The Good Wife se acaba este domingo tras siete temporadas y 156 episodios. Y aunque sea buena idea darle un final digno, a nosotros (bueno, a mí) nos parece fatal, porque la serie seguía siendo estupenda.
A pesar de las buenas críticas (y premios), no se trata de la clásica serie prestigiosa que ahora está de moda: nada de 13 episodios de autor, muy lentos y con atmósfera asfixiante. Son temporadas de 22 capítulos en apariencia clásicos: las tramas largas y centradas en los personajes se combinan con historias que se resuelven el mismo día, lo que no ha sido obstáculo para presentar personajes complejos y carismáticos (en especial, los secundarios) y argumentos inteligentes y muy bien narrados.
Una de las señas de identidad de la serie ha sido tratar casos que seguían muy de cerca la actualidad. Tanto, que en ocasiones parecía que los guionistas apenas cambiaban los nombres de los protagonistas reales.
Aquí van 11 ejemplos. Se desvelan algunas tramas, así que si no has visto la serie, hazlo inmediatamente y luego vuelve aquí a leer este artículo:
1. Los líos de faldas de los políticos. La serie arranca con Alicia Florrick (interpretada por Julianna Margulies) al lado de su marido, Peter Florrick (Chris North), que está explicando a los periodistas que ha dimitido como fiscal del distrito tras las acusaciones de haber pagado a prostitutas con dinero público. Esta primera escena sigue muy de cerca el escándalo de Eliot Spitzner, que tuvo que dimitir como gobernador de Nueva York en 2008 por un escándalo similar al de Florrick. De hecho, las imágenes de las dos comparecencias (la real y la ficticia) son muy similares.
2. Los líos de faldas de los premios Nobel. Una joven masajista de un hotel acude al bufete donde trabaja Alicia Florrick porque quiere demandar a Joe Kent, un político estadounidense premiado con el Nobel de la Paz por su labor en favor de las mujeres africanas. La acusación: agresión sexual. Este episodio (el quinto de la segunda temporada) está basado en las acusaciones que recibió Al Gore, que quedaron en nada por falta de pruebas.
3. El matrimonio entre homosexuales. En 2013, una pastelería de Colorado se negó a preparar un pastel para una boda entre dos personas del mismo sexo y fue declarada culpable de haber violado las leyes del estado contra la discriminación.
No es el único caso similar, pero sin duda sirvió de inspiración para los guionistas de la serie: en un episodio de la sexta temporada, Diane Lockhart (Christine Baranski) defiende a una pareja gay contra una organizadora de bodas que se niega a trabajar para ellos. Lockhart le hace preguntas como “¿cuántas veces condenó Jesús la homosexualidad? ¿Y cuántas veces el divorcio? ¿Y no ha organizado ninguna boda para ningún divorciado? Entonces sus escrúpulos religiosos son, como mucho, selectivos”.
El capítulo se emitió durante el juicio al propietario del negocio y mientras el debate estaba muy vivo en Estados Unidos.
4. La NSA y Edward Snowden. En la quinta temporada, tanto Alicia Florrick como muchos de los protagonistas empiezan a ser espiados por la NSA. La imagen que se da de estos espías es la de unos veinteañeros que están más interesados en cotillear y en enviarse vídeos virales de cabras que en proteger la seguridad nacional. También aparece un Snowden de segunda, interpretado por Zach Woods, al que Alicia tiene que defender de cargos de traición tras haberse llevado un pendrive a casa… Por error.
Como explica la revista New Yorker, esta visión de la NSA no incluye grandes teorías de la conspiración como ocurre en series como House of Cards: “Una escucha simplemente lleva a la otra, lo que conduce a autorizar un ‘tercer salto’, lo que lleva a una vigilancia absoluta de todo lo público y lo privado". The Good Wife acierta al mostrar a estos espías como gente muy normal, casi mediocre, que se enfrenta a su trabajo como haría cualquier otro oficinista. Es más creíble y, en cierto modo, más terrorífico.
5. El racismo. La mayoría de los protagonistas de la serie son blancos y tienen dinero. Y esto explica que cuando se ha tocado el tema de los prejuicios, los guionistas han acertado sobre todo al retratar tanto el racismo institucional como la torpeza de las buenas intenciones.
Por ejemplo, no fue bien recibido el episodio de la sexta temporada en el que Alicia y su rival en las elecciones a fiscal, Frank Prady (David Hyde Pierce) debaten (en una cocina) acerca de la mejor forma de encarar el racismo policial, al hilo de lo ocurrido en Ferguson.
En cambio, tuvo mejores críticas la trama de la tercera temporada en la que Peter Florrick es acusado de racismo tras ascender a Cary Agos (varón blanco y joven, interpretado por Matt Czuchry), ignorando a otros empleados con más experiencia (y negros). Un artículo también de New Yorker recuerda cómo esta representación es más matizada de lo que suele ser habitual en la ficción: Florrick no cree ser racista, pero está claro que había pasado algo raro. “Fue una mirada inteligente a cómo las instituciones pueden alentar el racismo sin necesidad de estar fomentando abiertamente el odio”.
6. Los algoritmos de los buscadores. The Good Wife ha dedicado bastantes episodios a casos tecnológicos, muchos de ellos enfrentándose a Chumhum, un trasunto de Google. En uno de estos episodios, los abogados encuentran pruebas de que su algoritmo es racista porque el buscador de imágenes etiqueta las fotografías de personas negras como “animales”.
La serie recogía una polémica que había afectado a Google: su app de fotos etiquetó como "gorilas" a una pareja afroamericana. Además, apenas cinco meses después de la emisión de este episodio, Google fue acusada de nuevo de racista porque cuando uno buscaba “peinados no profesionales” aparecían, sobre todo, fotos de mujeres negras.
Google Photos, y'all fucked up. My friend's not a gorilla. pic.twitter.com/SMkMCsNVX4
— {name:jalcine} (@jackyalcine) 29 de junio de 2015
7. La dictadura china e internet. Los problemas de Google con China también se reflejan en la serie. Un disidente chino demanda a Chumhum durante la segunda temporada. Este activista había defendido la democracia en un blog anónimo y la empresa había proporcionado sus datos al gobierno, por lo que había sido encarcelado y torturado. Chumhum accede a dejar de dar nombres, pero solo porque tiene previsto abandonar el país. Como hizo Google.
8. La red social. Un joven de 25 años que ha fundado una exitosa red social quiere demandar a los autores de una película sobre su vida que no le deja muy bien. No, el joven no se llama Mark Zuckerberg, sino Patric Edelstein. El guionista, un engreído que habla muy deprisa y que ha tenido problemas con las drogas, está claramente basado (aunque de modo caricaturesco) en Aaron Sorkin, guionista de La red social.
9. La pena de muerte. El despacho de Alicia Florrick tiene nueve horas para salvar a un hombre que está en el corredor de la muerte. Así arranca el noveno episodio de la segunda temporada. Un funcionario da a entender a los abogados que tienen alguna posibilidad de lograrlo, pero no lo consiguen hasta que se dan cuenta de que el pentotal sódico está caducado, con lo que logran ganar algo de tiempo para replantear su estrategia.
A partir de agosto de 2009, hubo problemas de abastecimiento de un barbitúrico usado en la inyección letal. La empresa que lo elaboraba, Hospira, se instaló en Italia y el gobierno de este país le exigió que solo vendiera este producto para usos médicos. Muchos estados buscaron opciones alternativas.
10. El creador del bitcoin. En la tercera temporada aparece un personaje interpretado por Jason Biggs que dice ser el abogado del inventor del bitcoin. Necesita la ayuda de Alicia Florrick: el FBI quiere que dé el nombre de su cliente y él insiste en que ha de respetar la confidencialidad. El FBI acaba arrestando a Biggs y acusándole de ser el verdadero creador de los bitcoins. Aunque no es el único sospechoso.
La serie no solo sigue la actualidad, sino que, en parte, la anticipa: recientemente Craig Steven Wright, un empresario australiano de 44 años, ha afirmado ser el creador del bitcoin. Aunque no ha podido demostrarlo.
El personaje de Biggs vuelve a aparecer en un episodio de la cuarta temporada, en el que se trata el tema de las violaciones en las universidades estadounidenses. La víctima recibe la ayuda no solo de Biggs, sino también de un grupo con máscaras blancas (al estilo de Anonymous) que empieza a hacer pública información confidencial referente al caso.
11. Reddit y el atentado de Boston. Tras el atentado de la maratón de Boston, los usuarios del foro Reddit quisieron jugar a detectives y analizaron las imágenes publicadas con el objetivo de localizar a los sospechosos, llegando a confundir a uno de los hermanos terroristas con un estudiante que llevaba semanas desaparecido y que en realidad se había suicidado. Su familia no lo pasó nada bien cuando vio que la página de Facebook que había abierto para intentar encontrarlo se llenaba de mensajes de odio.
En la serie, Alicia Florrick tiene que representar a un cliente acusado de terrorista y buscado por el FBI por culpa de las teorías publicadas (sin pruebas) en un foro llamado Scabbit. Lo peor para su cliente: cuando el juez ordena el cierre de un hilo, se abren otros tres.
Este episodio de la quinta temporada se comentó a su vez en Reddit. Lo que más llamó la atención de los usuarios de Reddit fue que en Scabbit no hay puntos de karma, sino pimp points (puntos de chulo).
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!