Un 'youtuber' insulta en un vídeo con cámara oculta a un repartidor y se lleva una bofetada

¿Es proporcional un golpe ante un insulto?

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El youtuber alicantino Sergio Soler de 20 años, autor del canal MrGranbomba y uno de los colaboradores de la paltaforma online Flooxer, se dedica desde 2013 a colgar bromas de cámara oculta realizadas en la calle ante sus 485.000 seguidores. En sus vídeos, ha fingido ser ganador de la Lotería y ha colocado cucarachas a la gente que se encontraba en la playa. En el último de ellos, rodado en el centro de Alicante, pregunta una dirección a un repartidor mientras le llama "cara anchoa". Ante el evidente enfado de su interlocutor, le advierte de que es solo una broma, aunque finalmente recibe una fuerte bofetada en la cara.

En la grabación asegura haber tramitado un parte de lesiones y haber interpuesto una denuncia ante la policía. Supera con ella las 1.300.000 visualizaciones en menos de 24 horas de publicación, convirtiéndose ya en el séptimo contenido más visto en el canal del alicantino.

El sábado por la mañana, el youtuber publicó una imagen en Twitter mostrando su rostro tras la bofetada recibida.

Soler explica a Verne a través del teléfono cómo solicita autorización a los desconocidos a los que aborda en la calle para emitir las imágenes en Internet. "Al final de cada vídeo, muestro cómo explico a cada persona que se trata de una broma grabada para subir a YouTube. Nunca acabo en malos términos con la gente que aparece en ellos".

En el caso de esta última grabación, se justifica ante el repartidor diciendo que se trata de "una broma para un trabajo de la Universidad de Sociología" en vez de explicar el motivo real. Al no tener aprobación del repartidor, ha decidido "pixelar su rostro y la marca de su empresa para proteger su intimidad", comenta.

En el vídeo en el que narra lo ocurrido argumenta que ha realizado bromas mucho más duras y que "nada justifica una agresión". Consultado por Verne, MrGranbomba explica que "está mal insultar a las personas, pero su reacción fue excesiva. Yo solo intento entretener con mis vídeos de humor". Minutos más tarde, asegura que la expresión que dedicó al repartidor "ni si quiera fue un insulto, solo una palabra cómica".

En estos momentos, Soler asegura que se encuentra "a la espera de citación judicial" y que no desea "que le pase nada al repartidor en su trabajo, solo que pida perdón". Ante la posibilidad de que el vídeo esté editado para ocultar un segundo "cara anchoa" que provocara de nuevo al repartidor, el alicantino explica a Verne que "el vídeo no está editado y se presentaría ante un juez en bruto" en el caso de que sea necesario.

Los usuarios de las redes sociales se dividen entre los que condenan la bofetada y los que la justifican, al entender que la primera agresión llegó por parte del youtuber.

Reacciones al vídeo en el Facebook de Sergio Soler

"Entiendo y respeto que cada uno tenga su opinión. Hay quien ve mis bromas e interpretan que voy molestando a la gente, aunque prefiero no opinar sobre gente que está apoyando a un agresor", comenta a Verne Sergio Soler.

Este tipo de contenidos es un subgénero muy popular en YouTube. En un vídeo anterior, publicado en agosto de 2015, MrGranbomba solicita a la víctima de la broma que grabe uno de sus vídeos y finge ser agredido por un cómplice. Para otra de sus grabaciones, titulada Peleas callejeras, genera un malentendido entre los cómplices de la broma y los desconocidos a los que se acerca en la calle, para comprobar la reacción espontánea de aquellos que no son conscientes de que se trata de una situación ficticia.

¿Una bofetada es una respuesta proporcional?

Emilio Sánchez

No está claro si la denuncia del youtuber contra su agresor prosperará. Los expertos penalistas con los que Verne ha contactado no coinciden en su análisis. “La legítima defensa exige proporcionalidad. La descalificación no permite propinar un puñetazo”, considera Ignacio Gally, profesor de la Escuela de Práctica Jurídica de Derecho Penal de Alicante, precisamente la ciudad en la que el vídeo fue grabado. El presidente de la sección penal del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, José Antonio Tuero, cree que la agresión “es una respuesta proporcional; es un bofetón ante un insulto previo".

Si el juez desecha el argumento de legítima defensa al no apreciar proporcionalidad, el repartidor que aparece en el vídeo podría afrontar una multa de entre 180 y 540 euros, más la indemnización por lesiones que estime el juez. Los dos letrados tienen clara cuál debe ser su estrategia de defensa: “Debería denunciar al youtuber por el insulto”. Ambos penalistas dan por hecho que Soler sería considerado culpable por un delito de injurias.

Gally cree que el juez catalogaría cara anchoa como una injuria leve. Este episodio se complicaría para Soler si el juez estima que el insulto se ha cometido con publicidad. “El youtuber ha difundido el insulto, lo que hace que la injuria sea más grave. Ha tenido repercusión a nivel nacional”, añade Gally, una postura que comparte Tuero: “Le pixela la cara, pero está claro que el agresor no da su consentimiento para aparecer en el vídeo. Se puede considerar como una intromisión ilegítima”. La multa para el youtuber podría alcanzar los 1.260 euros, según Gally.

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