Entre finales de marzo y principios de abril, Netflix retiró la película Pink de su catálogo. En un correo electrónico, un representante informó a Verne que la compañía tomó la decisión después de analizar el contenido del filme. Unos días antes, varios activistas y asociaciones LGBT protestaron por la adición del título al catálogo de Netflix, ya que esta insinúa que los padres gay son incapaces de criar correctamente a un niño y que la homosexualidad puede curarse. Muchos han celebrado la decisión de Netflix, incluido el mismo protagonista del filme Pablo Cheng.
"Yo lo celebro y lo aplaudo mucho", dice el actor a Verne vía telefónica. "Me arrepiento de haber participado en la película porque ha ofendido mucho a la comunidad gay. Es el primer papel de mi carrera del que me arrepiento". En Pink, Cheng interpreta a Iván, un estilista, quien junto a su pareja Rubén (interpretado por Charlie López) adoptan a un niño. Iván no está dispuesto a renunciar a su vida de sexo, drogas y fiestas por ser padre y enseña al niño a comportarse como una jota: lo maquilla, le coloca pelucas y lo hace actuar de forma afeminada. "Es completamente ridículo", dice Cheng. "Eso jamás sucedería en la realidad. Es pura ciencia ficción: una Star Wareada, una Power Rangereada".
El actor asegura que nunca tomó en serio el argumento de la película. "Cuando leí el libreto, porque sí lo leí, me dio muchísima risa", dice. "Es una farsa que supera cualquier nivel de comedia. Pensé que la comunidad gay también lo iba a tomar así, como una comedia involuntaria, que también se iban a reír, pero se la tomaron muy en serio". Cheng admite que también aceptó el trabajo por una necesidad financiera.
La intención del director, Paco del Toro, no era hacer una comedia. Como el resto de su filmografía, Pink busca difundir un mensaje evangélico-cristiano sobre el matrimonio, la familia y la homosexualidad. En el caso de su última entrega, el mensaje no solo es contra la adopción por parte de parejas gay, también establece que los homosexuales pueden volverse heterosexuales con la ayuda de Dios. "Esto es lo que me dio más risa", dice el actor. "Y es algo que Paco del Toro me sigue insistiendo a la fecha: que yo puedo hacerme hombre si me hago cristiano. Eso es imposible, una persona que llegó a este mundo siendo gay, siempre será gay. Yo me considero católico, pero también me identifico como una loca y así son las cosas".
Cheng dijo por primera vez que se había arrepentido de participar en Pink en una entrevista con el medio de espectáculos Basta! el 13 de abril, más de un año después del estreno de la película en los cines mexicanos. "Por respeto a mis compañeros decidí no hablar al respecto hasta ahora", explica. "Después las cosas se calmaron y ya nadie hablaba del tema, hasta ahora que revivió por lo de Netflix. Decidí aprovechar el momento".
La comunidad LGBTI en México también protestó por el estreno de Pink en el cine. El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred), declaró que la película atentaba contra la comunidad gay al intentar normalizar la homofobia y los estereotipos asociados a los hombres homosexuales. La película solo se exhibió en los cines Cinemex durante una semana. Sin embargo, la cadena no explicó si retiró la película de cartelera por las protestas o por pocas ventas en taquilla.
Desde Pink, Cheng no ha actuado en otra película. "Me encantaría regresar al cine, pero esta vez con una película chingona que reivindique a la comunidad LGBTI, que sí sea neta", comenta. Por ahora se dedica de lleno a la comedia. Es parte del elenco de la obra satírica La Semesienta, junto con la presentadora mexicana Alejandra La Jarocha Rivera y la actriz argentina Dorismar.
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