El nadador paralímpico que nos enseña a reírnos de nosotros mismos

Xavi Torres, ganador de 16 medallas en seis Juegos Paralímpicos, usa Twitter para motivar y para hacer reír

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Xavi Torres ha ganado 16 medallas de natación en seis Juegos Paralímpicos, cinco de ellas de oro. Estos días se encuentra en el centro de alto rendimiento de Sierra Nevada, donde está de pretemporada, al ser “el responsable del equipo juvenil de natación paralímpica", como nos explica por teléfono. Le hemos llamado para hablar sobre su sentido del humor, con el que está arrasando en Twitter gracias sobre todo a este tuit en el que veía un parecido razonable entre sí mismo (nació en 1974 sin manos y sin piernas) y el trofeo al mejor jugador de Europa otorgado a Leo Messi. El tuit, publicado el 27 de agosto, se ha compartido más de 2.900 veces.

¿Cómo se te ocurre publicar algo así?

No lo pensé mucho: yo soy muy dado a este tipo de bromas, también en mi vida cotidiana. Sí es verdad que el hecho de que mencionara a alguien muy popular, como es Messi, en un acto importante, además de que está de moda el tema del humor, fue una combinación explosiva. Este tuit ha tenido repercusión, pero no es diferente a otras bromas que he hecho anteriormente. Tengo tuits anteriores en los que soy igual de bruto o más.

¿Eres más atrevido en tu vida personal que en las redes?

No, no mucho. En mi entorno suelo tener el mismo humor. Sí que es verdad que intento referirme a mí porque cada persona puede vivir una misma situación de una forma muy diversa. Intento personalizarlo para mostrar el suficiente tacto como para que nadie se sienta herido, que podría pasar.

Aunque hables de ti mismo, ¿te has encontrado alguna vez con alguien que te dijera algo así como “hombre, te has pasado un poco”?

Cuando hago una broma de este tipo por primera vez choca mucho, pero como cualquier tipo de humor que aparece por primera vez y no sabes muy bien por dónde va. El humor ayuda a normalizar situaciones que no tienen por qué ser fáciles y también puede ayudar o acompañar en situaciones difíciles, aunque quizás no sea mi caso porque yo llevo toda mi vida siendo como soy. Ser una persona de buen carácter, positivo y optimista, hace que cualquier situación sea más fácil de llevar que en el caso contrario, porque al final lo que haces es meter el dedo en la llaga y sufrir aún más.

¿El humor te ha ayudado a sobrellevar dificultades?

Ahora se está personalizando en mí, pero yo creo que no soy un caso excepcional. En mi entorno conozco a mucha gente que también intenta quitar hierro a sus situaciones personales a través del humor. A todos nos ayuda a superar momentos difíciles llevar las cosas con humor, optimismo o lo que te haga sentir bien.

En una conferencia tuya, La medalla de barro, explicabas que de niño, yendo con tu padre por la calle, cuando os cruzabais con alguien él te preguntaba si creías que esa persona se había girado para miraros y luego lo comprobabais. ¿Crees que tu familia te ha ayudado a ver la vida también con este buen humor?

No es que lo crea, es que estoy convencido. Hay una parte que depende de ti, pero hay otra que aprendes y con la que creces. Mis padres me podrían haber protegido muchísimo y haberme escondido cosas o evitado situaciones, pero lo que intentaron fue que llevase de forma normalizada la que iba a ser mi condición toda mi vida. Y esto lo hacían con estrategias muy básicas y muy sencillas, como puede ser el juego al que te refieres, que convertía una situación que me podría haber hecho sentir mal en un momento de juego tan divertido que me encantaba vivirlo.

En tus conferencias, ¿explicas los beneficios de darle la vuelta a una situación de este modo?

A todos nos pasan cosas que no son las que deseamos y hay que aprender a convivir con ellas. Las experiencias que tienes en la vida te ayudan a crecer y a aprender. Toda vivencia y toda experiencia que no sea la que esperamos tiene sus periodos, que vienen dados por aceptar cómo eres, lo que te pasa y por quererte con tus condiciones, incluidas tus capacidades y tus discapacidades. Yo soy muchas más cosas que una persona con discapacidad. A través de mis capacidades y experiencias -que en mi caso tienen que ver con el deporte- he aprendido a desarrollar algo que me hace feliz. Al fin y al cabo, todos queremos ser personas felices y hacer cosas que nos diviertan y que nos hagan sentir bien.

En alguna ocasión has comentado que en el agua te sentías con una seguridad que no sentías en otros entornos. ¿Crees que hay que buscar este ámbito en el que nos sentimos mejor y podemos dar más de nosotros mismos?

Curiosamente y pese a una discapacidad muy severa, fue en el deporte donde yo encontré mi lugar. Una de las grandes experiencias que ha marcado mi vida fue que mis padres decidieran apuntarme a unos cursillos de natación. Cuando yo era niño parecía extraño que una persona con discapacidad hiciera deporte, pero es algo que ahora se ha normalizado. Esto también es importante: cuantas más oportunidades tenga una persona de vivir experiencias, con independencia de su condición -sea la que sea-, mejor.

Me sorprendió oírte decir que no eres competitivo. ¿Qué es lo que te empuja a nadar más rápido?

De pequeño no era una persona muy competitiva, pero con los demás. Siempre he sido competitivo conmigo mismo. El hecho de querer mejorar hace que también sea capaz de mejorar respecto a los demás.

¿Estas ganas de competir contra ti mismo es también lo que te llevó a nadar durante 24 horas seguidas?

Es un buen ejemplo de lo que te decía, de dar un pasito más. Empezó siendo una locura y mucha gente se sumó a algo que parecía imposible. Soñar un poco también es necesario, igual que creer que puedes hacer algo especial.

Esta fortaleza mental y este intento de ir superándote a ti mismo, ¿te acompañan más allá del deporte, en tu vida personal?

Yo siempre digo que la vida no va por partes. Como eres en tu vida, eres en el deporte y al revés. Sí que hay actividades que te motivan más, pero en el fondo y sobre todo a medida que te haces mayor, esta frase se cumple. Uso el humor cuando hay que usarlo, uso la disciplina y el esfuerzo y la ilusión cuando hay que usarlos. En el deporte o fuera de él.

¿Qué han aportado el humor y el deporte a tu vida y a tu forma de ser?

El deporte me ha aportado un conocimiento de mis posibilidades físicas que a lo mejor no habría podido conocer de otro modo. La natación también me permitió hacer cosas que me hacían sentir mejor, por lo que al beneficio físico sumaba otro psicológico o de actitud.

En cuanto al humor, creo que intentar ver las cosas de un color bonito es necesario en la vida. Bastante nos pasa en nuestro entorno y a nosotros mismos como para encima no saber o no querer reírnos de nosotros mismos. Del mismo modo que es muy importante ser autocrítico, reírse de uno mismo es necesario porque te ayuda a quitar hierro a los problemas y darles la importancia que tienen para poder seguir adelante.

Pero no sólo hay autocrítica y humor: en una entrevista comentabas que tu cuerpo “es un diez, me sirve para lo que hago cada día”. ¿Crees que es importante sacar el máximo rendimiento a lo que somos y tenemos?

Sí, aunque también es verdad que yo hablo muy en primera persona y hay cosas que a otra gente le pueden servir y cosas que no. Yo no he conocido nada más que mi cuerpo y no echo en falta tu cuerpo, por ejemplo. Siempre hago la broma de que tiene que estar muy bien esto de ser como tú, pero yo estoy muy bien siendo como soy. Con mis dificultades, con mis virtudes, con mis defectos… Como todo el mundo. En lugar de lamentarme por no ser como otra gente, intento recordar que tengo muchas cosas buenas que a lo mejor otros querrían tener. Si queremos ser como son los demás, perdemos el tiempo y al final ni somos como los demás ni como nosotros mismos.

¿Crees que en general no explotamos nuestras posibilidades y no aspiramos a más?

Quizás no se trate tanto de aspirar a más como de aspirar a cosas nuevas. Lo que te hace feliz con 20 años a lo mejor no te hace feliz con 40, simplemente porque se ha convertido en algo habitual y esto hace que no te dé esa emoción que te daba antes. Es importante crecer con actividades nuevas y diferentes, que nos estimulen, que nos hagan sentir vivos y con ganas de aprender. Tenemos que dedicar un poquito de nuestro tiempo, aunque a veces no sea fácil, a tener nuevas vivencias, que nos hagan sentirnos pequeños otra vez, que nos hagan ser personas que empiezan de nuevo en algo.

De hecho, llevas un tiempo haciendo ciclismo.

Estoy aprendiendo a ir en handbike. Esta es una de las cosas que no había hecho en 40 años y que ahora que estoy más retirado he comenzado. Nunca había ido en bici, más allá de dos salidas en tándem con un amigo hace muchos años, y ahora de repente salgo casi todos los días a dar una pequeña vuelta por Mallorca y disfruto mucho. He estado toda la vida en una piscina, mirando la raya blanca del fondo, y ahora me veo subiendo una montaña, parando, comiendo un bocadillo con mis amigos... Soy el más paquete de todos, pero me divierto mucho. Tener una vivencia que no has tenido antes es algo sencillo, que te hace sentir muy bien y que cualquiera puede hacer.

También colaboras con medios y haces conferencias.

Sí, comento temas de natación y en cuanto a las conferencias, me he encontrado en esto de la superación y del coaching de forma accidental, pero creo que le puedo dar un poco de sentido, ya que así se puede ver que en muchas ocasiones las situaciones no son fáciles, pero hay fórmulas y estrategias para superarlas. Más que hacer coaching, porque yo no me he formado para eso, noto que todo el mundo necesita escuchar historias de verdad.

Además, lo tuyo no es abstracto: estás explicando tu vida y has aplicado estas fórmulas.

Sí, es verdad que hay grandes teóricos que explican estos asuntos muy bien y yo soy el primero que los disfruta, pero hacen falta ejemplos concretos, que expliquen experiencias que cada cual pueda trasladar a su situación y que le permitan ver que la actitud puede ser fundamental. Darle algo de humor también es positivo. Lo hago siempre al principio para romper el hielo y quitar tabús al tema.

Has usado la palabra tabú. ¿Crees que cuesta hablar de estos asuntos de forma abierta?

Depende de con quién y del ámbito en el que te muevas. A veces sí. Y lo entiendo. Si tratas un tema todos los días es más fácil tratarlo con normalidad que si el tema te viene de nuevo. Nuestra obligación no es quejarnos ni recriminar, sino que puede ser perfectamente ayudar a que esto vaya cambiando. Son muchos los ámbitos en los que se puede actuar, con bromas y también con una buen integración educativa en los colegios, por ejemplo. El terreno del humor puede llamar mucho la atención y ayudar a normalizar una situación con unas pocas palabras.

Alguna vez has comentado que se ha mejorado mucho desde que comenzaste a nadar en lo que se refiere a oportunidades e instalaciones, pero ¿qué más falta por hacer en este terreno?

Me fascinan los países nórdicos. En muchos de esos países vas por espacios públicos y no ves símbolos de accesibilidad. No los hay porque todo es accesible y no hace falta indicarlo. Estamos en ese camino, pero todavía nos queda algo por recorrer. Que haya mejorado desde que yo era niño no quiere decir que no se deba exigir más. Nadie que lea esta entrevista debería sentir que tiene menos oportunidades que los demás por el motivo que sea.

Eso sí, yo siempre digo que está muy bien pedir oportunidades, pero tampoco hay que olvidar que las oportunidades que cuentan no son las que tienes, sino las que aprovechas. Yo tuve menos alternativas que otros niños que nacieron en la misma época, pero aproveché las que tuve. Hay que exigir a quien corresponda, para contar con esas oportunidades, pero también a uno mismo, para cumplir y aprovecharlas.

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