La ley rusa contra la propaganda homosexual prohíbe símbolos como la propia bandera LGTBI+, por la que ha larrestado a alguno de sus ciudadanos. Aprovechando que el país acoge el Mundial de Fútbol al tiempo que se celebra en el mundo el mes del Orgullo, un grupo de seis activistas se las han ingeniado para burlar la normativa homófoba que promulgó Vladimir Putin en 2013. Luciendo las camisetas de sus respectivas selecciones, pasearon a finales de junio por las calles de Moscú colocados de manera estratégica para formar los colores de la bandera creada por Gilbert Baker en los 70, que tiene seis colores y no siete.
La imaginación contra la censura. Así ha sido siempre y así seguirá siendo. En la campaña #HiddenFlag seis activistas lgtb se han paseado por Rusia convertidos en la propia bandera arcoiris. ¿Cómo? Usando las camisetas de sus selecciones de futbol. Orgulloso de ellxs. pic.twitter.com/ORxJrBG2m0
— 🅢🅡 🅟🅐🅒🅞 🅣🅞🅜🅐🅢 (@Srpacotomas) 6 de julio de 2018
El proyecto The Hidden Flag está detrás de esta idea. A través de su web muestran el resultado de su original protesta. Las imágenes también se exponen en la galería madrileña 6más1 hasta el domingo 8 de julio, coincidiendo con el fin de semana del Orgullo en Madrid.
"Llevar la bandera en la mano en Moscú supone un problema legal. De esta forma, creamos una manifestación alegre en un país donde se ha prohibido la alegría, que es la diversidad", cuenta a Verne el mexicano Guillermo León, encargado de lucir la parte verde de esta bandera colectiva a través de la camiseta de la selección de su país.
The Hidden Flag, organizado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), logró en menos de tres semanas coordinar a seis activistas gays de varios países del mundo cuyos colores pudieran configurar la bandera LGTBI+ (España, Holanda, Brasil, México, Argentina y Colombia).
Todos ellos se conocieron en Moscú, comenta León, y juntos recorrieron los bares, el metro y las calles de la capital rusa. Además de hacer activismo, las fotos muestras que se lo pasaron muy bien en su visita de tres días a la ciudad.
No es la primera vez que el resto del mundo se enfrenta con humor e imaginación a la homofobia del Gobierno ruso. En 2017, el Ministerio de Justicia del país incluyó una imagen muy popular en las manifestaciones de protesta en Rusia en un listado de materiales extremistas y, por tanto, ilegales. Se trataba de un retrato de Putin maquillado con la bandera LGTBI+ de fondo. Lo que la ley rusa no pudo impedir es que usuarios de redes sociales del resto del mundo compartieran la ilustración a modo de protesta. La imagen se hizo viral.
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