El clóset es para la ropa y no para las personas. Así se llama la página de Facebook que el neolonés de 24 años Héctor Orlando Aguirre creó en 2012. Su objetivo era promover contenidos LGBT, pero sobre todo ofrecer un espacio a quienes, como él, estaban a punto de admitir publicamente su orientación sexual. “La hice en un momento en el que necesitaba respuestas, dice el activista a Verne en entrevista telefónica. “Comencé a publicar los mensajes que a mí me hubiera gustado escuchar y la comunidad creció. Fue más rápido de lo que esperaba”, dice. Después de cuatro años, la página cuenta con más de 600.000 seguidores en Facebook, más de 39.000 en Instagram y más de 20.000 en Twitter.
Poco a poco se sumaron más personas al equipo y cada vez eran más los que comentaban los contenidos y compartían sus opiniones. Esto último le ayudó a Aguirre a reunir fuerzas y a externar sus preferencias sexuales con sus familiares y conocidos: “Decidí aceptarme como soy. Era inadmisible administrar esa página y no seguir con el principio básico. Ya no quería ocultar quién era ni lo que me gustaba y eso mismo quería para la comunidad”, señala.
Las #Historiasfueradelcloset son algunas de las publicaciones que más se comparten en Facebook. En ellas, los usuarios relatan su experiencia admitiendo su orientación sexual a sus padres o amigos.“Sin que nosotros lo pidiéramos, la gente comenzó a mandar preguntas, a pedir consejos y a mandar las historias de cómo habían salido del clóset”, explica Aguirre. Algunos de estos relatos tienen un final feliz y otros no tanto.
“Cuando salí del clóset, mi mamá me dijo: Yo tuve a un hombre, no voy a criar niñas. Nunca volví a tenerle la misma confianza”. Así comienza la historia de clóset firmada por Juan José. En contraste, la narración de Malaquias Medina es muy distinta: “Al pasar por mí, mi padre alcanzó a ver que me despedí de un chavo (abrazo y beso). No era la primera vez que notaba eso y lo que me dijo en el trayecto a casa fue: Hijo, lo que tú quieras ser, será respetado y no quiero que por lo que digan los demás dejes de ser tú mismo, ¿Entiendes, verdad?”
Aguirre asegura que lo que hace diferente a esta página es la interacción que hay entre administradores y seguidores: “A nuestros seguidores les gusta contar su historia, porque de cierta manera buscan algo de soporte y en la comunidad de la página lo hay. Al final muchos se ven reflejados en las historias de otros”.
Como en otras páginas de grupos LGBT, en el muro de la fanpage de El clóset se publican ilustraciones, artículos y videos sobre diversidad sexual, igualdad de género. Aguirre dice: "Nos gusta que la gente nos dé su opinión sobre estos temas. Muchas veces el impacto que alcanzamos no es por los Me gusta que acumulamos, es por los comentarios que la comunidad deja en la publicación". Esto sucedió con las series fotográficas: Una mujer no siempre y Un hombre también puede, las cuales acumulan miles de likes y compartidos. "Queríamos expresar que estos estereotipos son imposiciones sociales y que no hay necesidad de adoptarlos", agrega Aguirre.
De acuerdo con su creador, El clóset seguirá creando contenidos que generen diálogo, debate y conciencia. “A mí me gusta ver el vaso medio lleno, por eso creo que estamos poniendo nuestro granito de arena para generar un cambio. Diez años atrás era mucho más difícil salir del clóset y hablar de estos temas", dice Aguirre. A finales de este mes, el equipo de El Clóset lanzará su web.
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