El joven australiano Jared Wall, de ascendencia aborigen, se encontraba el pasado 8 de septiembre comiendo con su pareja y dos hijos en un restaurante de la ciudad de Perth, cuando escuchó una conversación en la que dos señoras se referían a los indígenas en términos racistas. Antes de abandonar el local pagó una consumición a sus vecinas de mesa y escribió un mensaje para ellas en el recibo: "¡Disfrutad el té! Cortesía de los dos aborígenes sentados a vuestro lado en la mesa número 26".
Después del incidente, Wall compartió una foto del recibo en su cuenta de Instagram y Facebook, desde donde ha superado los 24.000 me gusta y ha sido compartida por más de 2.500 personas. En la publicación, este joven de 31 años, explicaba por qué decidió responder a los insultos con este gesto:
Hoy comí fuera. La comida estuvo genial, pero para nuestra desgracia escuchamos sin querer a dos señoras mayores, sentadas junto a nosotros, charlando sobre los aborígenes. La conversación fue, como mínimo, ofensiva, con palabras como asimilación lanzadas de cualquier manera. Podría haber comenzado una diatriba sobre el abuso, pero no habría ayudado. En cambio, hice algo agradable. Les invité a té y les dejé una pequeña nota en el recibo. Tal vez estas señoras serán un poco más sensatas y se lo pensarán antes de hablar. ¡Con suerte no habrá una próxima vez!".
En declaraciones al medio australiano WAtoday, Wall ha señalado que no quería perjudicar a las señoras de ningún modo, pero que al mismo tiempo, no podía irse sin mencionar lo que había ocurrido: "Simplemente quería hacerles reflexionar", recuerda. Según contó el joven a esta web, la conversación se inició con un "No soy racista, pero..." y continuó con una sucesión de generalizaciones sobre el comportamiento de la gente aborigen. "Para ser honestos", señala Wall, "cosas bastantes desagradables".
Publicándolo en Facebook, dice, quería mostrar que hay otras formas de lidiar con el racismo ocasional. Ahora, tras la enorme difusión de su gesto espera que este "sirva para lanzar un mensaje positivo al mundo". El canal de televisión local 9 News, entrevistó también al camarero encargado de entregar la nota a las señoras: "Al principio, la recibieron con cierta confusión, pero allí se la dejé", señala. Las clientas no le hicieron ningún comentario al respecto.
Aunque ha recibido algunas respuestas negativas -aludiendo a la libertad de expresión y el derecho a mantener fuera del escrutinio público conversaciones que se producen en privado- el comportamiento del joven ha sido, en general, muy aplaudido en las redes sociales. "El modo en que te defendiste, con amor, dignidad y amabilidad, es lo que falta en el mundo de hoy", escribía un usuario en Facebook. "¡Mucho más efectivo que los disturbios o las peleas! ¡Enhorabuena al sabio chico al que se le ocurrió esta idea!", recogía otros de los comentarios.
En Australia, los aborígenes no fueron reconocidos como ciudadanos hasta 1967 y su integración total en la sociedad sigue siendo, hoy en día, un asunto pendiente. Según explicaba Planeta Futuro en este reportaje, la constitución del país aún permite que se aprueben leyes en función de raza. Una norma que quieren eliminar los activistas que luchan para que los indígenas sean ciudadanos de pleno derecho.
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!