A la hora de elegir las vacaciones, los mexicanos no nos arriesgamos mucho: según datos de la Secretaría de Turismo, la Riviera Maya y Cancún son los destinos turísticos más visitados por turistas internacionales y nacionales. No hay que olvidar que estos últimos también viajan mucho a Acapulco. Pero hay destinos que valen la pena que no necesariamente están en Cancún o Guerrero.Algunos de esos otros destinos son joyas escondidas que en muchas ocasiones los turistas extranjeros conocen mejor que los propios mexicanos.
Desde desiertos hasta selvas, pasando por montañas y valles, hay muchos lugares que aparecen en las guías turísticas para los visitantes pero que los mexicanos apenas pisan. Si cuando viajas a un país extranjero buscas los destinos más exclusivos pero en México lo más exótico que conoces es Chichén Itzá, esta lista es para ti:
1. El tren de El Chepe, en la Sierra Tarahumara (Chihuahua). Una de las mejores maneras de internarse en los paisajes de La Sierra Tarahumara es en tren. El Chihuahua Pacífico o Chepe es el nombre del ferrocarril que te llevará a recorrer Las barrancas del cobre, (también conocidas como Copper Canyon) un sistema conformado por siete barrancas que es cuatro veces más grande que el Cañón del Colorado. A bordo de este tren turístico (el único en México) podrás recorrer 673 kilómetros y hacer ocho paradas que son: Los Mochis, El fuerte, Bauichivo/Cerocahui, Barrancas, Divisadero, Creel, Cuauhtémoc y Chihuahua.
2. El sótano de las golondrinas (San Luis Potosí). Con 60 metros de diámetro y 512 de profundidad, este es el abismo natural más grande de México y está ubicado en el poblado de Aquismón. En el lugar habitan murciélagos, distintas especies de aves, loros y cotorras. El mejor momento para visitarlo es la salida de estos animales al amanecer y antes de que anochezca.
3. Las coloradas (Yucatán). El alto contenido de sal que contiene el agua le da una coloración rosa a esta playa. Aunque no se puede nadar en esa zona, es probable que no hayas visto nunca un paisaje igual. Si ya estás por ahí, visita la reserva natural de Río Lagartos.
4. Guachimontones (Jalisco). A diferencia de la gran variedad de sitios arqueológicos que existen en México, en Guachimontones hay pirámides circulares y se extienden en un territorio de más de 18 hectáreas. Ubicado en Teuchitlán, este centro ceremonial incluye varias construcciones como pirámides rodeadas de patios circulares, un juego de pelota, un anfiteatro, terrazas y edificios.
5. Cascada de Basaseachi (Chihuahua). Con una altura de 246 metros de caída libre, esta cascada permanente es la más alta en México y está ubicada en lo alto de la Sierra Madre Occidental. Alrededor de ella encontrarás formaciones rocosas peculiares y bosques de pinos. Los arroyos Durazno y Basaseachi son los que forman la corriente de esta catarata.
6. Cenote Yokdzonot (Yucatán). Se encuentra a 15 kilómetros de la zona arquelógica Chichén Itzá. Tiene un ancho de 40 metros y una profundidad de 35 a 45 metros aproximadamente. La boca del cenote está llena de diversas formaciones y las largas raíces de los árboles que caen hasta el agua color verde le dan un toque místico.
7. San Juan Viejo Parangaricutiro (Michoacán). Es el nombre del pequeño pueblo en donde se puede apreciar el único edificio que sobrevivió a la erupción del volcán Paricutín. El fenómeno natural, que tuvo lugar en 1943, enterró diversas poblaciones con litros de lava que posteriormente se convirtieron en 25 kilómetros de piedra. Lo único que se salvó fue la estructura de la iglesia de San Juan.
8. Cuatrociénegas (Coahuila). Las dunas de color blanco (formadas por cristales de yeso) y las lagunas de agua azul que se pueden ver ahí te harán sentir como si estuvieras en un paisaje lunar. Este lugar, que se llama así por sus abundantes manantiales que forman extensas ciénegas, se encuentra a 18 kilómetros de Coahuila y está rodeado por las cordilleras de la Menchaca, la Fragua, la Madera, San Marcos y Pinos, las cuales forman parte de la Sierra Madre Oriental.
9. Cueva de los cristales de Naica (Chihuahua). Ubicada a 300 metros bajo tierra, en este lugar encontrarás enormes cristales de selenita que llegan a medir hasta 11 metros de longitud. Aunque estas formaciones parecen de hielo, la temperatura que te espera es templada, oscila entre los 45° y 50° centígrados. El descubrimiento de esta cueva se hizo en el año 2000 y ha sido considerado uno de los más importantes en el mundo, pues aquí hay mega cristales de dimensiones superiores a cualquier cristal de estas características visto con anterioridad
10. Médanos de Samalayuca (Chihuahua). Si lo tuyo no es ni la playa ni el bosque, entonces tienes que probar el desierto. A simple vista lo que verás en este lugar -que se encuentra a 50 kilómetros de Ciudad Juárez- son sólo montes y colinas de arena pero, si eres paciente, podrás disfrutar de atardeceres de morados intensos. Por la noche, no hay lugar mejor para ver las estrellas. y de cielos estrellados que no tienen comparación.
11. Valle de las piedras encimadas (Puebla). La palabra equilibrio cambiará su significado cuando veas las extrañas posiciones que adoptaron las diversas formaciones rocosas que hay aquí.
12. Santuario de luciérnagas (Tlaxcala). Durante los meses de junio y julio, los bosques de Nanacamilpa son la sede un fenómeno natural digno de visitar: miles de luciérnagas arriban al lugar para reproducirse. Las 200 hectáreas que conforman al Santuario de las Luciérnagas brillan ante tus ojos.
13. Xilitla (San Luis Potosí). El parque más surrealista de México lo encuentras en la Huasteca Potosina y su autor es nada más y nada menos que el poeta y escultor, Edward James. Además de eso, puedes disfrutar de la casada Los Comales, la cueva del Salitre y el ex Convento de los Agustinos. No intentes entenderlo, sólo contempla.
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