El necesario y justo homenaje de Daniel Guzmán a la figura de los abuelos

No fue una noche de grandes discursos. Pero sí hubo un hombre que se emocionó y conmovió al resto de asistentes a la XXX edición de los Premios Goya: Daniel Guzmán. Era la primera vez que acudía defendiendo una película como director y lo hizo acompañado por su abuela, Antonia Guzmán, que a sus 93 años se estrenaba como actriz, actuando en A cambio de nada, y dirigida por su nieto. Este, que siempre que tiene ocasión recuerda lo importante que ha sido en su vida la figura de su abuela, no se olvidó de ella cuando subió al escenario a recoger su premio como mejor director novel.

"Gracias a ti abuela me he levantado año tras año cuando estaba en el suelo y cuando nadie quería esta película", decía un emocionado Guzmán mientras su abuela aplaudía, "porque de verdad eres mi estrella, abuela. Y has conseguido hacer con 93 años lo que yo nunca podré hacer. Te lo agradezco de corazón". Un pequeño homenaje intergeneracional que dejaba sin aliento y al borde de las lágrimas a algunos de los asistentes como Javier Cámara, tal y como recogían las imágenes de RTVE. Antonia se quedó sin premio a mejor actriz revelación, pero se llevó un reconocimiento mucho más valioso.

Valorar los esfuerzos de las generaciones anteriores, que no lo tuvieron nada fácil y se sacrificaron y lucharon para sacar adelante a sus familias es algo que Guzmán ha reivindicado a lo largo de la gira de presentación de su película.  "La figura del anciano es imprescindible en nuestra sociedad", señalaba en una entrevista para la Cadena SER.

El gesto con su abuela durante los Goya - con el que cualquiera puede sentirse identificado - también fue elogiado por los espectadores a través de las redes sociales. Los tuiteros aplaudieron además la humildad de Antonia que reconocía durante su paso por la alfombra roja que "iba vestida de sí misma y de su hija" - con un traje confeccionado por ambas.

Guzmán no ha ocultado que el protagonista de A cambio de nada - elegida Mejor Película en la última edición del Festiva de Malága - tiene mucho de su yo adolescente. Un chico de barrio obrero que debe enfrentarse a varias dificultades y que logrará encontrar su camino en la vida gracias, entre otras cosas, a la influencia de su abuela: "Tengo una relación con mi abuela muy especial, y siempre me ha atraído cómo abuelos y nietos aprenden mutuamente".

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