Dar ánimos, nivel madre española: "Lo que viene es mucho más duro, tú verás"

A la madre del triatleta Iván Muñoz, en plena subida del Angliru, solo le ha faltado el "tú, si te cansas, te paras"

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Iván Muñoz, en lo alto del Angliru
Iván Muñoz, en lo alto del Angliru

En la subida al Angliru, uno de los puertos más célebres de la Vuelta a España, se suben 1.266 metros. El triatleta Iván Muñoz, de 21 años, se enfrentó a este puerto asturiano el sábado 20 de mayo. También al jarro de agua fría que le arrojó su madre en pleno ascenso: el vídeo en el que advierte a su hijo "lo que viene ahora es mucho más duro, tú verás".

En el vídeo puede verse cómo Muñoz recorre una de las cerradas curvas del puerto, en la que le esperan sus padres. En vez de un "vamos, que no queda nada", su madre, cámara en mano, le avisa de que queda lo peor. "En aquel momento me mosqueé", cuenta el triatleta madrileño por teléfono a Verne. De ahí su respuesta: "Joder, mamá, gracias". El vídeo se ha popularizado tanto a través de Twitter, donde ha superado los 12.000 retuits en menos de dos días, como por Facebook y WhatsApp.

Muñoz cuenta que sus padres y él subieron a Asturias un par de días para ver a unos familiares. De camino, pararon en el Angliru para que el joven hiciera un entrenamiento de cara a su próximo objetivo, el Campeonato de España de Triatlón Sprint. "Mis padres me dejaron de camino e iban dándome apoyo con el coche: me adelantaban, paraban a verme, continuaban..." A dos kilómetros del fin del ascenso fue cuando su madre, llamada Mariví, grabó el vídeo.

"Cuando vi el vídeo, ya en el coche, me reí mucho y al día siguiente lo subí", cuenta. "He alucinado con la repercusión. Y mi madre, también". Parte del éxito radica en la cantidad de gente que se ha sentido identificada. El comentario podría haberlo dicho cualquier madre española:

Uno de los comentarios que le han dejado a Muñoz en Twitter es "ya debes de estar en el 94% de los grupos de WhatsApp de grupetas [amigos ciclistas] de España". El porcentaje es inventado, pero sí es cierto que ha tenido especial repercusión entre deportistas. No es raro que, antes de una carrera o una salida en bici, hayan escuchado frases parecidas. Al hilo del mensaje de Muñoz, corredores y ciclistas compartían otras frases clásicas de madres:

Mariví tenía motivos para advertir a su hijo: los dos últimos kilómetros del Angliru son la parte más dura de la ascensión, con rampas de hasta 23 grados de inclinación. "Me dijeron que al coche, en segunda, le costaba subir", cuenta el madrileño. Como todas las madres, la de Muñoz llevaba razón.

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