Se ha intentado de todo para encontrar el secreto de la felicidad. Hasta han inventado fórmulas matemáticas. Lo que siempre ha funcionado es disfrutar de las cosas pequeñas que se esconden tras la rutina. La clave está en detectar esas oportunidades sencillas, que pasan delante de nuestras narices y que nos cuesta muy poco atrapar al vuelo.
No tener que dar vueltas con el coche para encontrar aparcamiento, el día en que (¡al fin!) vuelve tu serie favorita o cazar chollos en internet -como el Amazon Prime Day, pensado para que aquellos que se hagan miembros de Amazon Premium o que ya lo sean se encuentren hoy 12 de julio con ofertas especiales en artículos de electrónica, hogar o moda- aseguran una sonrisa.
Estas son algunos lujos que nos alegran la vida.
- Que el camarero del bar al que vas todos los días te sirva lo que quieres sin tener que pedirlo.
- El primer baño en la playa del verano.
- Dormir entre sábanas recién lavadas.
- Cuando te llega un pedido de una tienda online antes de tiempo.
- Encontrar aparcamiento frente a tu destino.
- Encontrarse el vagón del tren vacío y hacer lo que te dé la gana.
- Meter dinero en una máquina de comida y que caigan dos productos.
- Subir al bus o al metro justo antes de que se marche.
- Comprar pan y que esté recién hecho.
- Saltarse la dieta, aunque sea solo por un día.
- Cuando regresa tu serie favorita.
- Descalzarse al llegar a casa.
- Encontrar cinco euros en el bolsillo de un pantalón.
- Descubrir un nuevo truco de cocina.
- Brindar con los amigos.
- Aprender una forma nueva de reciclar.
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