Los usas a diario, por los menos traes uno de ellos en tu cartera y te llenan de felicidad cuando los ves salir de un cajero automático. Estás muy familiarizado con los billetes mexicanos, pero tal vez no tanto con las razones detrás de su diseño, color o material. Alejandro Alegre, director general de Emisión del Banco de México (Banxico), le explica a Verne en entrevista cómo estos elementos de los billetes cumple una función.
1. Los personajes en cada billete representan una etapa de la historia de México
La Junta de Gobierno de Banxico es la que decide qué personajes históricos adornarán los billetes. Está conformada por cinco miembros: el Gobernador y cuatro subgobernadores. En 2003, la Junta autorizó el diseño de la más reciente familia de billetes, la F. La mayoría de los personajes en ellos ya aparecían en series previas, a excepción de Frida Kahlo y Diego Rivera reemplazaron a Ignacio Zaragoza en el billete de 500 pesos. “La Junta de Gobierno tomó esta decisión para representar a dos personajes destacados en el ámbito de las artes”, explica Alegre.
El siguiente cuadro muestra las épocas y eventos históricos que representan los personajes en cada billete. No está permitido hacer copias digitales de dinero en México, por eso los reemplazamos con otras imagenes de los personajes.
2. Hay que estudiar historia de México para diseñarlos
Una vez que la Junta decide crear un nuevo diseño de uno o varios billetes, un equipo de entre seis y ocho diseñadores dedican desde seis meses hasta un año en crear propuestas. Este proceso es un poco más complicado que hacer un par de bocetos en una computadora. “El primer paso es hacer una serie de investigaciones relacionadas con el motivo que queremos reflejar”, dice Alegre. “Para eso, los diseñadores recurren a libros, museos, fotografías y a expertos”.
El equipo diseña actualmente un billete conmemorativo del centenario de la Constitución, que saldrá a circulación en 2017, comenta el funcionario. “Los diseñadores han visitado el Teatro de la República en Querétaro (donde se promulgó) para captar el edificio de la mejor forma. También han ido a Coahuila para ampliar su investigación sobre Venustiano Carranza (quien la promulgó en 1917)”.
Las imágenes en el reverso de los billetes están relacionados con los personajes del anverso. El de 20 pesos, por ejemplo, muestra el sitio arqueológico de Monte Albán que está en Oaxaca, estado natal de Benito Juárez. La Hacienda de Panoaya (Estado de México), el lugar donde creció Sor Juana Inés de la Cruz, está en el 200 pesos. En el billete de 1.000 se puede ver la Universidad de Guanajuato, Estado en el que Hidalgo inició el movimiento de Independencia. Guanajuato significa lugar de las ranas ¿puedes encontrar una en ese billete?
3. La mariposas en los de 50 pesos no son adornos
El diseño de un billete debe ser estético y seguro al mismo tiempo. Los diseñadores trabajan de cerca con un equipo de por lo menos 30 personas para incorporar una serie de elementos para evitar falsificaciones. “El reto es crear una armonía entre el mensaje histórico y cultural que queremos enviar y la funcionalidad del billete”, dice Alegre.
Existen 14 elementos de seguridad y cada billete tiene entre ocho y 10. Si alguna vez te has preguntado por qué los cajeros del Oxxo alzan tus billetes para mirarlos, es porque si los pones a contraluz puedes ver una versión pequeña del retrato del personaje. Si miras de cerca la tira vertical brillante en los billetes de 100, 200, 500 y 1.000 pesos podrás ver un patrón de conchitas que se moverán en la dirección en la que gires el billete. “Para integrar este elemento es necesario hacer muchos cálculos con el del peso para equilibrar el peso de los pliegos durante la impresión, así como la distancia de este hilo con otro elemento de seguridad”, explica Alegre. “Si se sobreponen, las máquinas de autentificación no los leerán correctamente”.
Uno de los elementos más recientes es la mariposa tornasol en el billete de 50 que se agregó en 2013. “México fue el primer país en implementar un elemento así en un billete de polímero (el compuesto químico con el que se hacen los de 20 y 50 pesos). Ha sido muy bien recibido porque es fácil de identificar tanto para los bancos como para la población”, comenta Alegre. ¿Por qué una mariposa? Es una monarca como las que viajan a Michoacán cada invierno, Estado de donde es Morelos, el que aparece en los billetes de 50 pesos.
4. Su color y tamaño fueron elegidos para la gente con alguna discapacidad visual
La Junta de Gobierno tiene la libertad de elegir los personajes en los billetes y el equipo de diseño de Banxico para crear todas las ilustraciones a su alrededor. Pero los colores no se eligen por gusto personal, sino para poder ser identificados por personas con discapacidades visuales, como el daltonismo. En México esta población es de aproximadamente 1,6 millones de personas, según datos del INEGI. “Nos importa mucho que los usuarios puedan identificar fácilmente la diferencia entre las denominaciones y que no solo puedan ser identificados por sus números”, dice el directivo de Banxico.
El tamaño del billete es otra forma de diferenciarlo. La siguiente ilustración muestra las medidas de todos. Hay siete milímetros de diferencia entre una denominación y la siguiente.
Banxico provee a los bancos con una tablilla de plástico para que las personas ciegas puedan identificar los billetes por su tamaño. Este video muestra cómo funciona.
5. El material de los de 20 y 50 pesos es más costoso que el del resto, pero es más durable
La mayoría de los billetes—100, 200, 500, 1.000 pesos—están hechos de algodón. Este material también se usa para fabricar dólares estadounidenses. “Por eso los que están muy usados tienen la apariencia de un trapo viejo”, dice Alegre. Banxico descubrió que los de 20 y 50 pesos de algodón, al ser dos de las denominaciones más utilizadas, tenían poca duración. Por eso en 2002, el Banco comenzó a hacer los de 20 pesos de polímero, un compuesto químico que le da esa apariencia y textura plasticosa. El de 50 pesos comenzó a fabricarse con este material en 2006.
Según un reporte de Banxico, los billetes de este material son 2.2 veces más durables que los de algodón de la misma denominación. Uno de 20 pesos de algodón, por ejemplo, tiene una vida promedio de 8.3 meses y uno de polímero puede sobrevivir hasta 38 meses. ¿Por qué no todos se hacen de polímero? Porque esto sería más costoso que hacerlos de algodón, explica Alegre. “La relación costo-beneficio no es conveniente para el resto de las denominaciones”, añade. Banxico no revela los costos totales de cada tipo de billete. El precio promedio para todas las denominaciones es de 82 centavos.
6. El de 1.000 pesos es el menos popular de todos
Actualmente hay 4.200 millones de billetes mexicanos en circulación, señala Alegre. Por demanda popular, el de 500 pesos es el que más circula. “Casi uno de cada tres billetes en México es de 500 pesos. Nosotros nos adaptamos a las preferencias de los usuarios, la cual conocemos por la retroalimentación que recibimos de la banca casi a diario y de encuestas que hacemos cada tres meses”, añade el funcionario. Estos reportes también indican que a los mexicanos no les gusta mucho el de 1.000 pesos, por lo tanto es la denominación de menos circulación en el país.
Banxico se beneficiaría de una mayor aceptación de este billete. “A nosotros nos gustaría poder fabricar uno de 1.000 que dos de 500 por supuesto, pero los usuarios nos argumentan un tema de seguridad, creen que al llevar estos billetes son más vulnerables al robo, aunque creo que igual les pueden robar los de 500”, comenta Alegre. También existe una idea de que los billetes falsos de esta denominación son más comunes, agrega el directivo. "Esto es falso, todos pasan por los mismos estándares de seguridad", asegura. Según reportes de Banxico, se encontraron más falsificaciones de los billetes de 100 y 200 pesos en 2015 que los de 1.000 en proporción a su circulación.
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