Todo fueron trabas cuando la británica Sophia Jex-Blake intentó entrar en la carrera de Medicina en 1869. Desde la Universidad de Edimburgo, reservada en aquel momento solo para los hombres, alegaron que, como mujer, debería recibir clases separadas y que no podían crear un grupo solo para ella. Jex-Blake contó su historia en un periódico local y, poco después, ya no estaba sola: otras seis mujeres se le unieron. Juntas son conocidas como Las Siete de Edimburgo, las primeras mujeres en matricularse en una universidad británica. Su historia ha sido recordada estos días por el homenaje fotográfico...
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