El vestido que lució la noche del lunes Rihanna para la gala anual del Museo Metropolitano de Nueva York no está inspirado en un crêpe, ni en una tortilla, tampoco en una pizza como han interpretado (en tono de humor) muchos usuarios en Twitter. Es un diseño de alta costura con un trabajo de taller de 50.000 horas (una mujer se dedicó dos años a confeccionarlo) firmado por la diseñadora china Guo Pei. Y la cantante lo descubrió navegando por internet. "Estaba buscando costura china y encontré esta prenda", le contó a la revista Vanity Fair.
Yes that's @rihanna AKA the belle of the ball. AMAZING, NO!? #MetGala pic.twitter.com/oVWeQKCofz
— Yahoo Style (@YahooStyle) Mayo 5, 2015
La capa imperial amarilla, bordada en flores sobre seda y acabada en piel fue una de las pocas piezas firmadas por un diseñador chino que desfilaron por la alfombra roja del MET, pese a que el leitmotiv del evento debía responder al título de la exposición dedicada a la moda que cada primavera organiza este museo. China: A través del espejo no solo inspira los diseños de la muestra, debía ser el punto de partida de los vestidos de los más de 500 invitados que acuden a esta cita por la que cada uno paga 25.000 dólares (unos 22.500 euros).
La elección de Rihanna no solo ha disparado el ingenio de los usuarios de las redes sociales (más de 220.000 tuits enviados en menos de 24 horas, según Topsy), supone el acicate para Pei, una diseñadora con prestigio solo en su país, hasta anoche.
Princess Rihanna pizza now served #MetGala pic.twitter.com/lH9MJLfdRo
— Ani Caribbean (@AniCaribbean) Mayo 5, 2015
La modista aporta dos prendas en la exposición y acaba de firmar una colaboración con la marca de cosméticos MAC, pero la verdadera repercusión la consiguió anoche cuando el mundo conoció a través de las pantallas de sus teléfonos en qué consiste la costura de su país. "El interés que va a generar mi vestido hará que se recuerde para siempre", declaró a la revista New York Magazine. "Es mi responsabilidad que el mundo entero conozca la tradición china, además de conseguir una nueva idea del esplendor de mi país".
Pei, nacida en Pekín, es una de las grandes firmas a las que recurren los artistas en China como la actriz Zhang Ziyi (protagonista de Memorias de una geisha) o la cantante Song Zuying, encargada de clausurar los juegos olímpicos del país enfundada en un traje de la diseñadora de la mano de Plácido Domingo.
Comenzó creando ropa para niños para después trabajar en distintas firmas hasta que decidió crear su propia marca, según explicó The Wall Street Journal en un perfil que hizo de Pei en 2013. Los vestidos que realizaba para presentadoras de televisión le sirvieron de promoción y de sustento para crear una casa que emplea a 450 artesanos, de los que 300 son bordadores y 150 se dedican al diseño y el patronaje.
Un delicado trabajo que se traduce en prendas de que pueden llegar a los 700.000 euros. En 2010, antes de que Rihanna se cruzara en su camino, la prestigiosa periodista de moda Cathy Horn de The New York Times ya comparó a Pei con Charles James, el couturier estadounidense al que el MET dedicó su exposición en 2014.
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