Instagram anunciaba hace unos días que la última actualización de su aplicación permite publicar fotos y vídeos en vertical y horizontal. A partir de ahora, por tanto, no será necesario recurrir a otras aplicaciones para cargar imágenes que no utilicen el formato cuadrado, una de las grandes señas de identidad de esta red social. Según explicaba la compañía en su blog, han tomado esta decisión después de comprobar que una de cada cinco imágenes publicadas, no era cuadrada.
Una vez más Instagram vuelve a introducir cambios tras observar los hábitos de sus usuarios. Hábitos, por otra parte, que suelen modificar y promover otras aplicaciones. La aparición de Vine, por ejemplo, logró que se pudieran publicar microvídeos, y herramientas como Afterlight o VSCO Cam llevaron a ampliar el repertorio de filtros y añadir funciones de edición a la imagen. Ahora Instasize, la principal aplicación para publicar imágenes verticales u horizontales en Instagram, ha logrado que el formato cuadrado sea solo uno más de los que podemos elegir al publicar una foto.
Instagram, no obstante, seguirá respetando el formato cuadrado y este aparecerá por defecto cuando carguemos cualquier foto o vídeo. Si queremos respetar las proporciones originales de la imagen tenemos que indicarlo explícitamente. También debemos ceñirnos a estas dimensiones al hacer fotos o grabar vídeos desde la propia aplicación. Y las miniaturas de las imágenes siguen siendo cuadradas. Algo que, por cierto, despista bastante pero que está relacionado con los usuarios que juegan a crear mosaicos.
No es extraño que Instagram siga apostando por el único formato de imagen cuya anchura es igual a su altura, pues en realidad este fue el ingrediente secreto que logró desatar la fiebre por la aplicación en sus inicios. Aunque siempre se habla de los famosos filtros, fueron las fotos cuadradas las que lograron que nos sintiéramos mejores fotógrafos.
La idea en realidad la copiaron de una vieja cámara de Kodak a la que Instagram le debe su nombre: la Instamatic. Esta máquina fue diseñada para simplificar al máximo la forma en que se tomaban las fotografías. En vez de carretes estándar, que en ocasiones los fotógrafos novatos no sabían poner y quitar correctamente, utilizaba cartuchos de película de 126mm. Cada fotograma de estos carretes era cuadrado. Lo que facilitaba enormemente la tarea de encuadrar.
Componer en formato cuadrado le da seguridad al fotógrafo novato pues basta con que hagamos coincidir el elemento que más nos interesa con el centro de la composición para obtener una imagen más o menos armoniosa. Facilita imágenes simétricas, equilibradas, instantáneas que van al grano. Además, al hacer una foto o grabar un vídeo con el móvil este puede colocarse indistintamente en vertical -la posición natural para sujetarlo- o en horizontal. El resultado será idéntico en ambos casos.
Si encerramos un círculo en un cuadrado obtenemos algo que está muy cerca de la armonía absoluta. Para comprobarlo basta con echar un vistazo a uno de los grupos más antiguos de Flickr: Squared circle, creado en el año 2004. En él solo aparecen fotos de objetos circulares dentro de una foto con proporciones cuadradas. Para enfatizar esa armonía basada en el círculo Instagram añadió a muchos de sus filtros el viñeteado circular de la imagen. Un efecto de gran ayuda para que los detalles recogidos en los bordes de la imagen, no desvien la atención del motivo central de la composición.
Pero el formato cuadrado también tiene un problema: es un poco aburrido. Crear dinamismo en un cuadrado no es nada fácil. Por eso muchos usuarios de Instagram prefieren publicar fotos en horizontal o vertical. El formato horizontal es el más natural, porque se ajusta a cómo vemos el mundo con nuestros propios ojos. Nos permite captar mejor toda clase de imágenes panorámicas, incluyendo los selfis de grupo o casi cualquier paisaje.
El formato vertical, que han popularizado las cámaras de los móviles, es ideal cuando aparecen elementos verticales en una imagen o para añadir tensión, pues obliga a hacer un barrido visual para ver la totalidad de la imagen. Si queremos hacer un retrato de cuerpo entero, este formato es la mejor opción.
Eso sí, conviene tener en cuenta que al publicar una foto o un vídeo vertical en Instagram la imagen llena prácticamente toda la pantalla del teléfono. El que quiera verla correctamente tendrá que hacer un mínimo esfuerzo para situarla. Puede parecer un detalle sin importancia, pero lo cierto es que puede entorpecer la lectura.
Otro detalle a tener en cuenta si hacemos fotos en formato horizontal es la conveniencia de seleccionar -siempre que la cámara lo permita- la proporción 4:3 en lugar de la 16:9, presente por defecto en muchas cámaras de teléfonos como la del Samsung Galaxy S6.
Cuanto más panorámica sea la imagen, más pequeña se verá en la pantalla del móvil pues la aplicación de Instagram -a diferencia de otras como la de Flickr- solo permite ver las fotografías con el teléfono colocado en vertical. De hecho, Instagram impone un límite en el ancho de las imágenes a publicar, para que estas no se vean demasiado pequeñas en el timeline. Otra muestra más de que, a pesar de abrir las puertas a imágenes con otras proporciones, Instagram pretende mantener cierto orden visual.
* Dos libros para saber más sobre el formato cuadrado: El poder del centro, de Rudolf Arnheim y El Cuadrado, de Bruno Monari.
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