Por qué los alcaldes catalanes (y los del resto de España) llevan una vara

Durante un tiempo, este instrumento sirvió para repartir justicia

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Puigdemont acude al acto de alcaldes en Bruselas para agradecer su apoyo
Varios alcaldes saludan al expresidente Carles Puigdemont en Bruselas. EFE

Con 200 varas en alto, una por político. Así recibieron los 200 alcaldes catalanes desplazados a Bruselas a Carles Puigdemont, con el que se reunieron este martes 7 de noviembre para reivindicar la independencia catalana. La escena no ha pasado desapercibida en Twitter y algunos usuarios de la red social han bromeado sobre la estampa. Albert Rivera incluido. Su uso actual no tiene nada de bélico, sino que es puramente simbólico. ¿Qué son y de dónde vienen estas varas?

Los bastones de alcalde representan el poder municipal y su uso se da tanto en nuestro país como en otros Estados latinoamericanos y europeos. En España, aparecen documentados desde el siglo XVII, aunque su origen es muy anterior: "El uso de una vara como expresión de mando se remonta a la Prehistoria", cuenta a Verne José Manuel Nieto, catedrático de Historia de la Universidad Complutense de Madrid. "Casi todas las civilizaciones utilizaban huesos o palos como símbolos de distinción de mando".

De la vara de justicia a la vara de mando

Ya en la Edad Media, los alcaldes utilizaban varas aunque ni estas ni los propios alcaldes tenían las mismas funciones que ahora. En el Medievo, el cargo de alcalde era similar al que tienen actualmente los jueces. "A partir del siglo XIII se les otorgaba una vara para identificarlos como miembros de la Justicia Real", cuenta Nieto.

Las varas de justicia "tenían también una función práctica como herramienta de medida", explica el experto. Para resolver conflictos sobre los límites de campos y cultivos, o sobre la longitud de las construcciones, los alcaldes utilizaban su vara como referencia de medida. "De esta práctica proviene la unidad métrica conocida como vara [0,65 metros]", cuenta Nieto.

En el siglo XVII, el Fuero de Navarra –impreso en 1686– ya recoge en sus leyes que los mandatarios de algunas de sus ciudades porten un báculo como símbolo de su cargo:

A contemplación del Reino se permite que los regidores de nuestras Ciudades de Corella y Cascante, Villafranca y Cintruénigo puedan llevar varas para que sean conocidos.

"En esencia, la vara se utiliza como representación de la justicia desde el siglo XII hasta el XVII", explica Nieto. "A partir de entonces, empiezan a aparecer leyes que la distinguen como símbolo de poder municipal". En el texto de El Alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca (s. XVII), ya aparece la vara con su función actual: "En concejo aqueste día os ha hecho alcalde [...], vení a la casa del concejo y, recibida la posesión de la vara, haréis en la causa misma averiguaciones". 

Actualmente, la función de esta vara es meramente simbólica. "Se utiliza fundamentalmente en la ceremonia de investidura y en otros actos solemnes", cuenta a Verne Leticia Rodríguez, Directora del Grado en Comunicación Corporativa y Protocolo de la Universidad de Nebrija. Es esa labor simbólica la que ha llevado a los ediles catalanes a cargar con sus varas hasta Bruselas. "Supone una reivindicación simbólica del poder y mando, una materialización de la legitimidad de su posición", explica la experta.

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