El rap de Resines y otros momentos de los Goya que se recuerdan mejor que las películas ganadoras

¿Te acuerdas más de la abuela de Daniel Guzmán o de la cinta que triunfó ese año?

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El rap de Resines, lo mejor de la gala de 2012
El rap de Resines, lo mejor de la gala de 2012

Muchos recuerdan algunos de los grandes momentos ocurridos durante una gala de los Goya. A ratos, resulta que no es tan aburrida y deja una anécdota digna de comentar en redes sociales. Probablemente, recuerdes las mejor qué el título de la producción que logró ese año el Goya a mejor película.

Te proponemos que repases algunos de esos momentos virales y luego te pongas a prueba con un test sobre las ganadoras de sus correspondientes ediciones.

2011: la invasión de Jimmy Jump

Jimmy Jump, invasor profesional de eventos multitudinarios como competiciones deportivas y festivales de Eurovisión, se coló en la gala de los Goya de 2011 justo antes de que se concediera el premio a mejor actor. La cara de los candidatos, Javier Bardem, Luis Tosar y Antonio De la Torre no se la hemos visto en ninguna de sus películas.

2012: el rap de Resines

Pues no hay mucho que explicar en este caso porque no se encuentra explicación a que Antonio Resines terminara rapeando durante la ceremonia de esta edición. Quizá fue un intento de los guionistas de combatir las críticas habituales de este tipo de galas, siempre largas y aburridas.

2013: el discurso LinkedIn de Candela Peña

Una de las actrices con más Goya de la historia -tiene 3 estatuillas de 6 candidaturas-, Candela Peña, aprovechó su momento sobre el escenario como mejor actriz de reparto para pedir trabajo en los años de la crisis económica y reivindicar mejoras en los mermados servicios públicos.

"Hacía tres años que no trabajaba. En este tiempo he visto a mi padre morir en un hospital público, donde no había mantas para taparlo, donde no había agua para darle de beber. En estos tres años que no trabajo ha salido de mis entrañas un niño que no sé qué educación pública le espera y he visto también cómo la gente se mata por no tener casa (...) Desde aquí os pido trabajo; tengo un niño que alimentar", comentaba en su discurso.

2015: el beso de Dani Rovira y Clara Lago

Dani Rovira celebró que había ganado el Goya al actor revelación se fue al encuentro de Clara Lago, su pareja en la vida real y en la película Ocho apellidos vascos. Su beso recordó a otro igual de comentado. ¿El de De aquí a la eternidad? No, el de Iker Casillas y Sara Carbonero.

2016: el homenaje de Daniel Guzmán a su abuela

Aunque hubo muchos memes con la imagen del rostro compungido de Daniel Guzmán, lo que más se recuerda de esta edición fue cómo dedicó su triunfo a una de las actrices de su película, con la que había acudido a la gala: su abuela Antonia. Dedicó parte de su discurso a agradecerle su esfuerzo y, por tanto, al de todas las abuelas de España.

"Gracias a ti abuela me he levantado año tras año cuando estaba en el suelo y cuando nadie quería esta película", decía un emocionado Guzmán mientras su abuela aplaudía, "porque de verdad eres mi estrella, abuela. Y has conseguido hacer con 93 años lo que yo nunca podré hacer. Te lo agradezco de corazón", decía en su pequeño homenaje intergeneracional a Antonia Guzmán, que falleció en octubre de 2018.

2017: la supuesta venta de un Goya

El viral de esta edición llegó días antes de la entrega de premios, cuando se publicó la supuesta venta de un Goya de Juanma Bajo Ulloa en una tienda de segunda mano de Vitoria. El director lo desmentía en un vídeo en YouTube, en el que aprovechaba para hacer broma sobre el asunto.

Al final de la grabación, se saca una de las estatuillas de la chaqueta y comenta: “¿No le interesará a alguno un Goya? -dice, casi susurrando-. “Está en perfecto estado”. Acto seguido lo utiliza para partir unas nueces. Luego vuelve a acercarse a la cámara y saca la Concha de Oro que ganó por la misma película en el Festival de San Sebastián: “Si os lleváis también la Concha de Oro os hago precio”.

Otros tres virales antes de las redes sociales

Guillermo Toledo (izquierda) y Alberto San Juan, presentadores de la gala de los Goya de 2003, con unas camisetas con el mensaje "Guerra no". / Bernardo Perez

1990: el muro entre Almodóivar y Carmen Maura

"Esta es la primera noche que nos encontramos desde Los Ángeles y quiero aprovechar para decir que me he acordado de ti en [el festival de Cine de] Berlín, donde estuvimos juntos hace tres años con La ley del deseo. Te traigo como regalo un trozo de muro. Yo siempre he querido darte un premio y este es el premio que te doy. Tómalo como sugerencia de que si un muro tan espantoso e irracional como el de Berlín ha caído, ése que nos separa a ti y a mí puede también caer de un momento a otro".

Pedro Almodóvar recurría en los Goya de 1990 a un discurso propio de la protagonista de una de sus películas para intentar reconciliarse con su musa perdida, Carmen Maura, que era en ese momento presentadora de la gala en la que él intervenía.

El momentazo, de haber existido YouTube por aquel entonces, se hubiera convertido en uno de los primeros virales de la historia de estos galardones. Sus palabras sirvieron para que ambos se soportaran lo justo mientras rodaban Volver y poco más.

1998: manos blancas

El presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España en 1998, José Luis Borau, mostraba sus manos blancas en repulsa por el último atentado de la banda terrorista ETA, que acabó con la vida del concejal popular sevillano Alberto Jiménez y su esposa.

2003: No a la guerra

La edición del 2003, la del No a la guerra presentada por Willy Toledo y el resto de la compañía de teatro Animalario, fue un viral constante. Las dos Españas se significaron en la alfombra roja a través de los invitados que pasaban por ella. Unos llevaban las pegatinas con el famoso lema que rechazaba la beligerante postura de José María Aznar en la Guerra de Irak. Otros no. Mientras, los medios de comunicación tomaban buena nota de quién estaba en cada bando y germinaba el desencuentro entre el cine español y el PP que dura hasta nuestros días.

La presidenta del momento, Marisa Paredes, pronunció un discurso en el que intentaba lanzar un mensaje positivo. En él se trataban temas que, años después, siguen siendo vigentes. "Esta no es una noche tensa; sino libre. No hay que tener miedo a la cultura ni al entretenimiento, ni a la libertad de expresión, ni muchos menos a la sátira, al humor. Hay que tener miedo a la ignorancia y al dogmatismo. Hay que tener miedo a la guerra", dijo la actriz en esa noche de 2003.

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