Los autores de 'Cómeme el donut' nos explican el significado del primer éxito de 'Factor X'

Hablamos con ellos sobre Descartes, 'Gran Hermano' y apropiación cultural

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En cuanto apareció en la pantalla de Telecinco en la noche del viernes 13 de abril, la canción Cómeme el donut se convirtió en trending topic en Twitter. Sus intérpretes son Alejandro (25 años) y Pilar Robles (23 años), conocidos como Jirafa Rey y Lapili. Se presentaron a las audiciones de Factor X y su fama se ha disparado en solo dos días.

Aunque pueda parecer algo marciana, su propuesta une un discurso de plena actualidad, como el empoderamiento femenino, con una puesta en escena cercana a la música trap de C. Tangana y al twerking. Lo que defienden, según explican ellos mismos a Verne, es la "transculturalidad libre" y con sus palabras plantean Cómeme el donut como una filosofía de vida. Camila Cabello, Olly Murs y Leona Lewis son algunos de los artistas internacionales que ha descubierto este programa televisivo.

Vestidos con los diseños de Pilar, en color carne y con figuras de donuts como complementos, la pareja dejó impactados a los cuatro miembros del jurado del programa musical, que decidieron que pasaran a la siguiente fase del concurso.

El vídeo original de Cómeme el donut lleva colgado en YouTube desde el verano de 2017, aunque sus visitas se han disparado en las últimas horas y ya supera las 800.000 visualizaciones, la gran mayoría de ellas logradas en los tres días posteriores a su participación en Factor X.

Durante el programa, explicaron que la letra de la canción trata sobre empoderamiento femenino y, en concreto, sobre el derecho de la mujer a exigir que se le practique sexo oral. Esta es parte de su letra:

A la que buscan la llaman 'buscona',

la que juega es una juguetona

a la que ladra la llaman ladrona

y la que bombea es una bombona.

No somos pussy, somos leonas.

Nos sobra el estilo y las neuronas.

Somos guerreras, amazonas.

La propuesta musical de estos dos primos, él afincado en Málaga y ella en Madrid, se llama Glitch Gyals. Alejandro ha estudiado Filosofía y Pilar se ha formado en danza y arte textil. Presentan sus propuestas en espacios culturales como el reciente MaF-Málaga de Festival, que se celebra de forma paralela al festival de cine de la ciudad andaluza.

- ¿Pueden los hombres cantar esto de Cómeme el donut sin hacer apropiación cultural?

Jirafa Rey: Por su puesto. Yo reivindico asuntos femeninos desde un cuerpo masculino, así que la canción no tiene por qué tener un sentido concreto. Todo el mundo puede cantarla e interpretarla como quiera.

- ¿Cómo os habéis tomado esta avalancha de atención de los últimos días?

Jirafa Rey: Me sorprende cómo ha cambiado la reacción del público a este tipo de propuestas en muy poco tiempo. En 2016 y 2017, yo recibía muchas críticas en redes sociales, pero en estos dos últimos días casi todo ha sido aceptación y amor. Quizá puede resultar chocante, pero lo que hemos hecho en Factor X no es anacrónico; es fruto de nuestro tiempo.

- No tiene pinta que os preocupen las críticas...

Lapili: Pues no. Supongo que la canción llegará a cada uno de una forma diferente. Crecí en una ciudad no muy grande, Ciudad Real, y siempre he tenido la necesidad de expresarme, así que estoy acostumbrada a las miradas de extrañeza. Me ha hecho aprender a hacer las cosas por mí misma y no por lo que opinen los demás.

Jirafa Rey: Estoy ya vacunado de lo malo y solo me llega lo bueno. Si genero cosas negativas como odio o rechazo y otras positivas como amor y curiosidad, he conseguido lo que quería.

- Alejandro (Jirafa Rey) ya había salido en First dates un par de veces. En una de ellas, presentó Cómeme el donut. ¿Es posible unir arte y Mediaset en una misma propuesta?

Jirafa Rey: Nací con Gran Hermano y me interesa todo el mundo reality y talent show. Lo incorporo a mis propuestas. En una de ellas, llamada Descartes, iba expulsando a los espectadores uno a uno a través de la duda metódica cartesiana, para experimentar cómo surgía entre ellos la competitividad de forma natural.

- ¿Es ese punto de vista el que habéis aplicado a Factor X?

Jirafa Rey: Hasta ahora, las novelas y el teatro tenían una narración lineal. Pero en el entretenimiento ya no existe un solo autor, sino que es fruto de la suma de muchos factores y de la dinámica que se crea entre ellos. Como Glitch Gyals nos interesa más la danza y la performance que la música en sí.

- ¿Tiene lógica que se os compare con Lo malo de Aitana War?

Jirafa Rey: Creo que son bastante distintas en cuanto al tipo de propuesta que son cada una de ellas, aunque es cierto que ambas tienen un sonido muy tropical. Si son parecidas o no va en el criterio de cada uno...

- Apenas han pasado unos días, pero ¿ha cambiado en algo vuestra vida el aparecer en televisión?

Jirafa Rey: Creo que vamos a poder cerrar conciertos casi hasta el año que viene en salas y festivales españoles. He encontrado a una persona que se encarga de las gestiones, para que podamos centrarnos en crear. Si en algún momento tenemos que volver al circuito institucional, y seguir actuando en galerías de arte y eventos culturales, estaré encantado.

- Tú, Pilar, ¿vas a aprovechar para promocionar tu tienda online donde vendes complementos de moda?

Lapili: Sí, pero me gustaría que el aparecer en televisión me ayudara avanzar en otros campos del diseño textil que me interesan. Prefiero crear prendas para una propuesta en teatro o una performance artística que para venderlas en tiendas y que la gente las lleve por la calle.

- Antes hablábamos de broma de la apropiación cultural en el feminismo, pero uno de los vídeos de Alejandro generó mucha polémica, al aparecer en él pintado de negro.

Jirafa Rey: Se titula Meteora y, desde que lo saqué, varias asociaciones me han atacado por ello, hasta el punto de acosarme por redes sociales. Quien crea que soy racista por pintarme de negro, creo que tiene una visión deformada y reduccionista de la realidad. El tema de la apropiación cultural nos interesa. He estado informándome con centros culturales en Sao Paulo (Brasil), un lugar con una segregación cultural enorme. Por ejemplo, la propuesta que hemos presentado en Málaga se llama Black Face Mirror. Al principio me asustó mucho lo que estaba pasando, pero ahora que he profundizado más en el asunto, solo puedo decir a esa gente que me ataca... que me coman el donut.

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