La contaminación de los océanos por plásticos es un problema ineludible. Botellas, bolsas, cubiertas y popotes son solo una muestra de los miles de productos que provocan que ocho millones de toneladas de plástico terminen en los océanos cada año. Coca-Cola Company, Pepsico y Nestlé son las empresas que fabrican la mayor parte de los productos plásticos que terminan en los mares, de acuerdo con un ejercicio realizado por la iniciativa Break Free From Plastic (Librarse de los plásticos).
Más de 1.300 organizaciones realizaron una colecta de residuos en más de 42 países para identificar la procedencia de 187.851 piezas de plástico. Para ello, se realizaron más de 238 limpiezas en cuerpos de agua de los seis continentes. México se suma por primera vez a esta iniciativa con 16 limpiezas, siendo uno de los países que más contribuyó a los resultados.
Miguel Rivas, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace México, una de las agrupaciones que participan en Break Free From Plastic, cuenta a Verne que los grandes corporativos transnacionales son los encargados de producir la mayor parte de los contaminantes plásticos. “Se les pide a estas empresa que ponen su nombre en estos productos que dejen de promover un estilo de vida desechable, donde solo se usa una vez y terminan haciendo un daño irreversible al medio ambiente”, dice vía telefónica.
Aunque muchas de las piezas pueden ser identificadas por empresas, también existen otros productos que no tienen logotipo, pero que producen un gran daño al ambiente. “Las piezas de poliestireno expandido, que conocemos comúnmente como unicel, se encuentran mucho porque no se reciclan”, dice Rivas.
El plástico rara vez se diseña desde el principio para ser reutilizado o reciclado. En nuestro país solo el 1% de los desechos de unicel se reciclan, mientras que las botellas de PET (que se consumen en grandes volúmenes ya que suelen envasar refrescos o jugos), se reciclan al 60%, de acuerdo con Greenpeace México. “Lo que debemos de pensar es en cambiar el modelo de consumo, ya que la producción y la venta no es lineal y no hay opciones para el consumidor”, dice el ambientalista.
La producción global de plástico ha superado los 330 millones de toneladas métricas por año y se espera que en menos de dos décadas haya más formas plásticas que seres vivos en los océanos. Estos son los hallazgos más importantes de la iniciativa de Break Free From Plastic. Puedes consultar el estudio completo en este enlace.
Tras la publicación de este artículo, Coca Cola Company se ha puesto en contacto con EL PAÍS para hacer llegar su postura al respecto:
"Compartimos con Greenpeace el objetivo de eliminar los desechos del océano y reconocemos sus esfuerzos por crear conciencia alrededor de este importante desafío. Greenpeace ha optado por tomar un enfoque específico respecto al manejo de los residuos plásticos. Nosotros creemos que todos los materiales de empaque tienen beneficios y, si se manejan adecuadamente, pueden convertirse en recursos valiosos para reutilizar. Para lograrlo, necesitamos una mejor recolección, maximizar el uso de material reciclado y una capacidad de reciclaje integral.
Estamos preparados para hacer nuestra parte. Hemos establecido metas ambiciosas para nuestro negocio, comenzando por recolectar y reciclar una botella o lata, sin importar de dónde provenga, por cada una que pongamos en el mercado para el año 2030. Esto es parte de nuestra meta global Mundo sin Residuos (World Without Waste), que también nos llevará a incorporar un promedio de 50% de material reciclado en nuestras botellas y latas para el 2030. Si bien, actualmente la mayoría de nuestros empaques son reciclables (85%), estamos trabajando para llegar al 100%, objetivo establecido para el año 2025.
Sabemos que no podemos hacerlo solos y nos tomará tiempo lograrlo, pero reconocemos la necesidad de acción y la importancia de crear un Mundo Sin Residuos".