"Quiero estar soltera, pero contigo", la carta que ha abierto el debate sobre la independencia en la pareja

Entrevistamos a Isabelle Tessier, cuyo texto se ha traducido a cinco idiomas y ha generado conversaciones y debates en torno a cómo debería ser la vida en pareja

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Zooey Deschanel y Joseph Gordon-Levitt en '500 días juntos' (2009), de Marc Webb
Zooey Deschanel y Joseph Gordon-Levitt en '500 días juntos' (2009), de Marc Webb

La escritora canadiense Isabelle Tessier le escribió una carta a un chico con el que había salido durante unos meses y que había partido de viaje por tiempo indeterminado. “Le escribí por San Valentín mientras estaba en la otra punta del mundo”, explica a Verne. En ella le decía que quería “estar soltera contigo” y defendía una relación de pareja en la que cada uno pudiera mantener su vida y su independencia.

El pasado mes de julio adaptó esta carta y la publicó en su blog de la edición de Québec de The Huffington Post. Ese texto suma desde entonces 95.000 “me gusta” en Facebook y se ha traducido a cinco idiomas, incluyendo el inglés y el español. (Sigue leyendo después del texto original).

Quiero estar soltera, pero contigo

Quiero estar soltera contigo.

Quiero que vayas a tomarte una cerveza con tus amigos, para que al día siguiente tengas resaca y me pidas que vaya a verte porque te apetece tenerme entre tus brazos y que nos acurruquemos. Quiero que hablemos en la cama por la mañana de todo tipo de cosas, pero algunas veces por la tarde; quiero que cada uno haga lo que quiera durante el día.

Quiero que me hables sobre las noches que sales con tus amigos. Que me digas que había una chica en el bar que te ponía ojitos. Quiero que me mandes mensajes cuando estés borracho con tus amigos para que me digas chorradas, sólo para que puedas estar seguro de que yo también estoy pensando en ti.

Quiero que nos riamos mientras hacemos el amor. Que empecemos a reírnos porque estamos probando cosas nuevas y no tienen sentido. Quiero que estemos con nuestros amigos, para que me cojas de la mano y me lleves a otra habitación porque ya no puedes aguantarte más y tienes ganas de hacerme el amor ahí mismo. Quiero intentar permanecer en silencio porque hay gente y nos pueden oír.

Quiero comer contigo, que me hagas hablar sobre mí misma y que tú hables sobre ti. Quiero que discutamos sobre cuál es mejor, la costa norte o la costa sur, el barrio occidental o el oriental. Quiero imaginar el apartamento de nuestros sueños, aun sabiendo que probablemente nunca vivamos juntos. Quiero que me cuentes tus planes, esos que no tienen ni pies ni cabeza. Quiero sorprenderme diciendo: "Coge tu pasaporte, que nos vamos".

Quiero tener miedo contigo. Hacer cosas que no haría con nadie más, porque contigo me siento segura. Volver a casa muy borracha después de una buena noche con amigos. Para que me cojas la cara, me beses, me uses como tu cojín y me abraces muy fuerte por la noche.

Quiero que tengas tu vida, para que decidas irte de viaje unas semanas por puro capricho. Para que me dejes aquí, sola y aburrida, deseando que salte tu carita en Facebook diciéndome "hola".

No quiero que siempre me invites a tus juergas, y no quiero invitarte siempre a las mías. Así, al día siguiente puedo contarte cómo fue la noche y tú puedes contarme la tuya.

Quiero algo que sea simple y, a la vez, complicado. Algo que haga que, a menudo, me haga preguntas a mí misma, pero que, en el momento que esté contigo en la misma habitación, desaparezcan todas las dudas. Quiero que pienses que soy guapa, que estés orgulloso de decir que estamos juntos.

Quiero que me digas te quiero y, sobre todo, poder decírtelo yo a ti. Quiero que me dejes andar por delante de ti para que puedas ver cómo se mueve mi culo de lado a lado. Para que me dejes arañar las ventanas de mi coche en invierno porque mi culo se contonea y eso te hace sonreír.

Quiero hacer planes sin saber si al final los realizaremos. Estar en una relación clara. Quiero ser esa amiga con la que adoras quedar. Quiero que sigas teniendo el deseo de tontear con otras chicas pero que me busques a mí para terminar la noche juntos. Porque quiero ir contigo a casa.

Quiero ser esa a la que le haces el amor y después te quedas dormido. La que te deja en paz cuando estás trabajando y a la que le encanta cuando te pierdes en tu mundo de música. Quiero tener vida de soltera contigo. Porque nuestra vida de pareja sería igual que nuestras vidas de solteros de ahora, pero juntos.

Un día, te encontraré.

Tessier explica a Verne que está sorprendida por el impacto de esta carta, que al fin y al cabo era “nuestra historia. La que nosotros vivimos realmente”. Cuando él regresó de su viaje, la relación terminó. “Seguimos siendo buenos amigos y él está incluso más sorprendido que yo de lo mucho que se ha compartido el texto”.

Tessier defiende una relación en la que los dos imaginen “el apartamento de nuestros sueños, aun sabiendo que probablemente nunca vivamos juntos” y en la que se compartan e improvisen planes, juntos o por separado. En la carta también le sugiere a su pareja que cada uno salga con sus amigos: “No quiero que siempre me invites a tus juergas, y no quiero invitarte siempre a las mías. Así, al día siguiente puedo contarte cómo fue mi noche y tú puedes contarme la tuya”.

Una carta que ha generado debate

En su opinión, el éxito de este texto está en “las conversaciones que ha generado”, tanto a favor como en contra. Desde quienes opinan que el artículo defiende una visión sensata de la pareja que subraya la confianza en el otro y en uno mismo, a quienes piensan que este miedo al compromiso es egoísta.

Según Tessier, “en el texto le doy la vuelta al modelo tradicional de pareja”. En su opinión, "una pareja son dos personas que comparten su felicidad juntos. Y no dos personas que se convierten en una… No creo en las relaciones que implican una fusión”.

Eso sí, sin llegar defender una relación abierta, como algunos han querido leer. “Nos hemos criado oyendo que una pareja debe convivir. Que las dos personas deben mantener una fidelidad absoluta y que es lo mismo flirtear con otra persona que ser infiel”.

Tessier no está de acuerdo con quienes le reprochan que sólo quiera las partes buenas de una relación. Según nos explica, “mi pareja no necesita verme impaciente por las mañanas o estar conmigo cuando estoy de mal humor" y defiende que así se disfruta "lo bueno, lo positivo, lo feliz”. Pero también aclara que en todas las relaciones “hay momentos difíciles y sé que mi pareja estará conmigo si le necesito, del mismo modo que yo estaré con él. Siempre respetando nuestra independencia”.

La escritora apunta que “muchas personas han escrito en los comentarios que les sorprende que este texto lo haya escrito una mujer". Pero "una mujer sueña normalmente con la relación perfecta, que es lo que yo he querido hacer en mi carta. Los hombres piensan más como yo, pero dudan de que una mujer pueda ser realmente así”.

El texto concluye con la frase: “Un día, te encontraré”. Tessier comenta a Verne que estuvo en pareja “desde los 18 hasta los 27 años con el padre de mi hija. Los siete años posteriores, no he tenido ninguna relación seria”. Desde entonces ha aprendido a valorar los momentos en los que está con sus amigos y sus ratos a solas, cuando su hija está con su padre: “Cada vez es más difícil encontrar a alguien que acepte mi independencia y al mismo tiempo quiera tener una vida en pareja conmigo. Pero como digo, un día lo encontraré de nuevo”.

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