No hay quien entienda la letra de los médicos. A veces, ni siquiera los farmacéuticos, como muestra este tuit que comparte un pantallazo de una conversación entre profesionales que intentan descifrar una receta. El mensaje se ha compartido 3.500 veces en menos de un día.
Realmente los farmacéuticos de España tienen un grupo en Facebook para ayudarse entre ellos a descifrar la letra de las recetas médicas y estoy llorando pic.twitter.com/vMoSwjNWpR
— Alfonso Lomas (@AlfonsoLomas) 29 de mayo de 2018
Se trata de un pantallazo de “Trabajamos en farmacias españolas”, un grupo de Facebook cerrado en el que solo pueden participar farmacéuticos. Cuenta con más de 18.000 miembros y su administradora es Blanca Marí-Ruano, farmacéutica valenciana de 37 años que aclara a Verne por teléfono que no solo preguntan por recetas: los miembros del grupo también explican anécdotas, comparten experiencias, plantean dudas, hablan de nueva legislación, publican ofertas de trabajo… Hay incluso memes. “De todo un poco”, explica.
Pero las recetas -con los nombres de médico y paciente debidamente tapados- ocupan un lugar destacado en los temas de debate: “Es muy peligroso, están jugando con la salud de los pacientes -aclara Marí-Ruano-. Ante la duda, solemos llamar al médico y le preguntamos. Aunque a veces ni los propios médicos saben lo que ponen”. En ocasiones, los farmacéuticos pueden deducir la palabra según lo que le ocurre al paciente, pero en muchas otras tienen que mandarlo de vuelta a la consulta. Este grupo les da otra posibilidad: compartir la foto y pedirle al paciente que vuelva en un rato.
Marí-Ruano no tiene una respuesta a por qué los médicos escriben como si les hubiera dado un calambre en el brazo: “Ellos se excusan en que tenían que escribir mucho durante la carrera, pero no es la única carrera en la que hay que tomar muchas notas. También tienen que ver a muchos pacientes y van con prisa…”. A eso se le une que muchos medicamentos no tienen nombres breves y comunes. Total, que a menudo “dan por supuesto que los farmacéuticos sabemos leer jeroglíficos”.
Esta farmacéutica abrió el grupo en 2012, cuando se pasó de las recetas de papel a las electrónicas. El teléfono del colegio de farmacéuticos comunicaba siempre ante el aluvión de llamadas con dudas y problemas. “Me enfadé y abrí el grupo para ayudarnos entre los compañeros”.
El grupo está abierto solo a farmacéuticos, pero a veces se cuela algún paciente. Son fáciles de identificar porque en lugar de compartir consejos o problemas, se dedican a preguntar qué crema recomiendan para la piel grasa o qué puede tomar su tía para el dolor de cabeza. En estos casos, “amablemente se les invita a salir del grupo”, explica Marí-Ruano.
No todo es ayuda y buen humor. Hay un tema que enfrenta a muchos farmacéuticos en este grupo: la homeopatía. “Se intenta evitar, pero siempre hay alguien que comparte algún artículo en contra y otro le responde con un artículo a favor”, hasta que se lía una buena en los comentarios. Marí-Ruano compara las discusiones sobre este asunto con el hecho de “intentar hacer que alguien cambie de religión”. En las ocasiones en que la discusión se ha caldeado demasiado, ha tenido que ejercer de administradora y echar a gente del grupo.
Pero volviendo a las recetas, aquí tenemos algunas de las compartidas en el grupo. Pincha en ellas para saber lo que el médico estaba intentando escribir.
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