En el transcurso de los Juegos Paralímpicos de Río -que se celebran del 7 al 18 de septiembre- muchos de los atletas no están solos durante las pruebas. Junto a ellos están los guías: atletas o técnicos que los acompañan en determinados momentos de la competición. [Dónde ver los Paralímpicos: Teledeporte retrasmitirá a diario, desde las 15.00 y hasta las 2 o 3 de la madrugada, la participación de los deportistas españoles en directo en siete disciplinas].
Se trata de una figura habitual en el deporte adaptado que ahora también tiene presencia en el podio. Las Paralimpiadas de Londres 2012 fueron las primeras en las que los guías de atletas ciegos fueron galardonados con medallas, algo que ya ocurría desde un año antes en los Mundiales de Atletismo. Junto a ellos también son premiados, por ejemplo, los pilotos de los tándem de ciclismo, los guías de boccia y los porteros de fútbol (que son videntes).
En Río serán 16 los guías o pilotos que se incluyen en el equipo paralímpico español, así que hemos repasado las técnicas que utilizan para apoyar a los atletas con discapacidad visual:
Natación
En el caso de la natación los deportistas con problemas de visión compiten ayudados desde el borde de la piscina por el tapper, la persona que les indica cuándo están a punto de llegar al extremo de la piscina, bien para girarse o bien para terminar la prueba.
Según explican a Verne desde la Federación Española de Deportes para Ciegos, este papel suelen ejercerlo los técnicos o entrenadores de cada deportista, quienes con una herramienta personalizada van dando pequeños golpes a los nadadores en la cabeza. Existen distintos dispositivos para el tapping. El más común es el bastón con gomaespuma en un extremo, pero para depurar la técnica el estadounidense Tharon Drake ha contado, por ejemplo, que probó incluso con una caña de pescar con mosca.
Dentro de la piscina, para no salirse de su carril, los nadadores con discapacidad visual van rozando la cuerda que divide las distintas calles. Además, el reglamento obliga a todos los nadadores que compiten en la categoría S11 a llevar unas gafas oscuras. Así se evita que quienes tienen cierto grado de percepción compitan en las mismas condiciones que quienes han perdido la visión por completo.
Ciclismo
Los atletas con discapacidad visual compiten en tándem con un guía vidente en la categoría B de los Juegos Paralímpicos. En primer lugar, se sitúa el piloto y como copiloto, en la parte trasera de la bicicleta, la persona invidente.
En la web Alto Rendimiento, Pedro García -preparador físico y competidor de tándem junto a Fernando Pérez Hornero- explica que en esta modalidad es fundamental trabajar durante los entrenamientos la coordinación y la confianza entre ambos corredores. Los dos ciclistas no solo deben pedalear al unísono, sino que también deben levantarse de la bicicleta, girar o mantener el equilibrio al mismo tiempo en situaciones complicadas.
Los representantes españoles Joant Font e Ignacio Ávila, que competirán en tándem en Río, suelen contar en sus respectivas cuentas de Instagram como realizan los entrenamientos y las pruebas que afrontan juntos.
Atletismo
Según indica la Federación, solo hay tres pruebas que los deportistas con discapacidad visual no pueden abordar: las de obstáculos, las carreras de vallas y el salto de pértiga. En el resto de pruebas de atletismo sí pueden competir adaptándose a las modificaciones que recoge el reglamento.
En esta disciplina existen dos tipos de acompañantes: los guías atleta, que saltan a la pista durante las carreras, y los guías llamadores, que orientan a los deportistas en las pruebas de saltos y en los lanzamientos de disco y peso.
Pedro Maroto, técnico responsable de atletismo paralímpico, cuenta a Verne por email desde Río de Janeiro que los guías hoy en día son "cuasi profesionales. Han de tener algo de mejor marca que el atleta y si el atletismo va subiendo de nivel, también han de hacerlo los guías". Los entrenamientos, continúa Maroto, se realizan de manera conjunta y "la coordinación entre ambos es primordial, siendo incluso interesante que tengan las mismas medidas antropométricas".
Los guías atletas utilizan una cuerda para competir unidos por la mano. Como señala Maroto las cuerdas deben respetar dos reglas: "No ser elásticas y no medir más de un metro". Además, guía y atleta "deben siempre correr a la par y no pueden ni tirar ni empujar a su deportista". En este vídeo se muestra cómo lo hacen el joven velocista Gerard Descarrega y su acompañante Marcos Blanquiño.
En la prueba de Maratón la normativa del Comité Paralímpico Internacional permite que cada invidente lleve dos guías, que pueden relevarse en los puntos kilométricos 10, 20 y 30.
Los guías llamadores, por su parte, lo que hacen es avisar del momento exacto en que debe realizarse un salto o lanzamiento para orientar al atleta en la zona reglamentaria y que no pise por ejemplo, las líneas de penalización. Maroto explica que se hace "mediante palmas y voces u otra orientación acústica". En las pruebas de saltos horizontales se sustituye la tabla de batida por una marca de cal que permite medir el salto desde el punto exacto en el que se produce la última pisada.
El lanzador de disco y peso David Casinos, cuatro veces campeón en los JJ. PP., cuenta con un canal de YouTube en el que ha explicado en varias ocasiones las pautas que siguen él y su entrenadora. En su caso, cuenta, además de las indicaciones de su guía es fundamental la orientación de la cabeza y el trabajo de piernas para dirigir el objeto hacia donde él quiere.
Triatlón (Categoría: PT5)
A diferencia de otras disciplinas de gran fondo como el maratón, donde los paralímpicos invidentes cuentan con dos lazarillos –que se reelevan a mitad de la prueba–, en la categoría PT5 de triatlón los competidores llevan un único guía para las tres disciplinas, según explica el reglamento de la Federación Internacional de Triatlón. Guía y competidor deben ser del mismo sexo y nacionalidad.
Héctor Catalá, campeón de España y Europa de triatlón PT5, explicaba en su blog cómo trabaja con su lazarillo durante la carrera: "En la natación vamos atados, bien de la cintura o de la pierna, y el guía es quien nos dirige hacia las boyas", cuenta. "En ciclismo es donde más se nos diferencia, ya que vamos con tándem. Al ser dos personas haciendo fuerza sobre la misma trasmisión, en circuitos llanos, volamos. Cuando la carretera se pone cuesta arriba ya no es tan evidente la ventaja". Después, en carrera, "hay dos opciones, atados del portadorsal o con una cuerda, cogiendo cada uno de una parte".
Los de Río serán los primeros Juegos Paralímpicos de la historia en los que se compite en triatlón.
Golbol
El golbol es un deporte creado específicamente para deportistas ciegos y, por tanto, no es necesario utilizar guías externos. En esta disciplina "participan dos equipos de tres jugadores cada uno", explica la Federación Española de Deportes para Ciegos en su página web. "Se basa principalmente en el sentido auditivo para detectar la trayectoria de la pelota en juego (que lleva cascabeles en su interior) y requiere, además, una gran capacidad espacial para saber estar situado en cada momento en el lugar más apropiado, con el objetivo de interceptar o lanzar la pelota".
Todas las líneas del campo, un rectángulo de 18 metros de largo por 9 de ancho, están marcadas en relieve para que sean reconocibles al tacto.
Fútbol
En los juegos de Río existen dos modalidades de fútbol: fútbol 7, para distintos grados de discapacidad, y fútbol 5, solo para invidentes. Esta disciplina, según explica el reglamento de Federación Internacional de Deportes para Ciegos, se juega en terreno descubierto para permitir una acústica óptima. Los tres tercios del campo están marcados a modo de guía y, detrás de las porterías, se encuentra el área de guías.
Las funciones del guía, según explica el investigador Guido Gastón Suárez en su artículo Importancia del rol de guía en el fútbol para ciegos, son: orientar a los jugadores en el tercio ofensivo del campo, indicar la distancia de un jugador a la portería, informar del número de defensores que un jugador tiene entre la portería contraria y él mismo, ayudar a conocer el ángulo a la portería (el guía está detrás), indicar la posición de los compañeros y orientar a los jugadores que se deben replegar en defensa.
Al igual que ocurre en el Golbol, la pelota incluye un sistema de sonido en su interior para que los jugadores sepan dónde está situado y su trayectoria.
Yudo
El yudo es, según explica la web de la Federación Española de Deportes para Ciegos, uno de los deportes con menos modificaciones respecto al deporte de videntes. "Únicamente existe una modificación del reglamento, que hace que todos los combates deban comenzar con los dos deportistas agarrados", describe. "Si en algún momento del combate, los yudocas se sueltan, el árbitro parará el combate para que vuelvan a cogerse".
Además de los gestos convencionales con los que se comunican los jueces, en el yudo para invidentes se añaden nuevas señales auditivas y de tacto para transmitir sus decisiones a los deportistas. Por ejemplo, el reglamento de yudo de Federación Internacional de Deportistas Ciegos recoge que "cada vez que el árbitro anuncie un tanteo o penalización, además de utilizar el término y gesto convencionales, deberá anunciar ao (azul) o shiro (blanco), en función del atleta en cuestión".
En yudo paralímpico compiten solamente atletas con discapacidad visual. No hay categorización y los competidores se dividen por peso, de la misma manera que los atletas no discapacitados.
Remo
En remo olímpico no existe, por el momento, una categoría solo para invidentes, sino que en la modalidad LTA4+, de embarcaciones de cuatro atletas, pueden participar hasta dos atletas con discapacidad visual. En el Reglamento de remo paralímpico se detalla que, debido a la inclusión de invidentes, en esta disciplina "el juez de salida dará a las tripulaciones una indicación verbal adicional" que acompañe a la levantada de bandera o el cambio de semáforo.
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