Las 8 etapas por las que pasan los chilangos en las épocas de calor

Porque resistir temperaturas de hasta 26 grados centígrados con suéter puesto es todo un reto

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Los protagonistas de Güeros (2014) viven la etapa 6 del calor chilango: tumbarse en una cama o sillón sin hacer nada
Los protagonistas de Güeros (2014) viven la etapa 6 del calor chilango: tumbarse en una cama o sillón sin hacer nada

Entre los meses de mayo y junio se registran las temperaturas más altas en la Ciudad de México. La máxima que se ha registrado en la historia de la capital fue la del 9 de mayo de 1988: 33,9 grados centígrados, según datos de la Comisión del Agua. Normalmente, el calor no llega a esos niveles en la CDMX, ya que en promedio no superan los 26 grados centígrados, según datos que la web Weather Spark recabó de los registros de la estación meteorológica del aeropuerto Benito Juárez.

En cada cambio de estación, nos queda claro que los chilangos son algo exagerados cuando de temperaturas se trata. En el invierno sienten que viven en Siberia y en épocas de calor, sí, adivinaste, creen que viven en el desierto del Sahara. Sin embargo, el proceso de adaptación a este tiempo suele darse de forma gradual. En cada etapa el chilango muestra un comportamiento o actividad particular. Aquí te las explicamos.

1. La del suetercito (entre 19 y 22 grados Celsius): En esta etapa temprana, el chilango aún no se ha dado cuenta de que el invierno ha terminado. Sigue saliendo de su casa con un suéter de lana o peor aún, con una chamarra acolchada. Regularmente es durante un viaje en transporte público que comienza a sentir ese calor envolvente e insoportable. Es probable que su instinto lo obligue a resistir este momento sofocante sin quitarse la prenda. El miedo al robo del abrigo o la flojera a hacer toda la maniobra para liberarse de su martirio tienen un peso mucho mayor.

2. La de la servilleta mojada (entre 20 y 23 grados Celsius): El sudor es inevitable, sobre todo cuando se realiza una actividad que requiera mucho esfuerzo físico (ejemplos: alcanzar la micro o comer seis tacos de mixiote con salsa de habanero). Las gotas comienzan a cosquillear el cuello y la frente y en unos segundos, la piel se vuelve pegajosa y el cabello impresentable. La solución: sacar esa servilleta o pañuelo desechable hecho bolita en el fondo de la bolsa y pasarlo por frente y cuello. Si eres un chilango con propensión a la sudoración excesiva, es probable que un alma caritativa comparta uno de sus paños en caso de que no cuentes con uno.

3. La de la doble camiseta (entre 22 y 24 grados Celsius): Cuando la servilleta o el pañuelo ya no son suficientes para absorber el sudor, es necesario recurrir a la doble camiseta. El viaje en transporte público y/o en bicicleta tienda a aumentar dramáticamente la temperatura corporal y la evidencia se queda en la ropa. Esto no es ideal cuando los chilangos quieren verse presentables en sus oficinas. Por ese motivo, nunca está de más guardar una camiseta, camisa o blusa extra para cambiarse en el baño antes de llegar a tierras Godínez.

4. La del mini ventilador (entre 21 y 22 grados Celsius): Comienzan las etapas del calor insoportable para termostato chilango. En esta en particular, las ventas de ventiladores portátiles aumentan dramáticamente, así como las cuentas de luz. El sistema de aire acondicionado es insuficiente. Para el chilango es necesario tener un sistema personalizado, no importa que rudimentario sea. Un abanico-souvenir de Acapulco o una revista vieja bastan para refrescarse cada cinco minutos mientras se dice: “No ma***s con el pin**e calor”.

5. La de la paleta y/o helado diario (entre 23 y 25 grados Celsius): La hidratación es un método necesario para contrarrestar los efectos del calor. Tomar agua constantemente es lo más recomendable. Si se agrega hielo, la experiencia será más agradable. Pero el chilango necesita más que líquidos para apagar su sed. Un helado triple de galleta Oreo con chispas de chocolate o una paleta helada de mango con chamoy son algunos de los alimentos ultra calóricos que son permisibles en esta época del año. No importa la hora del día o el lugar para tomarse un heladito. ¿De qué otra forma se pueden combatir los efectos de un sol abrasante?

6. La de los pretextos (entre 24 y 26 grados Celsius): Estos niveles de temperatura comienzan a afectar el rendimiento físico, y sobre todo mental, del chilango promedio. Toda obligación por muy mundana que parezca se convierte en una tarea casi imposible de cumplir. Es entonces que el chilango potencia al máximo su habilidad para dar pretextos. “Estoy ocupado/ocupada”, “tengo una boda”, “me cayó un pendiente de último minuto”, “me enfermé horrible del estómago”. Todas estas son razones falsas para ocultar la realidad: el chilango está inmóvil, tumbado en su cama, pero despierto.

7. La del agradecimiento a Tláloc (entre 17 y 18 grados Celsius, con lluvia): De vez en cuando, la temperatura disminuye gracias a las lluvias esporádicas. Siguiendo las tradiciones de las antiguas civilizaciones, los chilangos salen a la calle, muchas veces sin paraguas, para sentir las gotas caer sobre su cabeza y el agua de los charcos empapar sus zapatos. Tal vez la razón de sus paseos por la lluvia es simplemente una urgencia por llegar a algún lugar. Sin embargo, la gran cantidad de chilangos que deambulan por las calles bajo cielos diluviando, nos dice que aún tenemos una conexión especial con el dios Tláloc.

8. La de la bofetada sonorense (arriba de 26 grados Celsius): En esas raras ocasiones en las que las temperaturas superan los 26 grados centígrados, los chilangos sienten la imperiosa necesidad de quejarse del calor con el mayor número de personas posible. Las redes sociales han resultado de gran ayuda para cumplir con este propósito. Los muros de Facebook y los timelines de Twitter se llenan de mensajes provenientes de la CDMX de aquellos denunciantes del calor extremo, a su parecer.

Normalmente, esta ola de quejas llega a su fin, cuando un residente de la zona norte del país, especialmente de Sonora, les recuerda que en su Estado las temperaturas pueden superar los 40 grados Celsius. De paso critican otras peculiaridades del chilango, como la de convertir todo en torta.

Ejemplos de quejas:

Ejemplos de réplicas:

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