Lo de este lunes por la tarde con el cielo de Madrid fue, para muchos, un escándalo. Había llovido y al habitual atardecer con colores intensos, como posando para Instagram, se le unió un arcoíris completo. Se compartieron multitud de fotos en redes sociales y algunos incluso consideraron que esa escena compensaba los últimos días de lluvia.
Y después de la lluvia... el cielo de Madrid nos hace un regalo. 😻 pic.twitter.com/oU0GfnQXns
— Ayuntamiento Madrid (@MADRID) 9 de mayo de 2016
Regalos del cielo de Madrid: dejó de llover al comenzar el directo de @A3Noticias y salió este arco iris. pic.twitter.com/ynYJeSXtdu
— Narciso Michavila (@nmichavila) 9 de mayo de 2016
El cielo de Madrid es el único que no necesita filtros 🍊 pic.twitter.com/SIPdnnbCkM
— María (@Merita5) 9 de mayo de 2016
Este cielo con colores tan intensos tiene un nombre, nos explica Rubén del Campo, observador y especialista de la Agencia Española de Meteorología. Se trata de un candilazo, palabra que el diccionario de la RAE define como “arrebol crepuscular”.
El candilazo es lo que ocurre cuando el Sol ilumina un atardecer (o un amanecer) nuboso. Son frecuentes en primavera: cuando las tormentas pierden fuerza, esta estrella ilumina las nubes que quedan en el cielo. Lo hace además con luz rojiza: para entonces el Sol está bajo en el horizonte y la luz tiene que atravesar un tramo mayor de la atmósfera, por lo que la dispersión hace que nos llegue de este color. La tarde del lunes, además, se sumó un arcoíris.
Por supuesto, los candilazos no son exclusivos de Madrid, pero se ven con tanta intensidad en esta ciudad porque “está situada en una zona llana y así hay más horizonte a la vista, al contrario de lo que ocurriría, por ejemplo, en un valle entre montañas”. Es decir “hay mucho cielo en Madrid”.
De hecho, Del Campo menciona que en alguna ocasión, desde el Sistema Central se ha podido fotografiar alguna tormenta de Sierra Morena (con el equipo adecuado, claro), ya que entre estas montañas hay un horizonte amplísimo apenas interrumpido por los montes de Toledo.
Por cierto, si además de mirar el cielo extasiados queremos hacer buenas fotos, Del Campo nos recomienda “mucha paciencia” y estar “pendientes de la situación meteorológica”. También es conveniente situarse en un punto elevado, como el Cerro de los Ángeles. En cuanto a la cámara, Del Campo aconseja “una buena réflex que responda bien en condiciones de poca luminosidad”. Aunque “esto es como la Fórmula 1 -añade-, la mayoría de las veces importa más el piloto que el coche”.
Aquí van unas cuantas más:
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