Hablar de Rubén Ontiveros, el creador de Qué vida más triste, lleva a hablar de la evolución de las series en internet a lo largo de la última década. Guionista de programas de humor televisivos como Vaya Semanita, en 2005 empezó a colgar en una plataforma recién nacida llamada YouTube los vídeos que grababa con sus amigos los domingos por la tarde. De ahí nació uno de los primeros fenómenos de YouTube españoles y lo que acabaría siendo una de las sagas de humor más originales y brillantes de nuestro país.
“En principio, iba a ser algo así como, bueno, vamos a hacer un par de vídeos cada domingo y seguramente nos cansaremos al cabo de un mes” y de repente llevas 10 años haciendo lo mismo” cuenta Rubén a Verne. El éxito de la webserie hizo que en 2008 La Sexta comenzase a emitirla manteniendo el espíritu, los mismos actores no profesionales que interpretaban versiones distorsionadas de sí mismos, y hasta la colcha indescriptible de la cama del protagonista. Su final en 2010 produjo llanto y crujir de dientes entre su público, nunca masivo pero sí entregado y fiel, que encontraba en las tribulaciones de Borja y Joseba una cotidianeidad retorcida de forma sofisticadísima, un juego de referencias constantes a la cultura pop y un mundo propio hilarante a años luz del que podía hallarse en el resto de producciones televisivas nacionales.
Cinco años después, el mundo de Borja Pérez, guionista y actor, no ha desaparecido. Revistas, canales de televisión o productoras han ampliado el universo de Qué vida más triste desarrollándolo en el campo donde nació, en Internet. Polinada, el canal de YouTube de Ontiveros, recopila la ingente producción de webseries que ha realizado a lo largo de estos años.
“Hemos tenido suerte que la mayoría de los encargos que nos han propuesto tenían una relación con el universo de Que vida más triste", dice. Descarga Completa, serie encargada por Cinemanía, es un buen ejemplo de esta particular forma de hacer, desarrollada a lo largo de quince vídeos:
Cuatro episodios fueron el encargo que el Terrat realizó para el canal TNT, en forma de Basauri Vice:
También son, de momento, cuatro las entregas de Basauri Kind rewind, que toma la idea de la película Rebobine, por favor. “Nos fascinaba el hecho de hacer remakes de películas desde un punto de vista chapucero” y así lo hicieron con iconos del cine como Terminator:
O con El Resplandor:
Mucho más larga fue la webserie Los videotutoriales de Borja Pérez, para El correo. Los tres años de duración les permitieron retorcer el formato para jugar con lo meta en varias ocasiones:
Haciendo incluso guiños al pasado y a una temporalidad compleja que ríase usted de la del Universo Marvel:
Actualmente están trabajando en las doce entregas de Basauri Mirror, como nos explica Rubén: “El grupo Atresmedia, en su canal Top Trending Video, está creando un contenido para YouTube…con gente de YouTube. Creo que una gran idea para mostrar una gran cantidad de formatos y líneas de entretenimiento que tal vez en televisión sería complicado mostrarlas. Gente con un talento enorme como David Suarez, Loulogio o Venga Monjas tienen otra canal más donde mostrar de lo que son capaces, y eso me parece estupendo. En nuestro caso queríamos hacer algo diferente con Basauri Mirror: crear más una serie de ciencia-ficción cotidiana, de ciencia ficción de andar por casa que es lo que realmente nos divierte. Utilizar los viajes en el tiempo, o la clonación no para hacer cosas espectaculares, no, utilizarlos para aprovechar e ir a dos fiestas a la vez o para dejarlo por segunda vez con tu novia”.
También han adaptado el formato a la publicidad, incluido apariciones de otros iconos del humor vasco salidos de Vaya Semanita o realizado crossovers con otros conocidos YouTubers, como los de Malviviendo o Axel Casas y Ronquete. Han logrado conformar un universo muy particular que admite encarnaciones de lo más variadas sin dejar de ser reconocible al primer vistazo. “En estos diez años hemos conseguido una comunidad en Polinada muy asentada y que le tiene gran cariño a todo lo que publicamos”, concluye Rubén. Con su trabajo y creatividad, han convertido las calles de Basauri un poco también en nuestras.
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