Definición de expatriado: aquella persona que vive en el extranjero y gasta su dinero y sus vacaciones en venir a discutir con su familia.
1. Nada más aterrizar, te haces una foto en el primer bar que pillas con una caña/pincho de tortilla/tapa de jamón y la subes a Facebook o Instagram con la frase: “Por fin”.
2. Te giras todo el rato por la calle porque oyes a la gente hablar en español. Es un poco absurdo porque aquí TODO EL MUNDO habla en español, pero tú sigues dando un respingo y dándote la vuelta. Incluso si vives en un país latinoamericano, porque no estás acostumbrado a escuchar “español de España”.
3. Tu día se convierte en una gymkana: tienes 10 citas al día y siempre crees que vas a poder llegar a todo (y no). Al final acabas juntando grupos de amigos que nunca se habrían encontrado si no fuera por ti.
4. Engordas dos kilos: tortilla, chorizo, cocido, calamares, torreznos, chocolate con churros, fabada, patatas bravas, paella, arroz con leche, chopitos, chocolate con porras, ensaladilla rusa, oreja, patatas alioli, morcilla, sepia, palmeras de chocolate, salmorejo. Y todo eso en un mismo día.
5. Te tomas una caña en una terraza, aunque haga -3 grados. Y si es verano y el termómetro marca 40, a ti te da igual y te sientas al sol.
6. Das las gracias y la gente te mira raro. Luego pides perdón y también te miran raro.
7. Intentas ir siempre a bares con Wifi porque no tienes tarifa de datos y quieres ver cuántos likestiene tu foto del pincho de tortilla.
8. Te sale una vena guiri y quieres ir a todos los sitios míticos de tu ciudad porque "la he echado mucho de menos". Tus amigos no entiende por qué de pronto se te antoja quedar en las Ramblas o comer un bocata de calamares en Madrid.
9. Si vives en Estados Unidos o Reino Unido te cae la pregunta: “Tú el inglés ya lo dominarás, ¿no?”
10.Si vienes de Latinoamérica, te dicen “huy, pero eso es muy peligroso, ¿no?”. Da igual en qué punto del continente vivas.
11. Te peleas con tu familia aunque la última vez que viniste - que también discutisteis - prometiste que no iba a volver a pasar.
12. Siempre hay alguien que propone quedar contigo en un restaurante mexicano (si vives en México), en uno chino (si vives en China) o ir a un pub irlandes para tomar una pinta (si vienes de Dublín). Para que no lo eches de menos, dicen.
13. Que las azafatas de Iberia sean bordes te parece hasta entrañable.
14. Duermes más y mejor porque hay persianas. De hecho, bajas las persianas a la mínima hasta para echarte la siesta. (La siesta, otra cosa que solo haces cuando vienes de visita).
15. Te das cuenta de que has gastado todas tus vacaciones en estar con tus amigos de siempre en los bares de siempre. Y te da igual.
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