El experimento que te identifica con tan solo una foto tuya robada en la calle

Un fotógrafo ruso rastrea personas anónimas con un programa de reconocimiento facial

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Ha llegado el momento en el que nuestro rostro se ha convertido en nuestra huella dactilar y no es cosa de ciencia ficción. Ya es posible identificarnos con una simple imagen tomada en el metro o en un centro comercial. Lo demuestra el fotógrafo ruso Egor Tsvetkov, quien capturó los rostros de gente anónima en lugares públicos y rastreó a esas personas en redes sociales con un programa de reconocimiento facial. Así creó el proyecto Your Face Is Big Data, que evidencia cómo nuestra intimidad queda al descubierto con tan solo un par de clicks.

A la izquierda, foto tomada por Egor Tsvetkov. A la derecha, imagen que aparece de forma pública en las redes sociales. Ambas están pixeladas para proteger la privacidad de los usuariuos.

Las fotografías, hechas sin permiso en las calles de San Petersburgo, se introducen luego en la app rusa FindFace, que rastrea las caras entre los miles de perfiles de VK, la mayor red social del país. Solo con tomar una imagen clandestina en el metro de la ciudad, Tsvetkov descubre una enorme cantidad de información personal, como profesión, aficiones, edad y lugar de residencia.

Son ese tipo de cosas que contamos a lugares como Facebook o Twitter. El programa de reconocimiento facial usa estas redes como base de datos para comparar imágenes. Haciendo la prueba en FindFace, comprobamos que es sencillo encontrar a personas a través de sus perfiles con tan solo una imagen de su rostro. Este tutorial también lo muestra.

AA la izquierda, foto tomada por Egor Tsvetkov. A la derecha, imagen que aparece de forma pública en las redes sociales. Ambas están pixeladas para proteger la privacidad de los usuariuos.

"Quería explicar que, en cierto modo, es nuestra culpa que nuestra intimidad quede tan expuesta a terceras personas. Agregamos más información privada en nuestras redes sociales de lo que creemos. Todavía tenemos que aprender a usar los ajustes de privacidad", comenta a Verne a través del correo electrónico el fotógrafo, que se ha inspirado en uno de las máximas representantes del arte vouyeur, Sophie Calle, para crear Your Face Is Big Data.

En la gran mayoría de los casos, a Egor Tsvetkov le resultó muy sencillo dar con sus fotografiados en Internet, en torno a tres de cada cuatro, y aprender cosas sobre ellos sin necesidad de entablar ningún tipo de contacto real con esas personas.

Los jóvenes son el principal grupo de riesgo frente a estos programas de reconocimiento facial: cuanto más mayores son los fotografiados, más complicado es desvelar su identidad. "También he detectado ciertas diferencias en cuanto a género. Es algo más sencillo rastrear las cuentas femeninas, porque ellas suelen exponerse más en redes sociales y sus autorretratos están más elaborados y son más nítidos", argumenta.

A la izquierda, foto tomada por Egor Tsvetkov. A la derecha, imagen que aparece de forma pública en las redes sociales. Ambas están pixeladas para proteger la privacidad de los usuariuos.

Porque, además de prevenir sobre los riesgos de los avances tecnológicos, este estudiante ruso de 21 años de edad también ha buscado comparar las imágenes prefabricadas que se cuelgan a diario en las redes sociales con la realidad del día a día.

Cuenta que la app de reconocimiento facial FindFace no supo de su proyecto hasta que estuvo publicado y que casi nadie se dio cuenta de que estaba siendo fotografiado, a pesar de que no se escondió en ningún momento.

Hasta el momento, solo una persona se ha reconocido en la secuencia de imágenes y se ha puesto en contacto con él. "Aunque le pareció algo terrorífico verse expuesta de esa forma, entendió el propósito del proyecto y está de acuerdo en que así podemos alertar a la gente sobre lo arriesgado de exponer nuestras vida en redes sociales", comenta el ruso.

A la izquierda, foto tomada por Egor Tsvetkov. A la derecha, imagen que aparece de forma pública en las redes sociales. Ambas están pixeladas para proteger la privacidad de los usuariuos.

Esa persona, Polina Trel, ha decidido identificarse de manera pública y contar su experiencia. "La gente me decía: '¡Eres famosa!'. No es como me sentía. Al principio quise cerrar las cortinas, desconectar Internet y huir hacia el bosque. (...) Disparó mi paranoia. No quiero abandonar las redes sociales, pero me gustaría mantener el anonimato suficiente como para poder ir en metro de forma segura. De todos modos agradezco al autor del proyecto, que me ha hecho ser consciente del problema", explica en el muro de Facebook del propio Egor Tsvetkov.

Tras la enorme repercusión de Your Face Is Big Data, el fotógrafo ha conocido en persona a su "víctima" Polina Trel y también a representantes de la app FindFace, que han decidido ver el proyecto como una oportunidad para hablar con el artista sobre los planes futuros de la compañía.

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