Por qué internet AMA a Nikola Tesla

Vamos a ver si conseguimos arrojar un poco de luz sobre su figura

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Imagen de la exposición 'Nikola Tesla, suyo es el futuro', en Fundación Telefónica.
Imagen de la exposición 'Nikola Tesla, suyo es el futuro', en Fundación Telefónica.

Nadie ha estudiado a Nikola Tesla en el colegio, a pesar de que usamos tecnologías descubiertas o perfeccionadas por él a diario. Cada vez que enchufas el móvil para cargar la batería, enciendes la tele con el mando a distancia o escuchas la radio, le debes bastante a Tesla. Sin embargo, su nombre ha quedado bastante olvidado hasta entrado el siglo XXI, cuando internet comenzó a darle un mayor reconocimiento fuera de los círculos  especializados. Ahora mismo, Tesla es uno de los grandes fetiches de Internet. ¿Por qué ha ocurrido esto? Bueno... es complicado.

Se podría decir que Internet ha rescatado la figura de Tesla por muchos y muy variados motivos, pero sobre todo por el aura romántica que hay alrededor de este personaje. Una exposición en Madrid, en la Fundación Telefónica, titulada Nikola Tesla: Suyo es el futuro, analiza desde este jueves la exaltación de su figura en la última década gracias a artistas, científicos e internautas.

Vamos a ver si conseguimos arrojar un poco de luz sobre su figura.

Su vida es una novela

Tesla fue un inmigrante serbio que no buscaba el sueño americano, pero que se chocó con él de la peor forma: topándose con Thomas Edison. Su relación no fue tan odiosa ni perjudicial como la pintan, pero sí es cierto que Edison le tomó el pelo con bastante poca vergüenza cuando fue su jefe. Tras dejar de trabajar para Edison, Tesla siguió estudiando la corriente alterna. Él no la descubrió, como se dice, pero sí estandarizó su uso. También registró muchas patentes e inventó tecnologías significativas, como las transmisiones por radio –algo que no se le reconoció hasta 1943 y que a día de hoy sigue atribuyéndose casi en exclusiva a Marconi– o el motor de inducción. También creó otros artilugios más disparatados, como la bobina de Tesla, capaz de crear el relámpago más grande jamás generado por el hombre.

El meme perfecto cuando hay que recordar que cierto invento pertenece a Tesla.

Nunca le fue bien con los negocios y le costaba financiar sus inventos, en parte porque no siempre los explicaba bien (tenía una gran memoria y apenas hacía planos) y en parte porque fue adicto al juego durante buena parte de su vida. Sin alcanzar sus objetivos y sin poder trabajar en sus ideas, murió en una habitación de un hotel de Nueva York solo, loco y olvidado.

Se ha construido una leyenda poco a poco

Esta es la historia de Tesla, y alrededor de ella, se ha construido un mito de la cual. Según Miguel A. Delgado, uno de los grandes expertos en Nikola Tesla de España, con varios libros a sus espaldas sobre él, el mito “se ha visto claramente potenciado por internet”, pero también “porque atravesamos una crisis de valores” que nos hace mirar fuera de la historia oficial y “encontrar figuras como Tesla, que es en sí un ejemplo de una contracultura”.

No es la primera vez que el inventor serboamericano se pone de moda. “Tesla se recuperó por primera vez en los años 60, un momento en el que se comenzó a cuestionar la historia oficial”, explica Delgado. Entonces, “se reprodujeron a máquina sus escritos y se escribían artículos sobre él, así que no debería extrañarnos que se recuperen hoy sus historias con lo fácil que resulta gracias a Internet”. El problema de esto es que internet alimenta principalmente la leyenda de Tesla. Es algo que comenta Nacho Palou, fundador de Microsiervos y uno de los primeros en escribir en español y online sobre Tesla: “Lo primero que recuerdo haber leído sobre Tesla en internet es sobre sus misterios”, explica. “Fue con el paso de los años que se fue arrojando luz sobre su figura”, añade.

La cosa no ha cambiado en la actualidad. Según Palou, “uno de los mayores movimientos en torno a Tesla de internet tiene su origen en The Oatmeal”, una web de tiras cómicas creada por Mathew Inman y donde se contó la vida de Tesla desde modo más bien poco riguroso. Sin embargo, Miguel A. Delgado apunta que la popularidad de la tira fue tal que “sin The Oatmeal, el crowdfunding para rescatar el laboratorio de Tesla y construir un museo no habría llegado a buen puerto”.

En este link puedes leer la declaración de admiración de The Oatmeal a Tesla

Inman casi echó en cara a Elon Musk, CEO de Tesla Motors, que, ya que estaba usando el nombre y un invento de Tesla, el motor de inducción, totalmente gratis para sus coches, qué menos que ayudar a conservar su legado. La respuesta, de la que todo Internet estuvo pendiente, fue que donaría un millón de dólares y que se comprometía a construir un supercargador de coches eléctricos en el museo. Un culebrón con final feliz y con Tesla como vértice de este triángulo.

Evidentemente, Tesla Motors también tiene culpa de la fama actual de Tesla: siempre que se habla de sus coches, se termina hablando del inventor. La compañía usa uno de sus inventos sin pagar un duro porque las patentes han caducado. Aunque parece que Tesla está maldito y ni muerto recibe un duro por sus invenciones, al menos en este caso es su tecnología lo que le da algo de notoriedad y no un cómic con una interpretación poco veraz.

A todo este cóctel, hay que sumar el montón de personas anónimas que se dedican a hablar de él por todas partes de Internet. Reddit, una web fundamental en el mundo anglosajón, está plagado de post sobre curiosidades desconocidas, cotilleos varios, citas célebres y toda clase de parafernalia sobre Tesla que contribuyen a crear esta bola de nieve gigante.

Nos identificamos con su fracaso

“Uno mismo nunca quiere fracasar, pero siempre siente más simpatía por la persona que ha fracasado, sobre todo con el que ha fracasado además de forma injusta”, comenta Miguel A. Delgado, uno de los comisarios de la citada exposición sobre el científico. “Es realmente sencillo identificarse con Tesla”, dice. ¿Quiere esto decir que Tesla gusta a los fracasados? ¿O que Internet está lleno de ellos? Más bien lo contrario. Larry Page es una de las personas más importantes del mundo de la tecnología y de Internet: inventó una cosa llamada Google. Desde de niño era un ferviente fan de Nikola Tesla, hasta el punto de que su vida y obra le inspiraron profundamente... para no cometer los mismos errores que él. Page supo que no solo tenía que crear algo genial, sino también debía venderlo. Ahí entraría, años más tarde, Sergey Brin, el otro cofundador de Google. ¿Es posible que sin Tesla Google no fuera Google? Esto ya es echarle imaginación. Lo que Page quería evitar es algo que nos señala Raúl Minchinela, alias Dr. Repronto, ingeniero industrial y analista cultural. “Tesla se rescata [hoy en día] para mostrar que todos los monopolios tecnológicos que tenemos están construidos sobre copyrights y que nunca se llegó a premiar a los inventores de ciertas tecnologías que son abiertamente útiles en ellos”.

Era un doctor 'loco'

Es otro atractivo inevitable de Tesla. Dejando a un lado que al final de su vida se dedicaba a alimentar a diario a las palomas, hasta el punto de que se enamoró de una de ellas, el cientifico aseguró en su autobiografía que a veces sufría fogonazos de luz en los ojos que le ocasionaban visiones. Quizá por eso decía que se le ocurrían sus inventos en sueños. Y quizá por eso pensó que sería una buena idea fabricar un instrumento que produjera terremotos con electricidad en la ciudad de Nueva York (algunos llegaron a decir que lo creó y que lo puso una vez en marcha, pero no hay pruebas fehacientes por mucho que algunos acusen al Pentágono de usarlo hoy en día).

Lo más descerebrado que se propuso hacer fue un rayo láser que tumbara aviones. Incluso llegó a pedir la suma de 30 millones de dólares –unos 500 millones de dólares en la actualidad– a Gran Bretaña para fabricarlo. ¿Cómo no adorar a alguien que podría ser el Doctor Maligno de Austin Powers entre el dinero que pide y las ideas de bombero? Es un hecho que esta faceta es la más explotada en internet y también la más difícil de comprobar o refutar. Miguel A. Delgado asegura que “es posible que esta forma de ver a Tesla le haya ocasionado más perjuicios que sus detractores”.

Se cree que vaticinó internet

Una de estas ideas arraigadas pese a su inexactitud es que Tesla predijo internet. “No voy a caer en el simplismo de decir que Tesla lo anticipó”, comenta Delgado, “pero sí es verdad que esa idea de un mundo interconectado en forma de red suena muy a Internet”. En su día, Tesla pensó en usar la ionosfera de la Tierra para lanzar energía gratis a todas partes y conectar todo el mundo. El problema es que si hay algo que gusta en Internet más que nada es debatir sobre el origen mismo del internet. Normalmente, se reduce su concepción actual a los trabajos de Tim Berners-Lee y se data su origen tecnológico en la red DARPA, pero elucubrar sobre que un hombre de finales del siglo XIX ya pensaba en algo remotamente parecido a la red de redes es lo que hace que todo los años se escriban miles de artículos sobre Tesla.

El factor hipster

Tesla era un hipster antes de que lo hipster existiera. Descubría las cosas antes que los demás, presumía un poco de ello y se enfadaba – y con bastante razón– cuando no se llevaba el justo reconocimiento. Quizás por eso puede resultar pendante un comentario del tipo "Nikola Tesla, ese inventor tan importante del que probablemente nunca hayas oído hablar". El editor de Microsiervos lo enfoca así: “Ponerse del lado de Tesla es mostrar una postura contraria a lo establecido, una forma [...] de valorar aquello que es desconocido para la mayoría”.

Lo curioso es que esta ‘contraculturalidad’ y rebeldía con las que se quiere caracterizar a Tesla se han ido popularizando más, hasta el punto de ser usadas en una serie popularísima para ilustrar una frase molona y rebelde que podría haber escrito el Dr. House en una pizarra y que hizo que todo el mundo se preguntara “Was Tesla robbed?”.

Aparece cada vez en más sitios

El cameo más conocido, quizá, es el que tuvo en El truco final, la película de Christopher Nolan. Y no fue una aparición casual: no solo era fundamental en la trama sino que lo interpretaba ni más ni menos que David Bowie. También es una figura recurrente en el mundo del videojuego: Fallout tiene armadura en su nombre que lanza relámpagos, Command & Conquer lo puso a construir armas para los soviéticos, en Dark Void es el mentor del protagonista y en The Order 1886 será quien arme a sus protagonistas. Toda esta presencia en la cultura pop sirve para alimentar su figura, especialmente la fantástica y misteriosa. En palabras de Palou, de Microsiervos, “todo ese aspecto de ficción, el rayo de la muerte y todo eso, genera una fascinación que se nutre de Internet para expandirse”.

¿Y entonces por qué es popular en Internet?

Tesla es una figura atractiva – y no solo por cómo posaba en las fotos – que en los tiempos de la sociedad de la información ha resurgido porque él ayudó un poquito a construirla, porque quienes han cimentado lo que hoy conocemos como Internet admiraron su vida, porque muchos hoy usan la red para popularizar su aspecto más esotérico y porque, simplemente, llama mucho la atención que alguien en el siglo XIX parezca tan actual.

(Fundación Telefónica)

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