Doulas, asesoras de lactancia y otras figuras que nuestras madres desconocían

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Nuevos oficios que enseñan a dar el pecho o a cargar al bebé
Nuevos oficios que enseñan a dar el pecho o a cargar al bebé.

Momentos después de dar a luz a su hijo Miguel en la clínica Acuario, en Beniarbeig (Alicante), la comadrona que le atendió en el parto preparó a Pilar Martín un zumo de mango y pera en la batidora al que añadió una pequeña porción de su propia placenta. Es lo que el Consejo General de Enfermería califica de “canibalismo” en un informe difundido esta semana en el que arremete contra el intrusismo de las doulas, mujeres que acompañan antes y después del parto prestando apoyo emocional y logístico a las nuevas mamás.

Martín, que viajó a Alicante desde Núremberg (Alemania), donde residía en aquella época, suelta una carcajada al escucharlo. “Comerse una pequeña porción de placenta es muy común en el norte de Europa. Y no sé qué tiene eso de canibalismo”, señala. El informe, sin embargo, no se lo toma a risa cuando se refiere a “prácticas propias de la Edad Media que ponen en riesgo la salud de las madres y de los bebés”. Los enfermeros aseguran que entre las recomendaciones más “escabrosas” está la de no vacunar a los recién nacidos ni administrarles la vitamina K, necesaria para prevenir la enfermedad hemorrágica del bebé.

Son prácticas, se defienden las doulas, que sus códigos éticos rechazan. “Nuestra labor no interfiere con la del personal médico o sanitario, con quien es nuestra intención mantener relaciones de colaboración y respeto mutuo, ni la sustituye, por lo que no aceptamos acompañar partos sin asistencia sanitaria”, indica en su decálogo Proyecto Materna. La creciente popularidad de las doulas (el informe contabiliza un total de 547 personas que ejercen como tales, aunque supone que existen muchas más, y unos 20 centros de formación) y la falta de regulación en torno a esta actividad –para ejercerla no hace falta ser profesional sanitario; tampoco cotizan a Hacienda– es lo que ha hecho saltar chispas en el sector.

Pero este no es el único “oficio” que surge de una maternidad cada vez más tardía y, en parte por ello, responsable. Todavía consideradas una extravagancia en España, ocupaciones como las que enumeramos a continuación no buscan sustituir al médico o a la comadrona sino complementarlos.

Salus

Rocío Vicente contrató a su salus durante 30 noches para que le ayudase con el cuidado de sus bebés mellizos. El elevado desembolso económico (unos 120 euros por noche) mereció la pena, asegura Vicente, residente en Madrid y madre de cuatro hijos. “La salus llegaba a las 10 de la noche a casa y enseguida se ponía el uniforme de enfermera, con sus zapatos blancos y todo. Revisaba biberones, sacaba los gases, cambiaba pañales, consolaba a los niños, los ponía a dormir. Tenía presupuesto para un mes. Pero la habría contratado más tiempo”. El trabajo de estas profesionales, que suelen ser enfermeras tituladas especializadas en neonatos, va mucho más allá del simple canguro. Quienes pueden hacer frente a sus elevadas tarifas suelen contratarlas en los primeros momentos tras dar a luz y, a menudo, como en el caso de Vicente, con partos múltiples. Aunque lo más frecuente para contactar con ellas quizá sea el boca a boca, hay agencias de salus como Salusbebes.

Asesora de la lactancia

La mayoría de las nuevas mamás descubre muy pronto que dar el pecho, la opción más natural y saludable, no es nada fácil. A los dolores al subir la leche siguen los de las grietas y una retahíla de complicaciones que contribuyen a explicar por qué tantas mujeres tiran la toalla: aunque a la salida del hospital la mayoría da el pecho, a los tres meses solo la mitad de los niños toman leche materna en exclusiva. No ayudan las madres y suegras que no se cansan de recordar a sus hijas que ellas sobrevivieron con el biberón, ni los pediatras a la antigua usanza que se resisten a hacer suyos los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses y como complemento de otros alimentos hasta los dos años o más.

Aquí entran en juego los grupos de apoyo a la lactancia, con La liga de la leche a la cabeza, y las asesoras en lactancia, como la matrona Gracia Fernández, de Madrid. “Procuro infundir seguridad en las madres asustadas por lo que les cuentan las familiares o amigas que perciben la lactancia como algo que no es para todo el mundo. 'Mi madre casi no tenía leche, mi hermana tampoco, así que yo no creo que pueda', les dicen. Esto no es verdad. Todas las mujeres tienen cantidad de leche suficiente para alimentar a sus bebés”, señala Fernández. La formación de las asesoras es variada: muchas son comadronas o enfermeras pero también hay cursos para formarse.

Fisioterapeauta especialista

Su labor es poco conocida incluso entre los ginecólogos y matronas que, en general, no van más allá de los ejercicios de Kegel para la recuperación del suelo pélvico. Pero los fisioterapeutas especializados pueden ayudar a muchas mujeres a recuperarse más rápido, especialmente aquellas que sufrieron desgarros en el parto y sufren incontinencia urinaria o dificultades para mantener relaciones sexuales meses después de dar a luz. La Sociedad Española de Fisioterapeutas de Suelo Pélvico reúne a especialistas de toda España. 

Instructora de porteo

“Bebés en brazos bebés felices”, dicen en Red Canguro, una asociación española que busca fomentar el uso de portabebés: fular, mei tai, pouch, bandolera, mochilas ergonómicas... Atrás quedaron los tiempos en los que llevar al bebé en la mochila era una rareza. Ahora se sabe que es un componente fundamental de una crianza con apego, y puede que crucial en casos de bebés prematuros. Una instructora de porteo puede ayudarnos a elegir el tipo de portabebés más adecuado –hay docenas en el mercado de todos los tipos imaginables– y practicar su colocación sin accidentes. “La crianza feliz es más que solamente portear, pero el contacto físico es tan básico para el bebé como la lactancia materna y el cuidado cariñoso”, señala en su web Susanne Lenk, fundadora de Llévame Cerca, una “escuela de portabebés” que cuenta con una red de más de 250 instructoras en España.

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