La duración de los vuelos depende de muchos factores, pero el principal es la distancia entre el origen y el destino. Y eso aunque los vuelos no van en línea recta, sino que siguen “aerovías, que son equivalentes a carreteras”, como nos explica Xavier Benavent, director de operaciones de Enaire, la empresa que gestiona la navegación aérea en España. “Hay aerovías en todos los sentidos, norte-sur, este-oeste… Algunas son bidireccionales y otros de sentido único”. Se intenta que sean lo más directas posible, pero no siempre se puede, ya sea por el tráfico aéreo de cada país o por la existencia de zonas restringidas a los vuelos.
Hay más factores que pueden influir en la duración de un vuelo, como explica Benavent. Por ejemplo, los vientos predominantes, que pueden hacer que un vuelo de ida sea algo más corto que uno de vuelta (o al revés). También el mal tiempo, que puede llevar a que se reduzca la velocidad para que las turbulencias no sean tan molestas, o incluso a que se hagan grandes rodeos para evitar entrar en tormentas.
Y, por último, el combustible. “Cada vía tiene un nivel de vuelo óptimo”, explica Benavent. Este nivel intenta equilibrar una velocidad apropiada con un consumo que permita no solo ahorrar costes sino también no perjudicar tanto al medio ambiente. Pero según la cantidad de tráfico que haya en cada aerovía, es posible que no todos los vuelos puedan ir a este nivel óptimo.
Es decir, no siempre vamos a saber calcular a ojo la duración de un vuelo. Y eso sin mencionar que a todos esos factores se une la adulterada visión de la Tierra a la que nos tienen acostumbrados los mapas.
A continuación hemos elaborado un test en el que comparamos trayectos. ¿Eres capaz de adivinar cuál es el más largo? Hemos hecho la consulta con la herramienta de búsqueda de vuelos Skyscanner. Los trayectos seleccionados para el test son los más cortos y sin escalas en la semana del lunes 23 al domingo 29 de julio.
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