Una pasajera de United Airlines ha presentado una queja a la compañía estadounidense por discriminación de género, tras verse obligada a cambiar el asiento que había reservado. Mary Campos se disponía a embarcar en un vuelo de California a Houston cuando un trabajador de la compañía le informó sobre un cambio de última hora en su billete. Se le había asignado una nueva plaza porque los dos hombres sentados a su lado, a los que definieron como "monjes pakistaníes", así lo habían solicitado, ha asegurado la afectada en una entrevista para la cadena CBS. Tal petición se basaba en las creencias culturales de estos dos hombres, "que prohíben sentarse junto a mujeres o comunicarse con ellas".
"Pensé que vivía en una cultura en la que las mujeres son iguales a los hombres", ha comentado Campos ante la cámara. Aunque la estadounidense no tiene planeado emprender acciones legales contra la aerolínea, sí ha escrito una carta a modo de queja al director ejecutivo de la empresa.
En el texto, Mary Campos se pregunta qué hubiera ocurrido si todos los asistentes de vuelo en ese momento hubiesen sido mujeres y defiende que "cualquier persona cuya creencia que prohíba a las personas interactuar con el género femenino no debería tomar vuelos comerciales".
La compañía aérea se ha limitado a informar a su clienta que analizaría el caso y no ha vuelto a ponerse en contacto con ella, asegura ella misma. Un portavoz de United Airlines ha ofrecido una respuesta igual de inocua a la cadena de televisión CBS: "Lamentamos que la señora Campos no esté contenta con la gestión de los asientos asignados durante su vuelo. United exige a sus trabajadores el más alto nivel de profesionalidad y mantiene tolerancia cero ante la discriminación".
Mary Campos opina que "no se puede discriminar a la mitad de la población por una creencia que procede de otro país". Reclama a United una disculpa pública a sus trabajadoras, sus clientas y un cambio en su política para que protejan los derechos de las mujeres.
Otros casos de discriminación
En mayo de 2015, la empresa se enfrentó a un boicot tras la polémica surgida con otra de sus pasajeras. Tahera Ahmad, una capellán musulmana, solicitó una lata de refresco, pero la azafata que atendía el vuelo se negó a entregársela alegando motivos de seguridad. Su protesta en Facebook se hizo viral.
Esta compañía no es la única que se enfrenta a discriminación en uno u otro sentido. Este verano, un vuelo de American Airlines retrasó casi dos horas su despegue cuando 7 pasajeros solicitaron bajarse del avión y recuperar sus maletas ya facturadas al enterarse de que los pilotos eran mujeres.
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