos tipos de enchufe", comenta.
Suele decirse que aquellos modelos de enchufe con tres clavijas son más seguros que los de dos, pero Mayor de Bergia desmiente la idea: "En este tipo de productos, la seguridad es lo primero. Independientemente de la tipología que sea, toda clavija y base debe pasar unos ensayos de acuerdo con la norma correspondiente para cumplir con unos requisitos de seguridad".
El portavoz de UNE confirma que han existido esfuerzos para crear un enchufe universal, pero opina que es poco probable que ocurra en un futuro cercano. "Se han instalado, literalmente, cientos de millones de ellos. ¿Quién podría convencer a un país de invertir ahora para cambiar toda su infraestructura?", dice a través del correo electrónico.
En tiendas digitales como eBay ya se venden tomas de enchufe en la pared que incluyen un puerto USB. ¿Es la solución? "Es una de las posibilidades existentes y una buena opción para todos los consumidores, ya que la mayoría de aparatos electrónicos que utilizamos funcionan con USB. Pero, de momento, solo es una posibilidad. Hay que solventar dificultades técnicas como, por ejemplo, aunar la potencia que un USB es capaz de suministrar con la tensión de los enchufes", responde Pablo Mayor de Bergia.
Otras alternativas a este lío son los mecanismos de carga inalámbrica o un modelo múltiple que pueda acomodar muchos enchufes diferentes, aunque "todas estas soluciones deben ir acompañadas de un desarrollo normativo que asegure que su utilización es segura por parte del usuario final", apunta el experto.
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