Duelo nacional: muere el autor de 'me echaron droja en el cola cao'

José Tojeiro, el hombre al que unas "prestitutas" echaron "droja en el cola cao" murió la noche del miércoles a los 80 años en el Hospital Naval de Ferrol. Vivía en la Residencia Hermanas de los Ancianos Desamparados de Piñeiros, en el municipio de Narón, publica el Diario de Ferrol. La frase la pronunció en una entrevista en 1993 en Código Uno, el programa sobre sucesos presentado por Arturo Pérez Reverte. El vídeo con el testimonio se subió a YouTube en 2006. Pero ya antes de que se convirtiera en un fenómeno en la red, los programas de zapping hicieron su laboral viral.  La expresión "droja en el cola cao" empezó a extenderse y con ella la leyenda de este héroe de internet antes de que existiera internet.

La frase se estampó en camisetas y en tazas que aún se pueden comprar online por nueve euros. Además, se crearon varios grupos en Facebook, algunos con más de 40.000 seguidores. Una búsqueda rápida en Google arroja más de 42.000 resultados.

El suceso ocurrió al regresar Tojeiro de Suiza, donde había emigrado buscando trabajo. Tres mujeres llamaron a la puerta de su casa y las dejó pasar. Le ofrecieron sus servicios de prostitutas "de manera voluntaria", relataba en el vídeo, aunque él pagó "naturalmente un dinero, no excesivo". La realidad fue que no solo querían darle "placer de prestitación", como él mismo describió, sino que le robaron algo menos de cuatro millones de pesetas. Cuando Tojeiro se percató del robo, lo denunció y ante las preguntas de la policía fue cuando se percató que la razón por la que le habían asaltado sin darse cuenta era que le habían drogado. "Me echaron droja en el cola cao porque domí un montón de horas y yo no duermo tanto".

En una entrevista que concedió al Diario de Ferrol en 2013, Tojeiro, que ya no hablaba de cola cao, sino de bebidas alcohólicas, recordó el suceso y aclaró que nunca había recuperado el dinero y que sabía que una de las chicas había sido detenida. "Querían archivar el caso y yo me negué", le dijo al periódico argumentando un complot en el que aún en aquel momento seguía creyendo.

La noticia de su muerte ha generado muchos mensajes de condolencia usando una expresión que se convirtió en parte de la cultura pop de los noventa.

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