(Ya han pasado seis meses desde que acabó el confinamiento y comenzamos, por fases, el retorno a "la nueva normalidad". Con esta serie, Resistieron, queremos recordar a las personas y las historias, muchas de ellas virales, que nos ayudaron a sobrellevar la primera ola de la pandemia).
En su último vídeo, titulado Are you ready? Cuidaos anda! la cómica Martita de Graná nos recuerda todo lo que vivimos en primavera… por si a alguien se le ha olvidado y como advertencia de lo que puede volver en esta segunda ola. En apenas cuarenta segundos, ahí están la bata de paño, los botellones virtuales, a tener todo el día a alguien al lado, a que dé igual lunes que sábado por la tarde, etcétera. Tres horas después de publicarlo, el clip ya sumaba 400.000 reproducciones en Instagram y 17.000 me gusta en Facebook.
La charla de Verne con Martita de Graná debía ser una entrevista posconfinamiento, una especie de cierre del ciclo tras la primera información publicada a las dos semanas de la declaración del estado de alarma de marzo en la que reflexionar sobre lo vivido y la repercusión de sus videos, en los que se tomaba con humor la vida confinada: desde beber cerveza todo el día hasta considerar como privilegiados a quienes tenían mascota y podían salir a pasear cada día. No fue la única: otros humoristas como Pepe Demi o el actor Miguel Ángel Martín, por ejemplo, también nos ayudaron a lidiar con la extrañeza de aquellos días con sus vídeos cómicos.
Sin embargo, el día que hablamos de nuevo con la humorista es el lunes en el que se inicia el confinamiento perimetral en Granada. La noche anterior el país ha dormido ya bajo el toque de queda. El pasado se hace presente y a la charla posconfinamiento se le añade, con toda naturalidad, la conversación de lo que se nos viene encima. La revisión del pasado se troca en la charla de algo va a pasar de aquí a Navidad y ya veremos hasta donde llega. La buena noticia sin embargo es que, llegue el confinamiento al grado de reclusión que llegue, Martita está dispuesta a continuar con la grabación de sus videos para alegrar la vida de sus cientos de miles de seguidores. “Le vemos las orejillas al lobo con el confinamiento, sí. Pero como lo que me gusta es hacer videos, seguiré con ellos”.
Los videos que graba Martita, cortos, ácidos y autoproducidos, fueron los que hace cinco años aproximadamente la convirtieron en la cómica que es hoy. Con menos seguidores, claro. En Instagram tiene en este momento 1,1 millón de seguidores. Los videos del confinamiento le supusieron 700.000 nuevos más o menos.
Nochebuena con Raphael
Por si acaso, con la vuelta a la libertad que supuso el fin de ese estado de alarma, allá por mayo, a Martita le ocurrieron dos cosas buenas: acabó la obra que tenía a medias cuando llegó el virus y se le dispararon los bolos. En marzo de este desafortunado año 2020 tenía 14 actuaciones que perdió.
Pero se ha recuperado del mejor modo posible, con un verano repleto de funciones. Reconoce que “antes me iba bien, pero tras el confinamiento mejor aún”. Su verano artístico, que se ha prolongado hasta finales de octubre, ha sido “muy movidito”. Además de actuaciones, “afortunadamente con todo vendido”, explica, Martita se ha enfrentado a una película –García y García, con José Mota y Pepe Viyuela, que se estrenará el verano del próximo año– y ha intervenido también en el programa Ilustres ignorantes.
El papel en la película le llega de la manera en que llegan hoy las cosas. Las hijas de la directora, Ana Murugarren, eran seguidoras de Martita y le dijeron a su madre que la incluyera. Un casting después, Martita estaba dentro. En la primera entrevista con Verne la cómica recordaba que no monetizaba sus videos porque prefería la libertad de hacerlos como ella quería, y esta es una forma secundaria –los caminos insondables del destino, en lenguaje clásico– de sacarle rendimiento a sus pildorillas audiovisuales.
Y como, pase lo que pase, la Navidad va a llegar, a Martita la han convocado en unos días al programa especial de Navidad en la 1 con Raphael. Debía ser el final de sus vacaciones y el inicio de una nueva temporada de bolos aunque, dependiendo de cómo progrese la situación, quizá sea solo un paréntesis en su estancia más continuada en su casa de Granada. El siguiente confinamiento, al menos, la pilla con la obra terminada y la casa a punto.
En este final de octubre, Martita se ha tomado un par de semanas de descanso. En esta etapa pre–algo va a pasar, la humorista recuerda con cariño su papel en el confinamiento de la pasada primavera. “Mucha gente con la que me cruzo me agradece lo que hice entonces. Tuve que dejar de grabar con tanta frecuencia en verano por el trabajo pero estos días libres me están viniendo muy bien para seguir con ellos”. Las visualizaciones de algunos vídeos se acercan al millón en Instagram y superan de largo los dos millones en Facebook. De los muchos videos del confinamiento, por cierto, solo ha incorporado uno de ellos al espectáculo.
En este primer día del segundo estado de alarma, Martita se encuentra regular. Lleva unos días resfriada y cansada. Como suele ocurrir, ha sido tomar las vacaciones y, al parar, dejarle el cuerpo tirada. Mientras, hace recuento de sus actuaciones y de cuánta gente la ha visto. “30.000 personas han venido a verme”, recuerda. En su opinión y con todas las medidas de seguridad presentes en los escenarios y en los teatros, “la cultura es segura”.
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!