El tercer lunes de enero es el día más triste del año, según una fórmula totalmente falsa que tiene en cuenta las siguientes variables:
- Es lunes. Y los lunes siempre son tristes.
- Aún no se ha cobrado el sueldo mensual. Es más, es posible que incluso hayas gastado más de la cuenta en las rebajas.
- El tiempo suele ser malo. Anoche nevó en Madrid, por ejemplo.
- Ya has fracasado en tus buenos propósitos. Sí, eso que tienes en la mano derecha es un croissant de chocolate.
- La motivación suele ser baja.
Aunque esto se pueda escribir en lenguaje aparentemente matemático (1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA), la teoría no tiene nada de científica, ya que mezcla variables no compatibles que ni siquiera se pueden cuantificar. En las sabias palabras de Dean Burnett, psicólogo que colabora con The Guardian, el Blue Monday (lunes triste) es “acientífico. Pseudocientífico. Uberpseudocientífico. Es un galimatías, un sinsentido, una basura, una porquería y cualquier otra forma educada de decir ‘idiotez’ que se te ocurra”. Burnett está muy enfadado porque cada año se ve obligado a escribir un artículo desmintiendo la fórmula.
Hoy es Blue Monday o, como lo llama Álex Ubago, "un día como cualquier otro".
— Júlia Cot (@cot_julia) January 19, 2015
Todo comenzó en 2005: la agencia de comunicación Porter Novelli envió una nota de prensa que recogía una investigación del doctor Cliff Arnall, psicólogo de la Universidad de Cardiff, en la que exponía esta fórmula. Según la agencia, la mejor forma de combatir esta deprimente jornada era hacer las maletas y largarse de viaje, usando los servicios de su cliente Sky Travel. De hecho, las declaraciones de Arnall que recogía la nota de prensa concluían con: “La gente se siente triste cuando no tiene nada planeado, pero una vez reserva unas vacaciones, trabaja con el objetivo de tener tiempo libre y un periodo relajante”. Para completar este ejercicio de sutilidad, sólo hubiera faltado añadir: “Codazo, codazo, guiño, guiño”.
Hoy es el Blue Monday, también conocido como el Leonard Cohen Day
— Quique Peinado (@quiquepeinado) January 19, 2015
Arnall trabaja como “life coach” y “consultor de felicidad”, y se ha especializado en este tipo de ecuaciones sin más fundamento que el publicitario: en 2006 calculó el día más feliz del año, que es el tercer viernes de junio, debido al mayor número de interacciones sociales, al clima, a la naturaleza, al recuerdo de los veranos de la infancia y a la anticipación de las vacaciones (gracias al viaje reservado en enero, imaginamos). También ha cocinado la fórmula para el juguete perfecto (cortesía de la juguetera Worlds Apart) y para el fin de semana largo ideal.
Hoy Blue Monday y ayer Plácido Domingo.
— LoveWillTearUsAznar (@lwtuaznar) January 19, 2015
A pesar de que sabemos desde hace diez años que el blue monday no tiene sentido y que hoy no es el día más triste del año, el término se ha popularizado y protagoniza más de 17.000 tuits en lo que llevamos de jornada, muchos de ellos asociados a marcas que te quieren animar a superarla: complementos dietéticos, libros, agencias de marketing, autocares, películas infantiles, batidos de chocolate y cerveza, entre otros y en ocasiones admitiendo que no hay mucha ciencia detrás. Es decir, el supuesto día más triste del año es uno de los más alegres para quienes trabajan vendiendo cosas.
El Blue Monday ya era una festividad celta desde tiempo inmemorial.
— Inquilino Pamps (@pamplinero) January 19, 2015
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