El fotógrafo Tim Samuel y la camarógrafa Franny Plumridge captaron en una de sus sesiones de submarinismo en la Bahía de Byron (Australia), la insólita imagen de un pez dentro de una medusa.
La foto la subieron a Instagram el 24 de diciembre pasado, pero hace seis días recibió un empujón cuando discoverocean, un perfil con más de 663.000 seguidores, republicó la imagen en la red social.
"Atrapado en una medusa", escribió el autor de la foto junto a su instantánea. El 4 de junio, después de recibir un aluvión de mensajes y comentarios por la primera foto, subió a Instagram otra imagen de la misma escena, pero desde otra perspectiva. "A T R A P A D O", volvió a escribir con cierta carga de dramatismo.
Que nadie se preocupe por el pobre pez. En realidad, si hay una víctima en esta escena sería la medusa. El pez no se ha quedado atrapado, sino que se ha metido dentro a comerse sus gónadas y estomágo, según explica a Verne el experto en medusas y otros cnidarios del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, Josep Maria Gili.
"La mayoría de peces se comen las medusas, pero no los tentáculos. Perforan con los dientes la pared de la medusa para comerse sobre todo las gónadas", explica el profesor de investigación del CSIC. En esta foto, el lugar donde están los ojos y la boca del pez es donde normalmente se encuentran los órganos reproductores de la medusa, que ya no están.
La falta de estómago y gónadas, la posición de los tentáculos y la orientación del pez es lo que lleva al experto a descifrar la escena, porque las medusas también comen peces -aunque más pequeños- y podríamos haber estado ante el caso contrario.
La medusa está flotando, todavía vive, pero Gili no le da mucha esperanza de vida. "Se ha quedado sin estómago y sus posibilidades de recuperación van a estar limitadas. Cuando el pez la deje, durará pocos días y se la acabarán comiendo crustáceos y otros bichos".
El profesor cuenta que lo habitual es ver a los peces comer medusas desde fuera. "Tendría mucha hambre y ha entrado", dice sin darle importancia, aunque subraya la oportunidad de haber conseguido inmortalizar una escena que calcula que no debió durar más de dos minutos. "¡Chapó por la foto!", exclama.
Al autor de la imagen le han enviado un vídeo, que compartió este jueves, en el que se recogía el momento en que otro pez se mete en una medusa. Aunque no sea exclusiva, que haya otras no hace su foto menos excepcional.
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