Cayetana Fitz-James Stuart, que ha muerto este jueves a los 88 años, era varias veces duquesa, casi veinte veces marquesa, otras tantas veces condesa y, además, vizcondesa, condesa-duquesa y condestablesa. En total, más de 40 títulos nobiliarios y múltiples condecoraciones y títulos honoríficos como hija predilecta de Andalucía, de Sevilla, medalla de oro de Madrid y de Bellas Artes y alcaldesa honoraria de Liria. Todo esto la convertía en la persona con más títulos nobiliarios de España, incluso más que los Reyes. Pero, aunque existe una extendida leyenda que dice lo contrario, tenía que hacer una reverencia la reina de Inglaterra y ante cualquier rey.
El saludo de la duquesa de Alba (19.10.1988)
Gerardo Correas
La reina de Inglaterra ofreció anoche en el palacio de El Pardo un cena de gala en honor de los Reyes, en devolución a la que el día anterior se celebró en el palacio Real. En ambas oportunidades la cifra de invitados rondó el centenar y medio. Entre quienes estuvieron en el palacio Real se encontraban los duques de Alba. Cayetana de Alba presentó sus respetos a su vieja amiga con una genuflexión.
La soberana y la duquesa hablaron de sus tiempos de infancia en Londres, cuando el padre de Cayetana era embajador en la corte de Saint James y la entonces niña iba a ver a la princesa al palacio de Buckingham. La duquesa considera "estupenda" y "fantástica" la visita de la reina de Inglaterra, "un acontecimiento único". Desde aquellos tiempos no se habían vuelto a ver. En el palacio Real, la duquesa se inclinó ante la soberana británica, en contra de la suposición popular de que los títulos que acumula la anteponían a la reina de Inglaterra en una hipotética jerarquía de honores. "Eso es literatura" dijo ayer Cayetana de Alba: mientras esperaba la llegada de Isabel II al Museo del Prado.
Hay muy pocas imágenes de ese momento (como esta), pero ocurrió. La crónica que publicaba EL PAÍS el 19 de octubre de 1988 sobre el encuentro entre la reina de la Inglaterra y la duquesa de Alba, en una cena de gala en El Pardo da cuenta ya de la leyenda urbana, que la propia Cayetana desmentía. La pieza se titulaba “El saludo de la duquesa de Alba” y sus dos primeros párrafos eran estos:
Lo cierto es que, a pesar de los títulos que poseía, la Duquesa de Alba no tenía un lugar especial en la línea de protocolo. Como explica Gerardo Correas, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo y director del área de Protocolo de la Universidad Europea, "se han creado muchas leyendas respecto a esto. En España hay un orden de precedencias de autoridades - un real decreto de 1983- pero es eso, para autoridades, y ahí no aparece la Duquesa de Alba. Por tanto, en el orden de precedencias en un acto, debería estar ubicada donde considere el que organiza el acto". Aunque Correas recuerda que "por la 'calidad' de sus títulos, sin duda era la número uno del mundo, debido a la cantidad de grandezas de España que tiene, que es la dignidad más alta de Europa".
Como hemos visto más de una vez, aunque los Reyes de España poseyeran menos títulos, la Duquesa de Alba siempre les saludó con una reverencia, "según se marca por la tradición, aunque en estos momentos es un gesto que cada vez está más en desuso", dice Correas.
Este es el vídeo en el que se ve cómo hizo la genuflexión ante los cuatro:
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