La organización de Río vacía una de sus piscinas para acabar con el problema del agua verde

Han retirado los 3,73 millones de litros de la piscina utilizada para sincronizada ante las dificultades para volverla cristalina de nuevo

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Synchronised Swimming - Duets Free Routine - Preliminary
A la izquierda, la piscina de saltos, todavía verde. A la derecha, la de waterpolo y sincronizada durante el cambio de agua. REUTERS

El problema de las dos piscinas olímpicas cuya agua se volvió verde –y provocó el cierre temporal de una de ellas– a principios de esta semana tendrá, finalmente, un brusco desenlace: ante las dificultades que la organización está teniendo para que el agua regrese a su color cristalino, han decidido vaciar la piscina de waterpolo y sincronizada y llenarla de nuevo.

"Lo hemos intentado durante cuatro días", reconocía Gustavo Nascimento, director de gestión del comité organizador, en declaraciones recogidas por la agencia AFP. "Obviamente, no va tan rápido como queríamos, así que vamos a cambiar el agua". El cambio debe quedar concluido este domingo 14 de agosto, antes de que arranquen las competiciones de sincronizada en esa piscina.

La piscina de waterpolo y sincronizada, durante las labores de vaciado. STEFAN WERMUTH (REUTERS)

Por el momento se reemplazarán los 3,73 millones de litros de agua de la piscina utilizando el agua de la piscina de calentamiento, que se encuentra en buen estado. La piscina de saltos, primera en convertirse en verde, seguirá con el tratamiento químico para intentar devolverla a su color cristalino.

Según ha explicado Nascimento, el agua turbia no afecta al desarrollo de la competición de saltos, pero para la natación sincronizada es necesaria total cristalinidad. De lo contrario, ni los jueces podrían observar a las nadadoras ni estas verse entre ellas.

Agua oxigenada, el nuevo culpable

Aunque en un primer momento la organización achacó el cambio de color del agua al "aumento del uso de la piscina" que provocó un descenso de su alcalinidad, el culpable, según Nascimento, es otro: el peróxido de hidrógeno, más conocido como agua oxigenada. El organizador ha explicado que un trabajador añadió 80 litros de este compuesto a las piscinas, lo que habría neutralizado el efecto del cloro.

Precisamente, el tratamiento que se estaba llevando a cabo para aumentar la alcalinidad del agua consistía en añadir más cloro. El aumento de este compuesto provocó el pasado miércoles las quejas de algunos jugadores de waterpolo, molestos por el picor de ojos que les producía.

"La situación es vergonzosa", ha reconocido el portavoz de los Juegos, Mario Andrada, en declaraciones recogidas por Reuters. "Este es posiblemente el único problema que no hemos sabido solucionar rápidamente".

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